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jueves, 24 de diciembre de 2015

FRACÀS POLÍTIC I FRACÀS ESCOLAR

Passada la tempesta electoral, i veient que els costarà posar-se d’acord a tots els partits polítics, hi ha un assumpte en què òbviament no hi trobaran solució, el lacerant fracàs escolar del nostre sistema d’ensenyament. El nostre Estat està a la cua de tota la Unió Europea d’ençà fa més de vint anys, és a dir, som els últims de la classe. Ara, i llegits els projectes educatius de tots els partits polítics amb representació al Congrés, es pot afirmar el següent. Primer, cap d’ells coincideix al cent per cent en un projecte educatiu en comú, senyal que no assoliran consens al respecte del fracàs escolar. Segon, tots pequen d’idees allunyades de l’aula i sense dades científicament contrastades, senyal que fan cas a experts teòrics que ja no trepitgen l’aula vint hores per setmana, amb més de deu anys d’experiència, amb més de trenta alumnes per classe i amb diversitat ètnica en les mateixes. I tercer, ni un dels nostres partits tenen en les seves files assessors en educació amb les quatre característiques anteriors. Donada aquesta pedagogràcia instaurada en el nostre teixit polític donem per segur que el fracàs escolar seguirà aferrat al nostre país per a vint anys més, ¿que tal si tota la política treballa un acord amb els professionals en actiu amb els trets anteriors? Aquests saben on està la solució. Ara sols cal una cosa, escoltar-los.

lunes, 14 de diciembre de 2015

IV Jornadas de Secundaria: Conclusiones

CONCLUSIONES DE LAS IV JORNADAS DE SECUNDARIA:“MODAS y TENDENCIAS EDUCATIVAS”(Organizado por ASPEPC-SPS en el Col·legi de Doctors i Llicenciats de Catalunya): Durante las últimas décadas muchas modas educativas se han incorporado a nuestro sistema de enseñanza. En el pasado otras tendencias teóricas también lo hicieron. Fueron ejemplos de ello la enseñanza con fichas o la matemática de conjuntos. Hoy en día, por tanto, hay que tener perspectiva de futuro para saber si las modas educativas actuales son meras teorías sin eficacia probada o si, por el contrario, ellas se convertirán en la solución a nuestro flagrante fracaso escolar. Las escuelas Waldorf, la teoría de las inteligencias múltiples o la escuela por proyectos están resultando ejemplos de tendencias actuales. En noviembre de 2015 todas ellas fueran puestas a debate en Barcelona durante las IV Jornadas de Secundaria. Durante estas sesiones diferentes profesionales de valía reconocida como Gregorio Luri, Alberto Royo, José Manuel Lacasa o Sergi Sanmartí alcanzaron un elevado nivel de acuerdo y las conclusiones alcanzadas fueron, cuando menos, sorprendentes. Todas estas tendencias educativas dicen romper con la enseñanza tradicional pero, y bajo este objetivo, aplican teorías que ya probaron otros países con resultados negativos, unas experiencias que decenas de veces fueron abandonadas por su ineficacia. Es decir, estas escuelas modernas dicen ser innovadoras cuando realmente aplican experimentos educativos pretéritos con el añadido que no presentan datos contrastados que demuestren mejorar el sistema de enseñanza. De hecho no hay literatura científica seria que demuestre que estas modas puedan reducir el fracaso escolar de todos nuestros centros. Es más, ningún tratado de psiquiatría, neurobiología o genética ha demostrado que al nacer nuestro cerebro posea creatividad innata partiendo de cero, psicología positiva que hará cumplir deseos en el futuro, fenómenos cuánticos causantes de pensamientos, memorizaciones previas a tu nacimiento o inteligencias múltiples separadas en nuestro cerebro. Estas presunciones, que defienden las anteriores modas educativas, nunca se han demostrado científicamente y se han convertido en simples quimeras de sus predicadores, es decir, resultan pura homeopatía pedagógica sin fundamento neurocientífico. Desgraciadamente muchos políticos ignoran esta realidad y terminan creyendo a estos teóricos. Estos insisten tanto en poseer la verdad que llegan a transformar su pedagogía en una simple creencia o religión, nunca en una ciencia con datos contrastados. Así, y con la aprobación de algunos políticos ingenuos, muchas modas educativas se han incorporado a nuestro sistema de enseñanza rebajando un curriculum exigente, y que funcionaba en el pasado, a cambio de una felicidad inmediata de los alumnos, una felicidad que muchos docentes no reciben de sus estudiantes. Si la buena educación busca que un escolar deje de ser básico para llegar a ser mejor, ahora algunas modas educativas sólo vislumbran que el niño sea simplemente feliz, no sabio. En consecuencia todas estas pseudociencias no mejoran universalmente nuestro sistema de enseñanza ni reducen el alarmante fracaso escolar por la simple razón que no se fundamentan en realidades. Lo que sí hacen es reducir drásticamente los niveles de exigencia, los currículos a impartir y los dominios lingüísticos de nuestros alumnos. Por dichas causas estas modas educativas crean niños, que sin repetir curso en infantil, son felices pero que en secundaria repiten el doble que en Europa y se frustran. Sólo hay que entender que en el aula se han de enseñar verdades y que entre inteligencia trabajada y felicidad eterna sólo hay una diferencia, la mentira. El esfuerzo cultiva el intelecto como hecho real, mientras que la felicidad se convierte en un concepto abstracto y utópico. Las pedagogías y sus modas educativas persiguen la felicidad abstracta olvidando la enseñanza real de los contenidos, es decir, olvidan el objetivo real de la educación que es desarrollar el intelecto tangible del individuo. Está demostrado científicamente que el intelecto nace más del esfuerzo que de la genética heredada. En fin, que el ejercicio sostenido resulta más importante que la herencia en la adquisición de aprendizajes complejos. Si dejamos de exigir en nuestro sistema educativo éste se degradará, lo que ya ha sucedido. Un dato real que ratifica la falta de exigencia en nuestro currículo nacional son las pruebas PISA. Todos los países evaluados se agrupan en dos bloques, los de puntuación alta con buena excelencia, y el resto con bajas notas y nula excelencia. Entre los primeros hay países pobres del sudeste asiático y ricos de cultura anglosajona, todos ellos con currículos rigurosos ya desde infantil. Entre los segundos predominan los de cultura latina con contenidos mediocres en todas las etapas educativas. Queda claro que el principal factor que regula el nivel de enseñanza no es la riqueza del país, ni la diversidad étnica, ni los factores sociales como algunos teóricos defienden, sino los niveles de los currículos exigidos. Las naciones con contenidos escolares más estrictos obtienen mejores resultados en PISA que los otros que no lo hacen. El problema de aquí ha sido una pedagogía innovadora que no parado de buscar el aprendizaje fácil, feliz y falaz en contenidos. Desgraciadamente lo único que ha generado ha sido alumnos que estudian menos, es decir, que suspenden más aquí y en las pruebas PISA. Por tanto, y ante los datos internacionales, la solución a nuestro fracaso escolar no son las modas educativas sino que éstas son la causa. Para mejorar la enseñanza hay que aumentar el nivel de exigencia, los currículos y el dominio lingüístico en infantil y primaria. Sin esfuerzo, sin buenos conocimientos memorizados, y sin un amplio dominio de vocabulario, ningún estudiante se acercará a su potencial heredado ni podrá asimilar fácilmente más competencias futuras. Las modas educativas que dicen pretender impulsar todos los potenciales de nuestros alumnos cometen un error flagrante: no se pueden poner en marcha todos los potenciales de nuestros hijos por la simple razón que algunos son contradictorios. De manera natural muchos niños tienden al egoísmo que se contradice con su potencial altruista. Si reprimimos el egoísmo potenciamos el altruismo y viceversa. Por tanto quien dice que hay que impulsar todos los potenciales de nuestros estudiantes simplemente se confunde. Por otra parte estas modas educativas proponen potenciar la creatividad innata de los niños pero como decía el padre de los móviles y sistemas táctiles Bill Gates: necesitas comprender cosas para poder inventar otras nuevas. Picasso decía que la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Sin esfuerzo y conocimientos memorizados difícilmente podemos imaginar otros nuevos. Una mente sin grano no tiene pensamientos como ningún saco vacío se aguanta tieso. Resulta obvio que todas las modas educativas anteriores resultan meras teorías sin datos reales que las demuestren. Esta fue la conclusión de las IV JORNADAS DE SECUNDARIA en 2015. El objetivo ahora debería ser aconsejar correctamente a los legisladores educativos. Claramente se ha puesto de manifiesto que cada época ha tenido sus modas educativas y que pocas han permanecido como mejoras, al contrario, han desaparecido bajo su ineficacia por falta de fundamentos reales. Las modas actuales devienen meras teorías diseñadas desde un despacho por pensadores alejados del aula. Es más, estas modas han empeorado el sistema escolar provocando un mayor fracaso académico. Esto ha derrochado mucho dinero público y el esfuerzo de muchos docentes. Resulta obvio que todo sistema de enseñanza tiene sus teóricos, que habiendo huido de la pizarra, ahora pretenden enseñar a impartir clases a quienes aún permanecen en el aula. La clase política, alejada de la realidad escolar y sin formación científica, confía demasiado en estos pseudocientíficos. En el fondo caen en la trampa que innovar es correcto y que tradición es arcaico, es decir, que cambiar es bueno y permanecer malo, pero en esto no han aplicado ningún criterio ni método científico, sólo han escuchado lo que su cerebro humano, más emocional que racional, les quiere hacer creer. Nuestra mente surgió por evolución bajo las necesidades de los cazadores paleolíticos. Este diseño no ha cambiado desde hace más de cien mil años ya que nuestra de especie sigue siendo la misma. Por lo tanto nuestra capacidad mental sigue siendo equivalente a la de aquellos cazadores recolectores. Nuestro encéfalo surgió para potenciar las relaciones humanas y las emociones sociales, pero no para sustituirlas por lógica, cálculos y contrastes de hipótesis. Por esta razón, y en plena revolución tecnológica, nos resulta más fácil creer que innovar es mejor que la tradición, cuando ambas tienen bueno y malo. Innovar será bueno si mejoramos un sistema pero no si lo empeoramos, y la tradición será mala si no nos permite mejorar. La solución, por tanto, resulta muy sencilla. Los defensores de las actuales modas educativas deben se apartados del sistema educativo dejando que los centros de enseñanza usen prácticas de éxito contrastado, tradicionales o innovadoras, más un elevado nivel curricular y un mejor aprendizaje de la lengua ya en infantil. Todo para formar buenas personas, profesionales competentes y humanos orgullosos de servir correctamente a la sociedad que los ha educado. En todo ello debería existir un marco legal entre izquierdas y derechas acordado y estable que permitiera una misma enseñanza durante muchos años. En un contexto así los centros de enseñanza trabajarían correctamente evitando experimentos, modas y tendencias educativas no contrastadas científicamente.

sábado, 12 de diciembre de 2015

CONCLUSIONS DE LES IV JORNADES DE SECUNDÀRIA

“MODES i TENDÈNCIES EDUCATIVES”. Organitzat per ASPEPC-SPS al Col·legi de Doctors i Llicenciats de Catalunya. Com els falsos experts manipulen als polítics: CONCLUSIONS DE LES IV JORNADES DE SECUNDÀRIA “MODES i TENDÈNCIES EDUCATIVES” Organitzat per ASPEPC-SPS al Col·legi de Doctors i Llicenciats de Catalunya Durant les últimes dècades moltes modes educatives s’han incorporat al nostre sistema d’ensenyament. En el passat altres modes, que resultaren contraproduents, reduïren el nivell dels nostres alumnes i les seves capacitats. En foren exemples l’ensenyament per fitxes o la matemàtica de conjunts. Avui dia, per tant, cal tenir perspectiva de futur per tal de saber si les tendències educatives actuals que alguns experts proposen són meres teories sense eficàcia provada o si, ans al contrari, elles esdevindran la solució al nostre flagrant fracàs escolar. Les escoles Waldorf, la teoria de les intel·ligències múltiples o l’escola per projectes estan resultant exemples d’aquestes tendències que s’han posat a debat durant les IV Jornades de Secundària. Durant les mateixes diferents professionals de vàlua reconeguda com Gregorio Luri, Alberto Royo, José Manuel Lacasa o Sergi Sanmartí han assolit un elevat grau d’acord. D’aquesta entesa en presentem les següents conclusions. Totes aquestes tendències educatives diuen trencar amb l’ensenyament tradicional. Amb aquest objectiu apliquen teories que ja s’han provat a altres països amb resultats incerts, unes experiències provades desenes de cops durant la història però abandonades per la seva ineficàcia. És a dir, aquestes escoles modernes diuen ser innovadores quan realment apliquen experiments educatius pretèrits amb l’afegit que no presenten dades contrastades que demostrin millorar el sistema d’ensenyament. De fet no hi ha literatura científica seriosa que verifiqui que aquestes modes puguin reduir el fracàs escolar de tots els nostres centres. És més, en cap tractat de psiquiatria, neurobiologia o genètica s’ha demostrat que al néixer el nostre cervell posseeixi: creativitat innata partint de zero, psicologia positiva que farà complir desigs en el futur, fenòmens quàntics causants de pensaments, memoritzacions prèvies al teu naixement o intel·ligències múltiples separades en el nostre cervell. Aquests fets, que defensen algunes de les anteriors modes educatives, mai no s’han demostrat científicament ja que esdevenen simples quimeres dels seus predicadors i resulten pura homeopatia pedagògica sense cap fonament neurocientífic. Malauradament molts polítics ignoren aquesta realitat i acaben creient en aquests teòrics. Aquests insisteixen tant que el seu cos teòric és cert que arriben a transformar la seva pedagogia en una simple creença o religió, mai no pas en una ciència amb dades contrastades. Així, i amb l’aprovació d’alguns polítics ingenus, moltes modes educatives s’han incorporat al nostre sistema d’ensenyament rebaixant les exigències curriculars a canvi d’una felicitat immediata entre els alumnes. Si la bona educació busca que l’alumne arribi a ser millor, ara algunes modes educatives sols albiren que el nen sigui simplement feliç, no savi. Totes aquestes pseudociències no milloren universalment el nostre sistema d’ensenyament ni redueixen l’alarmant fracàs escolar pel simple fet que no es fonamenten en realitats. El que sí fan és reduir dràsticament els nivells d’exigència, els currículums a impartir i les competències lingüístiques dels nostres alumnes. Per aquesta raó aquestes modes educatives fan nens feliços a infantil amb uns percentatges de repetició gairebé zero però amb dificultats a secundària on la repetició dobla l’europea. Cal entendre que a l’aula s’han d’ensenyar veritats i que entre intel·ligència treballada i felicitat eterna sols hi ha una diferència, la mentida. L’esforç cultiva la capacitat intel·lectual com un fet real, i fins i tot la satisfacció quan assolim un desig, mentre que la felicitat esdevé un concepte abstracte i sovint utòpic. Les modes educatives persegueixen la felicitat abstracte oblidant l’ensenyament real dels continguts, és a dir, oblidant l’objectiu real de l’educació que és desenvolupar la capacitat intel·lectual de l’individu. Aquesta és una manera palpable de fer millorar a l’estudiant ja que, i està demostrat científicament, la capacitat intel·lectual neix més de l’esforç que de la genètica heretada. En fi, que l’exercici sostingut resulta més important que l’herència en l’adquisició d’aprenentatges complexos. Si deixem d’exigir en el nostre sistema educatiu aquest es degradarà, la qual cosa ja ha passat. Una dada real que ratifica la manca d’exigència en el nostre currículum nacional són les proves PISA. Tots els països estudiats se’ls pot separar en dos grans grups, uns amb puntuació alta amb bona excel·lència, i la resta baixa amb nul·la excel·lència. Entre els primers hi ha països pobres del sud-est asiàtic i rics de cultura anglosaxona, tots ells amb currículums força rigorosos ja des d’infantil. Entre els segons hi predominen els que tenen continguts mediocres a totes les etapes. Queda clar que el principal factor que regula el nivell d’ensenyament no és la riquesa del país, ni la diversitat ètnica, ni els factors socials com alguns teòrics defensen, sinó la cultura i els nivells dels currículums exigits. Les nacions amb continguts escolars més estrictes obtenen millors resultats en PISA que els altres que no ho fan. El problema del nostre sistema ha estat la seva pedagogia innovadora que no para de buscar l’aprenentatge fàcil, feliç i baix en continguts. Malauradament l’únic que ha assolit són alumnes que estudien menys, és a dir, que suspenen més aquí i en les proves PISA. Per tant, i davant les dades internacionals, la solució al nostre fracàs escolar no són les modes educatives sinó que aquestes en són la causa. Per a millorar l’ensenyament cal doncs augmentar el nivell d’exigència, els currículums i la competència lingüística a infantil i primària per tal que els alumnes puguin assolir les fases educatives posteriors. Sense esforç, sense bons coneixements memoritzats, i sense un ampli domini de vocabulari, cap estudiant s’aproparà al seu potencial heretat ni podrà assimilar fàcilment més competències futures. Les modes educatives que diuen pretendre impulsar tots els potencials dels nostres alumnes cometen un error flagrant: no es poden engegar tots els potencials dels nostres fills per la simple raó que alguns són contradictoris. De manera natural molts nens tendeixen a l’egoisme que és contradiu amb el seu potencial altruista. Segons com eduquem reprimirem un potencial a canvi d’animar-ne un altre fent que un alumne maduri de manera positiva o negativa. D’altra banda aquestes modes educatives proposen potenciar la creativitat innata dels nens però com deia Bill Gates: necessites entendre coses per a poder inventar-ne de noves. En Picasso deia que la inspiració existeix, però t’ha de trobar treballant. Sense esforç i coneixements memoritzats difícilment pots imaginar-ne de nous. Una ment sense gra no té pensaments com cap sac buit s’aguanta dret. Resulta obvi que les modes educatives vigents esdevenen meres teories sense dades reals que les demostrin. I aquesta ha estat la conclusió de les IV JORNADES DE SECUNDÀRIA. L’objectiu ara fora poder aconsellar correctament als legisladors al respecte de les lleis que massa sovint redacten. Clarament s’ha fet palès que cada època ha tingut les seves modes educatives i que poques han romàs com a millores, ans al contrari, han desaparegut sota la seva ineficàcia per manca de fonaments reals. Les actuals esdevenen meres teories dissenyades des d’un despatx per pensadors deslligats del dia a dia i de l’aula. És més, aquestes modes han empitjorat el sistema escolar provocant un increment del fracàs acadèmic. Això ha malbaratat molts diners públics i molts esforços docents que ja veien inviables aquestes praxis. Resulta obvi que tot sistema d’ensenyament té els seus teòrics, que havent fugit de la pissarra, ara pretenen ensenyar a fer classes a qui encara roman a l’aula. La classe política allunyada de la realitat escolar i sense formació científica, confia massa en aquests pseudocientífics. En el fons cauen en la trampa que innovar és correcte i que tradició és arcaic, és a dir, que canviar és bo i romandre dolent, però en això no han aplicat cap criteri ni mètode científic, sols han escoltat el que el seu cervell humà, més emocional que racional, els vol fer creure. La nostra ment va sorgir per evolució sota les necessitats dels caçadors paleolítics. Aquest disseny no ha canviat d’ençà fa més de cent mil anys ja que la nostra d’espècie continua sent la mateixa. Per tant la nostra capacitat mental continua sent la mateixa de la d’aquells caçadors recol·lectors. El nostre encèfal va sorgir per potenciar les relacions humanes i les emocions per a la vida social, però no per a substituir-les amb lògica, càlculs i contrast d’hipòtesis. Per aquesta raó, i en plena revolució tecnològica, ens resulta més fàcil creure que innovar és millor que la tradició, quan ambdues tenen bo i dolent. Innovar serà bo si millorem un sistema, no si l’empitjorem, i la tradició serà dolenta si no ens permet millorar. La solució, per tant, resulta ben senzilla, cal simplement que els defensors de les actuals modes educatives s’apartin i deixin pas a uns centres d’ensenyament que sota contrastades pràctiques d’èxit, tradicionals o innovadores, més un major nivell curricular i un millor aprenentatge de la llengua ja a infantil, formin bones persones, professionals competents i humans orgullosos de formar part de la societat que els ha educat. En tot això caldria un coixí legal acordat entre esquerres i dretes que permeti que el sistema d’ensenyament sigui estable durant molts anys sense dependre de qui guanya les eleccions i d’una nova llei d’ensenyament cada quatre anys. En un context així les modes educatives ineficaces no destorbarien el sa ofici de la docència deixant que els centres d’ensenyament treballessin bé evitant experiments educatius no contrastats científicament. CONCLUSIONES DE LAS IV JORNADES DE SECUNDÀRIA “MODES i TENDÈNCIES EDUCATIVES” Organizado por ASPEPC-SPS en el Col·legi de Doctors i Llicenciats de Catalunya Durante las últimas décadas muchas modas educativas se han incorporado a nuestro sistema de enseñanza. En el pasado otras tendencias teóricas también lo hicieron. Fueron ejemplos de ello la enseñanza con fichas o la matemática de conjuntos. Hoy en día, por tanto, hay que tener perspectiva de futuro para saber si las modas educativas actuales son meras teorías sin eficacia probada o si, por el contrario, ellas se convertirán en la solución a nuestro flagrante fracaso escolar. Las escuelas Waldorf, la teoría de las inteligencias múltiples o la escuela por proyectos están resultando ejemplos de tendencias actuales. En noviembre de 2015 todas ellas fueran puestas a debate en Barcelona durante las IV Jornadas de Secundaria. Durante estas sesiones diferentes profesionales de valía reconocida como Gregorio Luri, Alberto Royo, José Manuel Lacasa o Sergi Sanmartí alcanzaron un elevado nivel de acuerdo y las conclusiones alcanzadas fueron, cuando menos, sorprendentes. Todas estas tendencias educativas dicen romper con la enseñanza tradicional pero, y bajo este objetivo, aplican teorías que ya probaron otros países con resultados negativos, unas experiencias que decenas de veces fueron abandonadas por su ineficacia. Es decir, estas escuelas modernas dicen ser innovadoras cuando realmente aplican experimentos educativos pretéritos con el añadido que no presentan datos contrastados que demuestren mejorar el sistema de enseñanza. De hecho no hay literatura científica seria que demuestre que estas modas puedan reducir el fracaso escolar de todos nuestros centros. Es más, ningún tratado de psiquiatría, neurobiología o genética ha demostrado que al nacer nuestro cerebro posea creatividad innata partiendo de cero, psicología positiva que hará cumplir deseos en el futuro, fenómenos cuánticos causantes de pensamientos, memorizaciones previas a tu nacimiento o inteligencias múltiples separadas en nuestro cerebro. Estas presunciones, que defienden las anteriores modas educativas, nunca se han demostrado científicamente y se han convertido en simples quimeras de sus predicadores, es decir, resultan pura homeopatía pedagógica sin fundamento neurocientífico. Desgraciadamente muchos políticos ignoran esta realidad y terminan creyendo a estos teóricos. Estos insisten tanto en poseer la verdad que llegan a transformar su pedagogía en una simple creencia o religión, nunca en una ciencia con datos contrastados. Así, y con la aprobación de algunos políticos ingenuos, muchas modas educativas se han incorporado a nuestro sistema de enseñanza rebajando un curriculum exigente, y que funcionaba en el pasado, a cambio de una felicidad inmediata de los alumnos, una felicidad que muchos docentes no reciben de sus estudiantes. Si la buena educación busca que un escolar deje de ser básico para llegar a ser mejor, ahora algunas modas educativas sólo vislumbran que el niño sea simplemente feliz, no sabio. En consecuencia todas estas pseudociencias no mejoran universalmente nuestro sistema de enseñanza ni reducen el alarmante fracaso escolar por la simple razón que no se fundamentan en realidades. Lo que sí hacen es reducir drásticamente los niveles de exigencia, los currículos a impartir y los dominios lingüísticos de nuestros alumnos. Por dichas causas estas modas educativas crean niños, que sin repetir curso en infantil, son felices pero que en secundaria repiten el doble que en Europa y se frustran. Sólo hay que entender que en el aula se han de enseñar verdades y que entre inteligencia trabajada y felicidad eterna sólo hay una diferencia, la mentira. El esfuerzo cultiva el intelecto como hecho real, mientras que la felicidad se convierte en un concepto abstracto y utópico. Las pedagogías y sus modas educativas persiguen la felicidad abstracta olvidando la enseñanza real de los contenidos, es decir, olvidan el objetivo real de la educación que es desarrollar el intelecto tangible del individuo. Está demostrado científicamente que el intelecto nace más del esfuerzo que de la genética heredada. En fin, que el ejercicio sostenido resulta más importante que la herencia en la adquisición de aprendizajes complejos. Si dejamos de exigir en nuestro sistema educativo éste se degradará, lo que ya ha sucedido. Un dato real que ratifica la falta de exigencia en nuestro currículo nacional son las pruebas PISA. Todos los países evaluados se agrupan en dos bloques, los de puntuación alta con buena excelencia, y el resto con bajas notas y nula excelencia. Entre los primeros hay países pobres del sudeste asiático y ricos de cultura anglosajona, todos ellos con currículos rigurosos ya desde infantil. Entre los segundos predominan los de cultura latina con contenidos mediocres en todas las etapas educativas. Queda claro que el principal factor que regula el nivel de enseñanza no es la riqueza del país, ni la diversidad étnica, ni los factores sociales como algunos teóricos defienden, sino los niveles de los currículos exigidos. Las naciones con contenidos escolares más estrictos obtienen mejores resultados en PISA que los otros que no lo hacen. El problema de aquí ha sido una pedagogía innovadora que no parado de buscar el aprendizaje fácil, feliz y falaz en contenidos. Desgraciadamente lo único que ha generado ha sido alumnos que estudian menos, es decir, que suspenden más aquí y en las pruebas PISA. Por tanto, y ante los datos internacionales, la solución a nuestro fracaso escolar no son las modas educativas sino que éstas son la causa. Para mejorar la enseñanza hay que aumentar el nivel de exigencia, los currículos y el dominio lingüístico en infantil y primaria. Sin esfuerzo, sin buenos conocimientos memorizados, y sin un amplio dominio de vocabulario, ningún estudiante se acercará a su potencial heredado ni podrá asimilar fácilmente más competencias futuras. Las modas educativas que dicen pretender impulsar todos los potenciales de nuestros alumnos cometen un error flagrante: no se pueden poner en marcha todos los potenciales de nuestros hijos por la simple razón que algunos son contradictorios. De manera natural muchos niños tienden al egoísmo que se contradice con su potencial altruista. Si reprimimos el egoísmo potenciamos el altruismo y viceversa. Por tanto quien dice que hay que impulsar todos los potenciales de nuestros estudiantes simplemente se confunde. Por otra parte estas modas educativas proponen potenciar la creatividad innata de los niños pero como decía el padre de los móviles y sistemas táctiles Bill Gates: necesitas comprender cosas para poder inventar otras nuevas. Picasso decía que la inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando. Sin esfuerzo y conocimientos memorizados difícilmente podemos imaginar otros nuevos. Una mente sin grano no tiene pensamientos como ningún saco vacío se aguanta tieso. Resulta obvio que todas las modas educativas anteriores resultan meras teorías sin datos reales que las demuestren. Esta fue la conclusión de las IV JORNADAS DE SECUNDARIA en 2015. El objetivo ahora debería ser aconsejar correctamente a los legisladores educativos. Claramente se ha puesto de manifiesto que cada época ha tenido sus modas educativas y que pocas han permanecido como mejoras, al contrario, han desaparecido bajo su ineficacia por falta de fundamentos reales. Las modas actuales devienen meras teorías diseñadas desde un despacho por pensadores alejados del aula. Es más, estas modas han empeorado el sistema escolar provocando un mayor fracaso académico. Esto ha derrochado mucho dinero público y el esfuerzo de muchos docentes. Resulta obvio que todo sistema de enseñanza tiene sus teóricos, que habiendo huido de la pizarra, ahora pretenden enseñar a impartir clases a quienes aún permanecen en el aula. La clase política, alejada de la realidad escolar y sin formación científica, confía demasiado en estos pseudocientíficos. En el fondo caen en la trampa que innovar es correcto y que tradición es arcaico, es decir, que cambiar es bueno y permanecer malo, pero en esto no han aplicado ningún criterio ni método científico, sólo han escuchado lo que su cerebro humano, más emocional que racional, les quiere hacer creer. Nuestra mente surgió por evolución bajo las necesidades de los cazadores paleolíticos. Este diseño no ha cambiado desde hace más de cien mil años ya que nuestra de especie sigue siendo la misma. Por lo tanto nuestra capacidad mental sigue siendo equivalente a la de aquellos cazadores recolectores. Nuestro encéfalo surgió para potenciar las relaciones humanas y las emociones sociales, pero no para sustituirlas por lógica, cálculos y contrastes de hipótesis. Por esta razón, y en plena revolución tecnológica, nos resulta más fácil creer que innovar es mejor que la tradición, cuando ambas tienen bueno y malo. Innovar será bueno si mejoramos un sistema pero no si lo empeoramos, y la tradición será mala si no nos permite mejorar. La solución, por tanto, resulta muy sencilla. Los defensores de las actuales modas educativas deben se apartados del sistema educativo dejando que los centros de enseñanza usen prácticas de éxito contrastado, tradicionales o innovadoras, más un elevado nivel curricular y un mejor aprendizaje de la lengua ya en infantil. Todo para formar buenas personas, profesionales competentes y humanos orgullosos de servir correctamente a la sociedad que los ha educado. En todo ello debería existir un marco legal entre izquierdas y derechas acordado y estable que permitiera una misma enseñanza durante muchos años. En un contexto así los centros de enseñanza trabajarían correctamente evitando experimentos, modas y tendencias educativas no contrastadas científicamente.

MESTRES PEDÒFILS DECLARACIÓ JURADA

Els docents de les nostres escoles hauran de signar una declaració jurada assegurant que ells no són pedòfils. L’administració assegura que amb aquesta mesura es pretén un menor risc d’abusos sexuals als nostres menors. Fins aquí una idea de despatx allunyada de la realitat escolar i social. El fet és que el noranta per cent dels abusos sexuals es cometen entre familiars i no pas a les escoles. Així doncs, i si per xifres van primers, ¿per què no se’ls fa signar a tots els pares, mares i parents aquesta declaració jurada? Doncs simplement perquè això implicaria molta més paperassa, un major nombre de votants molestos i uns mals resultats a les urnes per al partit que ha proposat aquesta idea. En tal cas, i si la política continua creient que aquesta mesura eradicarà la pedofília, que facin signar aquesta declaració jurada a tota la jerarquia eclesiàstica, però això també importunaria a milions de fidels, al mateix Vaticà, a l’OPUS i a les demés faccions cristianes. Així doncs, i si els docents no són pedòfils per majoria, ¿per quina raó la política d’aquest país els vol fer jurar davant la llei? Doncs perquè són una minoria que fa temps molts teòrics desacrediten. Avui dia molts demagogs que no trepitgen l’aula, o que van fugir d’ella, es dediquen a criticar el nostre cos docent. L’acusen de ser la causa del nostre fracàs escolar quan les dades reals i numèriques diuen tot el contrari. Els informes internacionals, les estadístiques nacionals i els anàlisis de dades ho diuen ben clar, la causa fonamental del nostre fracàs escolar no són els docents, és el baix nivell lectura dels nostres estudiants i el currículum poc exigent durant totes les etapes d’ensenyament. Tots els països que apliquen un currículum exigent i un bon nivell lingüístic als seus alumnes assoleixen una nivell excel·lència altíssim mentre que la resta, Catalunya inclosa, es veuen en el clot. Potser que deixem als mestres fer la seva feina i parem d’acusar-los de coses que no són. O tots monges, o tots canonges.

viernes, 11 de diciembre de 2015

20N i independentisme

Ante el alud de declaraciones sobre la expulsión de los catalanes de la UE, del euro y su corralito, todas respondidas a la contra con sólidos argumentos, los independentitstas se han visto crecidos. El miedo a una Cataluña independiente ha sido respuesta con amenazas que no hacen más que enfatizar el miedo de muchos políticos españoles ante esta posibilidad. Pero el problema ya no son los partidos a favor de la Unidad Nacional sino los propios partidos catalanes. No hay forma que los independentistas del CUP, ERC y JxSí, que desean una República Catalana, dejen de pelearse para formar gobierno en el parlamento catalán. Ante tal desunión muchos catalanes se preguntan, ¿qué harán estos políticos el día que haya esta república independiente? ¿Seguir peleándose? ¿Y si fuera mejor continuar bajo un Gobierno español unido? De hecho a éste el asunto catalán le va de perlas. El miedo a una Cataluña independiente está regalando votos a PP, Cd’s, PSOE y Podemos que defienden la Unidad Española. En fin, y ante el actual Parlament catalán con mayoría independentista, estos partidos captan a sus votantes. Desgraciadamente esta España, que no desea una República Catalana, tampoco deja de pelearse para formar gobierno. Ya veo que los españoles no viviremos unidos, sino discutidos.

jueves, 3 de diciembre de 2015

¿Catalunya i el constitucional?

Jo tenia una casa amb veïns. Un dia els de ponent, i per les armes, van obligar-me a compartir pis sota una dictadura. Amb resignació, i sense exèrcit, havia d’acatar el seu totalitarisme. M’obligaren a parlar la seva llengua quan jo ja en tenia una de pròpia; m’imposaren la seva cultura quan jo ja n’havia après una de pròpia; em cobraren per un rei que no havia nascut a casa meu; m’enviaren ocupes al pis per tal que jo em fes com els de ponent; i m’empenyoraren per un exèrcit que no era el meu. Passaren els anys i vaig aconseguir preservar llengua, cultura i orígens, fins i tot vaig enriquir d’allò més la meva llar. Malauradament aquells veïns de ponent no en tingueren prou i cada dia em cobraven més i més per ajudar a altres veïns seus deficitaris, per mantenir a un exèrcit enemic meu, per pagar rèdits per deutes seus i per sufragar a les putes del rei. Un bon dia la gallineta va dir que prou, i fins i tot els ocupes es queixaren de tanta injustícia i abús. Pacíficament, i amb la democràcia com eina, vàrem plantejar ser altre cop una casa veïna dels de ponent. Però aquests ens digueren que no podíem, que no era legal segons els estatuts de la comunitat, estatuts que ells havien imposat i que es negaven a reformar. En fi, que els de casa vivim en la següent paradoxa: si en el passat ens imposaren ser veïns, i no ens ho deixaren decidir, ara que hi ha democràcia, ¿per què no ens ho deixen votar?