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jueves, 22 de diciembre de 2016

56. ¿ SER POBRE SUSPENDE ?

Algunas pedagogías teóricas defienden que el nivel socioeconómico de las familias es el culpable fundamental del fracaso académico, es decir que los padres pobres tienen hijos zoquetes. Esta es una forma muy común de escapismo entre algunos pedagogos. Si tal creencia fuera cierta las familias humildes no deberían procurar tiempo de control, apoyo y calidad hacia sus lechones ya que se hallarían predestinadas por su situación. Y es más, si el nivel sociocultural de los progenitores fuera el factor determinante del rendimiento académico, todos los hijos de una familia obtendrían resultados parecidos, algo que no resulta así. Muchas familias pobres, humildes y analfabetas han tenido siempre muy claro que sus zagales se labrarán un buen porvenir si luchan y se esfuerzan en los estudios, de hecho muchos científicos provienen de padres sin instrucción. Pero cabe añadir que si el nivel sociocultural de los padres fuera un factor determinante en el éxito académico, según defienden algunas pedagogías teóricas, ello no explicaría como bajo unos mismos padres las hijas aventajan de media a los hijos varones; como los inmigrantes orientales superan a los alumnos de la Unión Europea; y como Baviera, sin un nivel sociocultural como el de la media alemana, consigue los mejores resultados de su país. En fin, no existe un determinismo socioeconómico en el revés académico. Sí que lo hay en el de hábitos cuando la familia desatiende a sus hijos en rutinas, esfuerzo y cariño, algo que puede suceder independientemente entre ricos y pobres. Es más, cuando los padres procuran constancia, lucha y afecto, los estudiantes suelen llevar bien sus resultados académicos. Así lo ratifican muchos estudios europeos. Para ello las familias deben procurar un hogar silencioso, ordenado, limpio, tranquilo y con una nevera llena que garantice una merienda a media tarde. Cabe añadir a lo anterior una cena y un sueño regulares más unos padres, que sin gritos, interactúen con sus hijos con frases que denoten interés y promuevan la conversación familiar.

¿cómo te ha ido el día en el colegio?
¿qué tal con los compañeros de clase?
¿qué deberes tienes?
¿has resuelto aquel conflicto?
¿has terminado de estudiar lo de hoy?
...

Cuestiones que el chaval percibe como un afecto por parte de sus padres. El perfil anterior suele salvar a muchos jóvenes del desarraigo y de su pérdida como estudiantes.

Aún así, algunos pedagogos teóricos hablan de la inmigración como causa fundamental del hundimiento escolar, algo falaz ya que hay centros en donde inmigrantes y no inmigrantes han mejorado sus resultados mientras que en otros todos han empeorado. El problema no es la mezcla de etnias, el problema es colocar juntos estudiantes que no ostentan ni igual nivel ni iguales intereses. Es más, ser aborigen del lugar no conlleva garantía alguna de ser mejor que los recién llegados. El hecho es que en matemáticas, los alumnos chinos suelen superar con creces a los occidentales tanto en Europa como en Estados Unidos, véanse los informes PISA al respecto. Con todo, muchos expertos de la trasnochada pedagogía teórica niegan los resultados PISA al ver atacadas y hundidas sus teorías falaces. La estrategia es simple, si a uno no le gustan los hechos los niega, pero no por ello desaparecen. Lo mismo hacen los creacionistas, ahora llamados a si mismos del diseño inteligente, ante la evolución biológica a pesar de hechos como los fósiles y la genética. De igual manera los informes PISA han sido negados por multitud de pedagogos. Uno de muy emblemático, y que no sabe deletrear ni escribir bien, Yaacov Hecht, lo afirmó así el lunes 3 de febrero de 2014 en la contra de La Vanguardia, alguien que asesora a gobiernos en educación.

Pero ante todo el alud de acusaciones sobre la familia como causa del fracaso escolar existe un estudio científico que pocos difunden. Quizás sea porqué ésta, la ciencia, resulta compleja y enemiga de los simplistas. Muchos de ellos no saben, o no se atreven, a comprender los artículos científicos de las publicaciones especializadas. Y cabe indicar aquí que tales revistas no son el Muy Interesante o el Quo, sino artículos revisados, corregidos y finalmente aceptados por expertos científicos en actas técnicas y muy serias. En trabajos de esta índole se ha visto que el fiasco académico no es fundamentalmente por falta de voluntad o por negligencia familiar sino por dos razones muy elitistas, el conocimiento clínico y el dinero de sobras. De eso va el siguiente blog.

martes, 20 de diciembre de 2016

55. ¿CLASES EN JULIO?

Verano Azul


El fin de curso nos trae el periodo vacacional más largo y caluroso de todo el curso, el verano azul. Éste sirve para reducir la ansiedad por los estudios, evadir la mente de tanta memorización y tener nuevas experiencias fuera del aula. Con todo, no hay que olvidar el largo letargo estival y con ello la pérdida de rutinas y conocimientos entre los adolescentes. Espere y exija que el centro mande deberes de verano, sobretodo para aquellos púberes que han cojeado durante el curso. Si les hace falta repaso, que lo tengan. Tres meses de vacaciones pueden ser muy perjudiciales para sus estudios sino se rigen por rutinas diarias entre diversiones y obligaciones. Hay docentes que convidan a los alumnos a olvidarse del aprendizaje durante todo el verano algo que trae  consecuencias negativas al comienzo del curso siguiente. Si los chavales pierden la costumbre del repaso y de ciertas rutinas, les va a costar encajar el próximo año académico.

Durante las vacaciones el chaval no necesita descanso con los estudios, necesita olvidarse un poco de ellos con un cambio de actividad, una desconexión parcial. Un profesor de educación física aconsejaba a los padres que para continuar educando en verano era aconsejable ofrecer a los hijos un trabajo ligeramente remunerado para potenciar su aprendizaje en derechos y obligaciones. Insistía que tal práctica estimulaba la socialización de esos adolescentes con otros adultos, algo muy útil para su vida futura. El estío, me detallaba el docente, resulta un periodo altamente importante para que los zagales experimenten relaciones sociales en persona, no sólo por el Facebook. En los pueblos y barrios donde todo el mundo se conoce, tal costumbre resulta relativamente fácil, pero en la ciudad uno se aísla. En tal caso, encuentros de fines de semana con otros matrimonios resuelve parcialmente el asunto. Otra medida en este sentido consiste en crear una red solidaria de familias en donde los hijos pasen para verse, limpiar la casa, merendar, estudiar u otras actividades tanto obligatorias como lúdicas. Si con todo ello dicen que se aburren se les pueden mandar pequeñas obligaciones en su rutina diaria como fregar su plato, recoger su habitación, poner la mesa e incluso cocinar por mucho pánico que tenga a probar el plato que se invente. Ferrán Adriá empezó así, creo.
El verano por tanto puede resultar uno de los periodos educativos más fascinantes de todo el curso. Aquí no vale argumentar que los escolares disfrutan de demasiadas vacaciones. En vigilias y finales de las vacaciones estivales aflora una canción que se repite verano tras verano. Algunos sectores sociales se quejan del calendario escolar y exigen que sus hijos sean atendidos más horas en el colegio. Los niños deben hacer deberes, estudiar, jugar y relacionarse el resto del tiempo no lectivo. En ese caso no se está hablando de tener los alumnos con más horas de clase sino de vigilancia, distracción y juegos. En cierta forma se está instando que el colegio haga de casal veraniego durante las vacaciones y es aquí donde la clase dirigente aparece con su famosa frase, estudiaremos el caso, que a veces significa que amenazarán a la sociedad con cambios pero no con mejoras. En ese contexto, sectores sociales y políticos son los buenos de la película mientras, la escuela, al no querer atender sin cobrar una guardería ajena, la mala. Por desgracia llevan así muchos años con la misma tonada que se repite más que una canción de Fito y los Fitipaldis. ¿No sería hora de pasar a gravar el disco y venderlo? ¿O quizás deberían dejarse las cosas tal como están? De hecho, desgasta mucho tanta polémica gratuita cuando se sabe que el problema de fondo es la falta de compromiso educativo de toda la sociedad. Hay que informar con claridad a las personas y explicar lo bueno y lo malo de ampliar calendarios escolares. Luego que decidan de una vez por todas o que callen para siempre. En este sentido lo que a menudo los dirigentes no suelen comentar al electorado es que tener hijos implica estar con ellos gran parte del tiempo y no encasquetarlos a los servicios públicos, algo que de hacerse, obligaría a papá estado a más subidas de impuestos para pagar los nuevos servicios sociales. Ya se sabe que no hay duros a cuatro pesetas. De todas formas aumentar las horas lectivas, o los años de escolarización, no mejoran los niveles académicos de nuestros hijos. En Finlandia, panacea de la educación europea, practican un sistema más barato al impartirse muchas menos horas de clase durante muchos menos años de escolarización que en nuestro país. Es decir, el modelo finlandés resulta bueno, bonito y barato.

En resumidas cuentas, existen tres argumentos para dejar el calendario escolar tal como está. Las razones que apoyan la actual agenda son las horas lectivas europeas, nuestro clima y el fracaso escolar extraescolar.

La primera razón para no cambiar las cosas es que nuestro país imparte muchas más horas de clase que la media europea, unas 1050 al año. Es decir, nuestro estado ostenta uno de los mayores horarios y fracaso escolares europeos mientras Estonia, ya no Finlandia, luce los índices de éxito escolar europeos más altos con un veinte por ciento menos de horas educativas. Añadamos que en Estados Unidos han observado que el estrés de los alumnos no viene causado por más o menos horas lectivas sino en el exceso de actividades extraescolares, algo que implica simplemente que nuestros estudiantes requieren menos horas de clases y más descansos bajo atención familiar. Por tanto, y en cuanto a vacaciones, o todos los estados europeos y americanos lo hacen mal o el nuestro se excede en sesiones de paraninfo.

La segunda razón, la climática, nos explica que concentremos en verano el mayor grueso de las vacaciones. En caso contrario significaría impartir clases en julio bajo la necesidad de un buen aire acondicionado, algo nada ecológico, económico, ni sostenible. Alargar el horario escolar durante el verano sería un suicidio dada la sauna que se armaría entre adolescentes y sus hormonas. Nuestro clima hace siglos que nos marca el calendario lectivo y ahora todavía más con el asunto del calentamiento global. Por otro lado los docentes durante el julio sí asisten a clases de formación, incluso fuera en el extranjero, en donde muy a menudo los cursos de calidad corren a cargo de los propios profesores. Aun así hay quienes escupen la idea que los docentes tienen demasiadas vacaciones. Un día me comentaba una profesora de historia que en el fondo eso amaga una envidia equívoca. Ella, esta docente de El Prat de Llobregat, repetía una broma hacia quienes se resentían por sus vacaciones. Simplemente les animaba a formarse como buenos docentes y que así tendrían ese descanso tan deseado. Insistía luego que ella les ayudaría, que les dejaría sus apuntes de universidad y del máster para ello, que en cinco años de facultad más dos de máster y otros dos de prácticas y oposiciones, llegaría a ser profesor de instituto. Así pues, y con sólo diez años de preparación y estudios, obtendría sus tan apreciadas vacaciones estivales por un sueldo inicial que ni un albañil experto querría, unos 1600 euros netos mensuales. La formación de un médico dura más o menos lo mismo y al final cobran muchísimo más que un profesor, o la formación de muchos banqueros y políticos requiere mucho menos tiempo y descubra lo que algunos perciben sólo con primas, dietas y tarjetas negras.

La tercera razón para no extender el horario escolar en verano es que el 99 por ciento de los alumnos problemáticos se origina en el seno de familias con falta de un seguimiento continuado de los mismos. Ejemplos de ello son separaciones mal llevadas, alcoholismo, maltratos, abandonos, padres adictos al trabajo, familias desestructuradas, necesidad de trabajar para llegar a final de mes, egoísmos paternales y en definitiva, cambio de prioridades ante los hijos. Todo este caldo de situaciones conlleva que muchos zagales permanezcan sin tutela en el momento que salen del centro educativo, algo paradójico con el calendario escolar que se está exigiendo, es decir, unos piden más horas de colegio mientras otros no las dedican a sus descendientes. El problema real, por tanto, no son más horas de colegio sino la baja atención de muchas familias hacia sus hijos. En ello hay padres que no quieren y otros que simplemente no pueden. La hipoteca por una vivienda cuyo precio cuesta pagar, o un consumismo extremo, les obliga a trabajar todo cuanto pueden restando tiempo familiar. Cuando los progenitores se dan cuenta de esa falta de atención sobre sus lechones, entonces intentan recuperar el tiempo perdido y a veces el trato con el hijo se extrema. Con poco tiempo disponible muchos padres suelen hacer dos cosas, o darle todo hecho y mimarlo, o ser algo distantes para no ser molestados cuando llegan a casa. En definitiva, siguen siendo padres ausentes en la educación de sus retoños y a menudo derivan la educación a los centros educativos. Educar es algo más que tener a unos chavales en un colegio o alargar el horario escolar para que los centros hagan el papel de hogar familiar. Educar es dedicar tiempo a nuestros hijos sin exceso de mimos pero con justicia y cariño; educar es dirigirlos e incentivarlos hacia su autonomía y madurez. Según Freud, y en sus tiempos, muchos niños deseaban ser maduros para disfrutar de los derechos de estos, pero hoy en día muchos de nuestros zagales prefieren no crecer bajo una infancia perpetua, protectora y llena de facilidades. Antes se les decía que cuando seas mayor podrás hacer esto o aquello, pero ahora se les dice que cuando seas mayor la vida te enseñará, algo que conlleva un futuro amenazante y nada deseable para que un joven desee devenir adulto. Por tanto, darles todo hecho para que no nos molesten cuando llegamos a casa, o ser un tirano por la misma razón, son los dos extremos a evitar. Si un día existiera un manual de educación una cosa fundamental constaría en él, hay que dedicar tiempo de calidad a nuestros hijos. La razón es que la mayoría de los alumnos que no reciben atenciones desde su hogar fracasan en los estudios y en su madurez, es decir, si los padres no saben o no quieren preocuparse por la enseñanza de sus hijos, éstos a menudo fracasan. Por tanto, el problema no es aumentar las horas de colegio sino facilitar a los padres un mayor tiempo con sus hijos gracias a políticas de conciliación laboral, algo que en Finlandia se aplicó con un éxito educativo clamoroso. Eso pasaría por viviendas a precios razonables, avisos a los progenitores desatentos y horarios laborales más adaptados a la realidad familiar. Por desgracia este último asunto no parece cuajar en nuestra sociedad. De los 766 convenios colectivos negociados durante el año 2005 en Cataluña, sólo el 14,62 por ciento incorporó la flexibilidad de horarios para compaginar mejor el trabajo con la vida familiar. Si todo el conjunto de medidas anteriores se aplicara, la atención sobre nuestros hijos podría beneficiarse y probablemente nos ahorraríamos el 99 por ciento de esos alumnos problemáticos

En resumen, y para zanjar el asunto de los polémicos calendarios escolares. No se trata de si el colegio abre más o menos horas al año, se trata de una responsabilidad social que la escuela no puede asumir ella sola, y cabe recordar que el sistema educativo no es sólo el sistema escolar. Podemos culpar a la reforma, a los políticos, a la ESO, al colegio o al profesorado pero el mal de raíz, y cada día más, es la desatención de nuestros jóvenes fuera del centro educativo. Esta es la gran causa de fracaso escolar en donde se pierde de vista una máxima, y es que educar, educamos todos.

sábado, 17 de diciembre de 2016

54. ¿POR QUÉ FALTAN CIENTÍFICOS?

En nuestro país la falta de estudiantes que optan por formaciones científicas y técnicas brilla por su ausencia, algo que conlleva problemas económicos para el Estado. Es a finales de secundaria cuando estos escolares deben tomar una decisión crucial para su vida personal y profesional, deben optar por una formación dirigida hacia la universidad o hacia una profesión, pero además deben escoger entre los estudios cientificotécnicos o los humanísticos, el antiguo dilema entre ciencias y letras. Aunque la orientación académica se da a finales de secundaria, ésta debería prepararse ya desde inicios de etapa. La razón de ello es el gigante desequilibrio entre ciencias y letras que hunde sus raíces en primaria. La consecuencia es que la inmensa mayoría de estudiantes se decanta por las segundas, las humanidades, al percibirlas más fáciles que las ciencias, algo que está dejando sin técnicos aborígenes a muchas empresas. Por tanto será de agradecer que todo centro trabaje la orientación de sus alumnos de manera muy temprana potenciando con equidad todas las opciones, y sobretodo las científicas.

El pasado 18 de abril de 2013 se presentó en el Palau Robert de Barcelona los resultados de un estudio sobre 4.700 estudiantes que demostraba el anterior desequilibrio entre las ciencias y las letras. Sergio Marco y Álex Fabra de Everis exponían un resumen del mismo bajo las opiniones de Jordi Deulofeu, director del Departament de Didàctica de la Matemàtica i de les Ciències Experimentals de la UAB, conjuntamente con Roser Cussó, miembro de l’Institut de Ciències de l’Educació de la UPC. Moderó las exposiciones Enric Roca, coordinador de la Tribuna Edu21. El informe concluía que a pesar que las carreras universitarias científicas ofrecían fácil acceso y buenas perspectivas profesionales en cuanto a sueldo y contratación, los estudiantes de secundaria preferían cursar disciplinas humanísticas al creerlas más fáciles. En concreto sólo un 33 por ciento prefería las ciencias ante un 51 por ciento en letras y otro 16 por ciento de indecisos. Es decir, la inmensa mayoría se iba a humanidades y menos de un tercio a ciencias, un exceso de letrados que el mercado universitario y profesional difícilmente podía absorber. Lo paradójico es que este mercado sí podría contratar a muchos más técnicos nacionales si los hubiera. Otro dato de esta investigación detallaba que las mujeres eran mucho más proclives a elegir los estudios humanísticos al creer que el rol de científico era más masculino que femenino, en concreto casi el 60 por ciento de las chicas huía de lo técnico para orientarse hacia lo social. Cabe añadir que el nivel cultural familiar también condicionaba tal elección en pro nuevamente de las humanidades. En resumen, una facilidad supuesta, un sexismo equívoco y una familia simplona parecían explicar que la ciencias fueran mal vistas. Para corregir esta falta de técnicos superiores existen tres vías principales. La primera los maestros en primaria, la segunda el sexismo familiar y la tercera la cultura del esfuerzo, todos ellos aspectos que en Finlandia se hallan resueltos. En este sentido se recomienda leer el libro “Gracias, Finlandia” que el doctor Xavier Melgarejo publicó en 2014. Éste autor fue quién descubrió a los españoles las virtudes, que también los defectos, del modelo educativo finlandés. Su tesis doctoral corrió entre muchos políticos aunque muchos de ellos la olvidaran en pocos años. Hasta algunos se fueron a Finlandia con Melgarejo para tomar nota de la panacea nórdica. Ahora alguno de ellos ejerce de eurodiputado sin prestar atención a todo lo aprendido.

Volviendo al déficit de voluntad científica por nuestro país cabe indicar que la inmensa mayoría de diplomados en primaria provienen de estudios en humanidades. En algunos centros, por ejemplo, el 80 por ciento de los maestros proceden de letras, algo que influye claramente sobre nuestros cadetes. Por otro lado, el predominio de maestras en las escuelas es harto superior al de hombres, y la inmensa mayoría de ellas proceden de formaciones también humanísticas. Si queremos que nuestros zagales se empapen, comprendan y les gusten la ciencias hay que incrementar el número de maestros y maestras doctos en ciencias. Imaginemos que el deporte fuera impartido por maestros de matemáticas. Probablemente el nivel y la motivación en este caería en picado. En Finlandia el conocimiento de los maestros en primaria resulta de lo máximo en cada especialidad, incluidas las ciencias.

La segunda vía a corregir son los estereotipos que algunas familias imbuyen a sus descendientes. Suelen ser hogares de bajo perfil cultural en donde la mujer jamás se la proyecta hacia trabajos o cargos de técnico o de científico, todo lo contrario, si es buena en los estudios se la ve bien como asistente social, psicóloga, relaciones públicas u otra formación de vertientes sociales. Por otro lado, el sistema familiar español se fundamenta en la mujer, es decir, es ella la que más tiempo dedica a educar y a limpiar por casa. Por tanto la propia familia proyecta en las chicas una función más social que de técnico superior. En Finlandia se abandonó el modelo de familia patriarcal ayudando económicamente a las mujeres y hoy en día el sexismo ha desaparecido del horizonte social, educativo y científico. Cabe añadir que no por ello se desaconsejó la literatura clásica, aunque sexista, racista y machista, que aquí algunos sabios pedagogos prohíben.

La tercera y última vía parece ser la cultura del esfuerzo. Son muchos los docentes veteranos que afirman que el esfuerzo y la capacidad de superación ante la frustración de nuestros estudiantes ha disminuido significativamente, y sin esfuerzo no hay superación ni mentes valientes para encarar estudios supuestamente difíciles. Sociedad, leyes educativas, familias y docentes hemos bajado el listón de la exigencia y ahora nos hallamos ante alumnos que apenas se rigen por rutinas de trabajo, deberes y estudio diarios. La hora de los deberes debería ser siempre la misma ya que las rutinas los hacen autónomos y responsables. Pero en nuestra sociedad del trabajo y de las hipotecas muchas familias no pueden acompañar a estos zagales en rutinas de trabajo, estudio y descanso, y no por desidia, sino por falta de tiempo. Esta falta de tiempo de calidad hacia sus lechones se agrava en las familias de bajo perfil cultural en donde la necesidad de horas de trabajo va por delante de las de ocio, es decir, cuando estos padres no pueden preocuparse por la enseñanza de sus hijos. Al final, muchos alumnos que desean continuar estudiando desestiman las ciencias al creerlas muy difíciles. Desgraciadamente, y en realidad, apenas les prepararon para éstas. Cabe añadir que en Finlandia, cuna del esfuerzo, el porcentaje de universitarios matriculados en formaciones científicas o técnicas es casi el doble que la media en PISA.

En resumen, la percepción de dificultad en las ciencias, un sexismo laboral familiar y unos padres ausentes parece que fueron las causas de la falta de científicos y técnicos en nuestra educación. Es por tanto crucial que en primaria se potencien las ciencias con más maestros así formados, con docentes ilusionados en sus conocimientos técnicos y sin miedo a impartir las matemáticas, como a veces sucede en algunos centros. La orientación de los escolares debe iniciarse por tanto en primaria y continuar ésta en secundaria para mantener un flujo equilibrado y constante de científicos y técnicos en nuestra sociedad, de otro modo seguiremos encallados industrialmente en este país, y la vida no es un eterno verano azul.

jueves, 15 de diciembre de 2016

53. SEMANA SANTA NO EDUCATIVA


Se lo crea o no, tampoco se sabe a ciencia cierta cuando murió Jesús. Ni el año ni el día de su ejecución se han esclarecido. Además para confundir más el calendario de aquella defunción, la Semana Santa jamás cae en la misma fecha ya que ésta se rige por ciclos lunares y no por el calendario gregoriano. Lo que sí sucede es que estas vacaciones a veces coinciden aproximadamente con el final del segundo trimestre, un descanso que debe permitir la preparación del tercer y último trimestre estudiando los contenidos no adquiridos y preparando los apuntes pendientes. Son pocos días de reposo y el tercer trimestre resulta el más corto de todos. Por tanto, hay que evitar sorpresas desagradables. Además a final de este último trimestre muchos adolescentes deben elegir su destino.  Los de tercero de la ESO los itinerarios de cuarto, los de cuarto módulos o bachiller. En caso de este último hay que elegir entre diferentes opciones científicas o humanísticas.

Pero algo que mejoraría enormemente el calendario escolar no se contempla bajo estas vacaciones. Antes hemos visto que un descanso de dos semanas en Navidad tras el primer trimestre era adecuado y provechoso, ¿que tal entonces hacer lo mismo con el segundo trimestre?, ¿que tal dejar fijada la Semana Santa a finales del mismo?, ¿que tal pasar del antiguo y arcaico calendario lunar del Antiguo Testamento? En otros países europeos así lo hacen y mejor les va educativamente. En éstos dejan dos semanas de descanso tras finalizar el segundo trimestre para encarar el final de curso. El problema en nuestro país resulta la falta de lógica en ello y el peso de las creencias sin didáctica, ¿con la Iglesia hemos topado Sancho?

lunes, 12 de diciembre de 2016

52. TUTORÍA NAVIDEÑA

Crea o no crea en los Reyes Magos, el 25 no es Navidad. Cuando uno mira un pesebre observa una creación humana llena de elementos que nada tienen que ver con los hechos históricos. Jesús no nació el 25 de diciembre, de hecho no se sabe ni el mes ni el año en que ocurrió; tampoco se puede afirmar que lo hiciera en Belén, algunos creen que fue en Nazaret, aunque recientes excavaciones muestran que no existía tal población durante el siglo I; los reyes magos, y según Los Evangelios, ni fueron reyes, ni tres, ni de tres colores, ni se llamaron Gaspar, Melchor y Baltasar, todo ello formó parte de añadidos medievales que quisieron regalar realismo al personaje de Cristo; por otro lado la virgen María no fue virgen, hubo un error de traducción del griego en donde ponía mujer por desposar; el nombre Jesús, Yeixua en arameo, quizás fuera solo un apodo y no su nombre verdadero ya que significaba salvación; y por último Cristo jamás se declaró hijo de Dios en Los Evangelios, su divinidad se acordó en el siglo IV en el Concilio de Nicea. Vistos esos antecedentes cabe preguntarse, ¿qué se celebra entonces por Navidad? Pues la verdad, sólo se me ocurriría una idea, una mentira. La realidad es que ésta, y repetida durante dos mil años, ahora nos parece real. En cierto modo la Navidad celebra dos cosas: la creencia cristiana y nuestro sistema consumista. De todas formas hay otro objetivo de esta celebración. Ésta la escuché durante la tutoría que un docente realizaba poco antes de la milagrosa fecha, una estrategia que a su vez educaba a los adolescentes. Este colega impartía clases en un centro de Granollers en la provincia de Barcelona. Poco antes del inicio de las vacaciones les decía a sus alumnos que con motivo de las navidades tenía un regalo para ellos y para sus padres. Mientras dejaba a toda la clase con algún trabajo, hacía salir uno a uno a sus alumnos y afuera les mostraba una caja cerrada.

Aquí tienes el mejor regalo para tus padres.

El adolescente ansioso, abría la caja para hallar un simple espejo en donde se veía a si mismo. Es decir que el mejor regalo de la Navidad era él en su familia. Sin ella poco se puede compartir y celebrar. Por desgracia pocos púberes entendían aquella metáfora.
En otra ocasión otro tutor de bachillerato planteaba la pregunta en medio de la pizarra, ¿qué celebramos por Navidad?, y empezaba a desmontar el fatuo nacimiento de Jesús, hasta les habló que el 25 de diciembre era el aniversario de un dios pagano que el cristianismo quiso asimilar sustituyéndolo por la natividad del mesías. En fin, que se celebraba el nacimiento de Mitra, el dios de la tierra. Por tanto, ¿que se podía hacer hasta tal sarta de mentiras si el 25 no era Navidad? Y las respuestas surgían en muchas direcciones. Al final el buen pastor les conducía hacia un mensaje, que todos los días deben ser Navidad para valorar la solidaridad social y el amor entre amigos y familiares.
Una tercera tutoría que me sorprendió en Navidad fue la de un profesor de filosofía que planteaba qué era la felicidad entre sus bachilleres. Las opciones se iban anotando en la pizarra hasta llenar un buen grueso de valoraciones como la salud, el dinero, el poder, las creencias religiosas o el amor. Luego les preguntaba que qué daba más felicidad, lo inmediato o lo que se conseguía con esfuerzo, a lo que los estudiantes se decantaban por el valor de las cosas, lo deseado y alcanzado con la lucha. Al final les decía que sus conclusiones ya habían sido propuestas hacía más de 2.400 años. La primera fue postulada más o menos por Aristóteles, y la segunda por Platón con su teoría de la privación. Entonces les dejaba ante otra cuestión, sus regalos de Navidad o Reyes, que cuanta felicidad merecida habría en ellos y cuanto les duraría. Ante tal pregunta les decía que no esperaba respuestas, que aquello era algo muy personal que debían valorar ellos en su intimidad.
Otro profesor de filosofía solía comentar a sus bachilleres que utilizaran esos días para meditar la causa profunda de sus malos resultados. En ello planteaba varias cuestiones. La primera, qué querían hacer con su vida, que si realmente el bachillerato era su objetivo personal. Que en caso contrario averiguaran que deseaban realizar con responsabilidad, ilusión y realismo. Si la respuesta ante las anteriores cuestiones era continuar como bachiller, el adolescente debía afrontar una segunda inquisición, ¿qué errores cometiste para encontrarte con los malos resultados vigentes? Yerros que una vez detectados debían llevarle a proponer opciones a la tercera cuestión, ¿cómo pensaba solucionarlos? Bajo las tres preguntas anteriores se pretendía primero tratar al chaval como a un adulto ya que en nada se hacía intervenir a sus padres en sus decisiones. Pero en segundo lugar que hallara su camino personal y profesional si los estudios no obligatorios no iban con él. Mejor tomar una decisión clara a principio de curso que esperar al segundo trimestre cuando habrá pasado un tiempo perdido. Si se llega a las vacaciones de Semana Santa con las tres dudas anteriores no resueltas, algo más que los resultados del escolar ha fallado, también su capacidad de decisión lo ha hecho.

Ara ja sí, BON NADAL benvolgut lector.

viernes, 9 de diciembre de 2016

66. Finlandia en caída libre

Durante los años sesenta el sistema educativo de Suecia era uno de los mejores de Europa. El nivel de exigencia en contenidos desde infantil y primaria estaban en la base de aquel éxito. En 1967, y con la llegada de Olof Palme como ministro de educación, todo cambió. Él y su equipo consideró que se enseñaban demasiadas cosas en los colegios y redujo el currículum. Durante los cuarenta años posteriores el fracaso escolar se disparó hasta volverse crónico. El ejemplo anterior parece que esté detrás de los resultados de Finlandia a partir del 2009. Entre ese año y el 2012 Finlandia cayó 23 puntos en las pruebas PISA en sus disciplinas reina, matemáticas y lengua. El gobierno finlandés atribuyó tal receso al aditivo de una corteza arbórea en las leches de los biberones, algo que afectó cerebralmente a una generación de estudiantes. Pero para el analista José Manuel Lacasa existía otra explicación mucho más lógica y universal. Él se inspiró en otro analista, Pasi Sahlberg, quien dijo en 2009 que Finlandia caería en 40 puntos en Matemáticas. Por ahora ya ha perdido 43 y no por leches adulteradas sino por razones pedagógicas, ¿cuàles fueron? Pues Lacasa demostró en 2010 que los países con currículos rigurosos y homogéneos desde infantil, independientemente de la riqueza del país, de los factores sociales, de la formación docente o de las pedagogías aplicadas, obtenían mejores resultados en PISA que las naciones o regiones con contenidos escolares menos estrictos y más dispares entre sus centros. Casualmente Finlandia había debilitado su currículum en 2004 bajo la batuta de muchos pedagogos. Éstos afirmaban que se estaban enseñando demasiadas cosas a los escolares y que ello los alienaba. Además Finlandia había dejado que cada centro adaptara el currículum a enseñar según sus propios criterios. En fin que el debilitamiento del currículum nacional provocó la disminución de la exigencia, el acomodo de muchos alumnos y el consecuente descenso en conocimientos. Pero la autonomía de centros establecida en Finlandia causó también que cada escuela creara su propio currículum de contenidos apareciendo así centros educativos con dispares velocidades de enseñanza. En conjunto, eso explicaba la caída en PISA de Finlandia y quizás el declive de su fama como modelo educativo. Cabe preguntarse que hizo el gobierno para resolver esta situación. Pues en 2014, y con las facultades de matemáticas quejándose del receso en cálculo de los nuevos alumnos, el ministerio de educación dictaminó reducir todavía más el currículum escolar. Para ello el gobierno contrató a más pedagogos y debilitó aún más el currículum con la esperanza de mejorar en PISA. Durante las V Jornadas de Secundaria en noviembre de 2016 Lacasa lanzó un pronóstico en Barcelona, que Finlandia volvería a caer en los próximos resultados PISA. El 6 de diciembre de 2016 se publicó el informe PISA y la sorpresa fue decepcionante. En lectura menos cinco puntos, en matemáticas menos diez y en ciencias menos once. Es decir, Lacasa acertó y su hipótesis que debilitar el currículo traía consigo la caída de competencias y conocimientos cogía cada vez más forma. Finlandia había caído más de treinta puntos en seis años. Añadamos que Singapur, con un currículum elevado y homogéneo en todos sus centros, ganaba de panadera a todos los países del mundo. Pero la sorpresa la estaba dando un país modesto cuyo refuerzo en contenidos estaba dando su fruto. Estonia ya llevaba años viendo aumentar sus resultados en PISA. Lo sorprendente seguía siendo que, educativamente, se hablaba mucho más de Finlandia que de este pequeño estado, más si ahora aventajaba con creces a unos fineses dormidos en sus laureles. La caída de Finlandia en lectura, ciencias y matemáticas era como el Rey desnudo. Los prejuicios vanagloriaban sus vestimentas pero la observación delataba su falsedad.

sábado, 3 de diciembre de 2016

51. Reuniones de DEvaluación

No sólo de ejercicios, exámenes y capacidades de redacción se nutre la evaluación de los estudiantes, existen reuniones trimestrales durante las cuales todos los profesores analizan uno por uno a todos los alumnos. Con ello se pretende conocer mejor sus necesidades y matizar, si se requiere, algunos de sus resultados académicos. La primera reunión a mitad de trimestre sirve para pronosticar resultados académicos del escolar, y la segunda a final del mismo, para limar notas. A estos encuentros los padres no pueden asistir, pero sí deben ser informados de su chaval. Para ello una entrevista con el tutor, un comunicado por escrito o unas observaciones vía agenda, Internet o en el boletín de notas servirán al efecto. Agradezca en este sentido los comunicados claros y sin eufemismos. Cuando una observación de su hijo empieza por posiblemente su hijo tenga algunas dificultades, mal se informa. Al hablar de los alumnos es necesaria la máxima diligencia. Debe quedar clara la deficiencia del estudiante y las pautas de intervención que se aconsejan para mejorar su situación. Ser más constante, ampliar las horas de estudio bajo el silencio y la concentración, o simplemente recibir un refuerzo externo suelen ser consejos claros y sinceros.

Un viejo amigo mío, y experimentado docente, informaba a los padres de una manera del todo poco ortodoxa, a través de los alumnos. Uno por uno les comentaba lo acontecido sobre él durante la reunión de evaluación, es decir, le comunicaba lo que pensaba el claustro de profesores directamente al púber, algo que implicaba tratar a estos como les gusta, como adultos. Al mismo tiempo les hacía apuntar tales apreciaciones en los comunicados de la agenda bajo el pacto que esa misma noche explicarían y mostrarían el mensaje a sus mentores. Una semana más tarde el tutor mandaba una carta a los padres indicándoles que su hijo había sido informado con detalle de su rendimiento y comportamiento, que deberían hallar tal comunicado anotado en la agenda y que si lo deseaban podían acordar entrevista con el tutor lo más pronto posible.

Con la anterior carta se lograban varios objetivos. El primero informar a los padres que tenían un mensaje sobre el estado estudiantil del mancebo. En segundo aparecían los escolares que escondían tal información al no ser sinceros con sus padres. De hecho, y en breve, los progenitores que no hallaban tales datos en la agenda llamaban al tutor. En tercer lugar se filtraban muchas entrevistas innecesarias de padres ya bien informados o de otros cuyos hijos iban a buen ritmo sin la necesidad de una entrevista terapéutica urgente. Finalmente, entre boletines, mensajes y entrevistas, el trimestre quedaba zanjado y llegaban las esperadas y balsámicas vacaciones.

Feliz Navidad y si puede haga ya sus compras con antelación.

jueves, 1 de diciembre de 2016

EDUCACIÓ CATALANA - FUTUR INCERT

Com a docent i científic em preocupen d’allò més les idees de la consellera d’ensenyament, Meritxell Ruiz. Davant l’atac espanyol al model educatiu català, amb o sense revàlides, la consellera ha declarat a TV3 que Catalunya educa amb un model modern del segle XXI mentre que Espanya ho fa amb un d’antic del XIX. Al model al qual fa referència la consellera és el de competències, un patró que els de la Ciència de l’Educació defensen fa molt temps i que si un dia esdevenim independents seria el camí a seguir. Desgraciadament aquesta afirmació dona massa arguments als unionistes per a mantenir el seu model i fins i tot a imposar-lo al nostre. Primer, el model català no és del XXI ja que la majoria de teories pedagògiques que utilitza venen de cent anys abans. És a dir, el pretès model educatiu català sí és del segle XIX. Segon, la consellera no s’adona que el suposat model modern que proposa confon innovació amb bo i tradició en dolent, però convindrem que canviar no vol dir sempre millorà, sols significa modificar per esdevenir diferent, no superior. I tercer, aquest model pedagògic ja fa uns trenta anys que més o menys s’aplica a les nostres escoles amb una davallada brutal en els nivells de lectura i matemàtiques a infantil i primària, fet que a Secundària entoma i no sap com resoldre. Tot i així els de la Ciència de l’Educació, que no són científics, estant estenent la seva creença a la consellera i al departament. En fi, si aquest ha de ser el model educatiu de la República Catalana, millor que no esdevinguem independents al preu de la ignorància. És més, i ara que està de moda la desobediència, que tal si tots els docents es planten davant aquesta involució educativa. Són milers els docents de centres educatius i universitats qui estan denunciant aquesta estafa educativa. Paradoxalment a aquests doctes no se’ls facilita la megafonia que sí gaudeixen els de la Ciència de l’Educació. Prego doncs que la consellera revisi qui són els seus assessors i ampliï el seu ventall a científics i docents experimentats.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

50. MEJORAR LA REDACCIÓN DE LOS ALUMNOS

Un factor fundamental y responsable de bajos resultados académicos es una redacción deficiente. En cambio quien escribe bien suele alcanzar buenas notas al saber expresar correctamente los conocimientos adquiridos. Para aprender a redactar hay miles de formas, pero la más eficaz a largo plazo es la lectura periódica y de calidad. Infundir por tanto el manejo de textos ya en edad temprana resulta fundamental para alcanzar la máxima comprensión y el óptimo aprendizaje. Simple, si un alumno ha leído en calidad, cantidad y atención, aprenderá a redactar con elegancia, corrección y orden. El problema actual es la ausencia de calidad. Algunos pedagogos teóricos piensan que El Quijote, El Lazarillo de Tormes o La Celestina deben ser relegados de la lista de lecturas aconsejadas. Argumentan que tales escritos son sexistas, racistas o clasistas aunque contengan la historia del pasado más una calidad y variedad de vocabulario excelsas. En su lugar proponen textos cortos redactados por ellos mismos o afines, pero no por literatos expertos. Este tipo de pasajes van cargados de actitudes emocionales evitando con sumo cuidado caer en sexismos, racismos o clasismos y por tanto sin jamás utilizar literatura clásica en donde se aprendían dos cosas: hechos históricos de sociedades anteriores, sexistas o no, y a leer con elevada calidad lingüística para convertirse en buenos lectores. En estos libros un negro no puede ser un gran deportista para diluir racismos; una mujer no puede acompañar a sus hijos al colegio al promover el sexismo; un banquero no puede ser más inteligente que un barrendero al exaltar el clasismo; y un homosexual no puede ser un pérfido delincuente para no alimentar la homofobia. Todo ello es abrumadoramente paradójico ya que estos mismos pedagogos defienden la imaginación y la creatividad en la educación pero la prohíben en la literatura. Resulta más que obvio que la homofobia, el machismo o el racismo son chacras de petulantes prepotentes, pero no por ello debemos olvidar toda la narrativa de calidad pretérita. Por desgracia, y en detrimento de los buenos clásicos con elevadas dosis de vocabulario y sintaxis, se proponen libros simples, dulzones y hechos a medida de cabezas mediocres que en nada enriquecen las mentes de nuestros estudiantes, lecturas que borran nuestros errores históricos bajo la excusa de cambiar la sociedad, algo que jamás significa mejorarla. Por cierto, los manuales de clase de los años cincuenta eran también lecturas de calidad. Antes apenas existían figuras, fotografías y dibujos en los libros pero sí mucho texto que se debía leer y comprender. Ahora la cosa se ha dirigido al otro extremo sin apearse en un término medio, es decir, manuales con poco texto y mucha viñeta. En esta pedagogía de lo fácil la lectura ha quedado relegada a unos pocos libros, textos que se hallan a menudo bajo el yugo de la mediocridad sin apenas calidad. Introducir el placer por la lectura de propiedad cuesta cada día más. Hay docentes, que simplemente buscando buenas lecturas, pasan de las pedagogías a lo Fahrenheit 451, y utilizan estratagemas para que sus estudiantes devengan buenos lectores. En este sentido conocí a un profesor que para lograr que sus alumnos lo hicieran, optaba por algo innato en los humanos, la curiosidad. Como primates emparentados con bonobos y chimpancés, nosotros somos altamente curiosos. El docente anterior se dio cuenta que llamaba mucho la atención comentar libros sin relación aparente con la materia en cuestión. Eso sorprendía al adolescente, ¿qué tenía que ver la ecuación de segundo grado con una novela de Isaac Asimov? En arte, literatura, o plástica hablar de libros sobre teorías de caos abría la puerta a lo básico en cualquier obra artística, la creatividad. En cálculo, mezclar la ciencia ficción de la novela Contact de Carl Sagan con el lenguaje para contactar con alienígenas, las matemáticas, dilataba las pupilas de más de uno. En historia hablarles de ensayos del ilustre biólogo Stephen Jay Gould les mostraba los prejuicios culturales del momento. En todas las anteriores situaciones el factor sorpresa de lo ilógico llamaba la atención de muchos púberes y les encendía la curiosidad por ciertos libros. Otro docente leía en voz alta parte de un artículo de educación para dejar el final pendiente a sus alumnos. Luego comentaba la noticia con los chavales. Cabe señalar que hay pocas noticias que hablen sobre educación en revistas y periódicos, de hecho en España la mayoría de diarios no presentan una sección de enseñanza mientras siempre hallará extensos artículos en deportes, cultura y política. Un nuevo profesor de historia esgrimía otra treta parecida pero en esta ocasión les hablaba de la trama del libro pero les dejaba el final colgado, algo que encendía la indagación de sus escolares. En otras sesiones dejaba una novela sobre la mesa pero con la portada a espaldas de la vista. Muchos alumnos al pasar por allí giraban el libro por la simple curiosidad de saber de qué iba. Otra de las argucias de este mismo docente era comentar alguna obra con la coletilla que bueno, que no era para su edad, que ellos eran demasiado jóvenes todavía, todo un reto para unos adolescentes ansiosos por demostrar su madurez. Todas y otras insinuaciones como las anteriores pueden aplicarse también por casa para animar a nuestros zagales a leer. Por ejemplo, y en el caso anterior, prohibir un libro y luego dejarlo olvidado encima de la mesa del comedor será toda una afrenta hacia su púber. Asimismo los adultos debemos leer ante los chavales y que ellos nos crean un referente. De muy infantes es harto comprobado que aprender canciones les entrena a leer, algo que potencia su concentración y mejora sus redacciones. De forma similar leerles cuentos y dejarlos a medias para que ellos los sigan anima a lo mismo. Hay que entender que aprender a leer es algo chocante, muy a menudo rechazado y hasta frustrante para los alumnos. Aprender a leer puede ser de todo menos algo natural. Por tanto, y desde pequeños, los progenitores deben tomar conciencia que acompañar a los hijos a la biblioteca resulta un estímulo primordial para la lectura. Leer da al alumno todo lo necesario para evitar en gran parte el abandono académico aunque saber leer requiere obligatoriedad. La lectura periódica en uno, dos o más idiomas regala vocabulario, fluidez en el habla, mayor soltura en la escritura y en muchos casos, hasta conocimientos. Leer de todo es fundamental para crear una sociedad crítica y que no sea voluble ante los intereses de los dirigentes, leer es básico para crear individuos a quienes no se les pueda vender la moto bajo un Fahrenheit 451. Y no le quepa la menor duda que los alumnos que más leen no suelen pertenecer al grupo de los que cuelgan los estudios sino todo lo contrario, ellos sí que saben concentrarse y aprender más que el resto. Como decía Joseph Brodsky, invertir en bibliotecas fue siempre ahorrar en sanidad, a largo plazo se evitaban las consultas a los psicólogos. La prueba de todo esto la hallamos en el aplaudido modelo finlandés de enseñanza, un sistema con una auténtica pasión por la lectura y que lleva la delantera del éxito escolar por toda Europa. Si el abandono escolar español, una vez o no alcanzada la ESO, osciló entre un 30 y un 25 por ciento durante los años 2009 al 2012, en Finlandia se mantuvo a menos de la mitad del nuestro, en el 9,8 por ciento durante el 2011, mientras la media de la Unión Europea rondaba el 14 por ciento. Y eso que los niños y las niñas finlandeses empezaban la escolarización obligatoria más tarde que aquí, a los siete años. A pesar de ello, sus niveles de comprensión lectora a los nueve años eran homogéneos y siempre por encima de todos los países europeos, y con sólo dos años de escolarización, mientras que España con más años de colegio estaba a la cola y con enormes diferencias entre los centros (véanse los estudios IEA de la TIMSS al respecto, o los PISA de la OCDE en igual sentido). Siendo Finlandia el país con mejores resultados en PISA, parece irrefutable que tras ello reside la comprensión lectora. En este sentido existen estudios en donde se ha visto el llamado efecto Mateo, quién tenga heredará, y quién no tenga lo perderá. Cuenta el pedagogo Gregorio Luri que los alumnos que en preescolar dominan menos de 700 palabras fracasan en primaria, algo que sólo se corrige con más horas de clase escuchando a educadores que dominen correctamente el idioma. En cambio las familias que han invertido tiempo en estimular y atender a sus zagales bajo un amplio y buen dominio de la lengua logran que éstos superen las 700 palabras, un contexto que impulsa un aprendizaje rápido y exponencial durante la primaria de estos rapaces. En fin, la buena lectura regala extensa cultura. En Finlandia los docentes de primaria son expertos en potenciar la comprensión lectora, pero no sólo de eso se nutre el sistema educativo finlandés, también las películas y los dibujos animados que se emiten por televisión obligan a los chavales a leer. Las versiones originales subtituladas obligan al deseo de comprender con prontitud el idioma escrito local y hasta el extranjero, sobretodo el inglés. En conjunto, se mejora la capacidad y rapidez en comprensión lectora para aprender los idiomas oficiales y las lenguas extranjeras. El bajo dominio del inglés en España ha sido atribuido al sistema escolar, algo falaz y perverso. Quienes profieren tal sandez no se dan cuenta que de nada sirven tres o cuatro horas de anglosajón en clase sin una inmersión completa en el idioma extranjero. Con respecto a las bibliotecas que antes mencionábamos, existen una serie de estadísticas preocupantes. En Noruega, en España y en otras naciones europeas la asiduidad a éstas cae en picado entre los 8 y los 16 años, momento durante el cual se cuece y finalmente arde el fracaso escolar. Pongamos por ejemplo la biblioteca Jaume Fuster de Barcelona. Durante el año 2005 se registraron 15.871 libros en préstamo entre lectores de 0 a 7 años. De los 8 a los 16 el registro se desplomó por debajo de la mitad del grupo anterior, en concreto fueron 7.180. Las cifras no vuelven a recuperarse hasta que los asistentes de las bibliotecas cumplen los 24. Datos parecidos aportan los estudios realizados por el Consell Català del Llibre per a Infants i Joves del 2005 y posteriores. Parece obvio que la lectura es una asignatura dura y que la ausencia de lectores en las bibliotecas es más acusada durante las edades en donde el fiasco académico más se manifiesta, durante la adolescencia. Finalmente, y para que todos los consejos de este apartado surjan efecto y la lectura aflore entre nuestros chavales, debe existir un entorno que lo permita. Tanto en el hogar como en clase debe existir mucho silencio y mucha calma. Todo ello, y de cumplirse, potenciará la lectura regalando al zagal gran estabilidad emocional, capacidad de concentración y conocimientos. En algunos centros se establecen clases de 55 minutos para ceder los 30 restantes a una sesión de lectura obligatoria cada mañana. Normalmente ello se ofrece después del patio y se exige que los docentes también lean junto con sus estudiantes. Valore nuevamente el profesor que potencia la clase en silencio ya que éste, el silencio, permitirá la concentración para adquirir capacidad lectora y adquisición de conocimientos.

martes, 29 de noviembre de 2016

49. EXÁMENES TIPO Y TIPOS DE EXÁMENES

En las líneas venideras se describen multitud de modalidades de corrección que muchos docentes aplican bajo una Enseñanza Múltiple Contrastada. Los exámenes, en ello, son una ventana para no repetir errores del pasado. Una primera estratagema es la autocorrección. Aquí, y sólo en algunas ocasiones, el profesor reparte los exámenes a sus alumnos para que ellos mismos los corrijan y se pongan la nota. Pregunta a pregunta comenta y detalla las soluciones para luego recoger nuevamente los controles y corregirlos él de nuevo. Si ellos se equivocan en su nota por exceso, les dice, la nota disminuirá, algo que en realidad no aplica. Con este tipo de corrección se logra que los adolescentes se fijen en sus errores y que aprendan de ellos. Otra forma de corregir exámenes para lograr lo mismo es la confección de apuntes de errores. Mientras el profesor comenta el examen, los alumnos deben anotar las respuestas correctas más los trucos que el docente les brinda para mejorar en el próximo control. En fin, se obliga al escolar a tomar apuntes de los errores perpetrados para mejorar ejercicios venideros. Al volver a estudiar de esos apuntes, repasan las pifias cometidas y las memorizan, algo mucho más práctico que tengan el examen fotocopiado en casa y que jamás se lo miren. Se insiste, cuanto más se equivocan más pueden aprender si toman notas de ello. Por otro lado, los exámenes deben permanecer en la escuela para demostrar la nota que han recibido en su boletín de trimestre. En una ocasión conocí a un profesor de Granollers que le exigieron que dejara a sus estudiantes fotocopiar los exámenes fuera del colegio con el riesgo de extravío. Él insistió que era mejor que sus alumnas anotaran sus errores en los apuntes pero la jefe de estudios consideró que era mejor contentar a las alumnas de aquella escuela privada, ¿quién llevaba la razón? Una tercera estrategia para que los exámenes sirvan al efecto de aprender de los errores es la corrección y la firma del contrato. En algunos centros se manda al alumno con el examen corregido para que lo firmen los padres o tutores. Con ello se informa a tales del nivel que lleva su retoño. Hacerlo siempre puede resultar tedioso pero puntualmente da avisos a los alumnos y a sus padres. Si uno lo cree oportuno, pídalo de vez en cuando en su centro, sabrá como va su hijo y sabrá como son los exámenes. Un nuevo sistema para que los alumnos aprendan de sus exámenes es la corrección sin corregir. Aquí el docente subraya los errores sin dar la solución de los mismos. Nuevamente el alumno debe anotar en los apuntes sus errores para luego estudiarlos a posteriori. Algo parecido es la corrección sin nota en donde se entrega el ejercicio corregido pero sin poner la nota obtenida. Tal estrategia crea en el escolar una inmensa curiosidad ya que debe ser él quien deduzca su nota anotando sus pifias. Al final, y cuando terminó de apuntar, se le comunica la nota obtenida. Loe por tanto a los docentes originales que arbitran en el esfuerzo de anotar los errores en las libretas. Todas las correcciones anteriores difieren en gran medida de la clásica en donde se señalan los errores en rojo, se indica la solución y se evalúa al final. Si el rojo parece ofensivo para algunos teóricos remilgados existe el color verde que evita la asociación del bermellón con la sangre y el fuego. De todas formas la corrección clásica de los exámenes hace lustros que funciona perfectamente. Eso de innovar para no saber qué pasará, déjelo para los iluminados. En enseñanza hay que ir siempre sobre seguro. Nuestros alumnos no son ratas de laboratorio, son nuestra más preciada inversión.

sábado, 26 de noviembre de 2016

ESCOLA PER PROJECTES. CONCLUSIONS V JORNADES DE SECUNDÀRIA.

Durant el juliol de 2015 la Unesco es va declarar partidària de la pedagogia per projectes. De manera gairebé immediata, i sota l’aixopluc de moltes institucions, molts s’han repensat la manera d’ensenyar. Amb aquest objectiu, i durant aquest 2016, alguns centres públics i privats estant incorporant aquesta praxis a les seves aules.

Davant l’eclosió d’aquesta estratègia han aparegut entusiastes, detractors i eclèctics. Els entusiastes afirmen que la pedagogia per projectes és un camí innovador universalment a seguir, que aquesta estratagema resulta una manera de socialitzar fàcil i divertida que satisfà alumnes, pares i professors. Els detractors sentencien que l’escola per projectes redueix substancialment el currículum a ensenyar sent més una creença dogmàtica que una evidència científica. I finalment els eclèctics es mantenen en un terme mig dient que puntualment pot ajudar a grups amb un alt nivell de coneixements però que aplicat globalment resultarà negatiu. Aquestes han estat les conclusions fonamentals fruit de les conferències del professor de Neuroeducació Jesús C. Guillém de la UB, del director del IFIE José Manuel Lacasa i de l'antic president del Consejo Escolar del Estado, el Dr. Francisco López Rupérez. Les conclusions i els acords assolits per aquests experts de vàlua contrastada, més el gairebé centenar de docents presents durant les jornades, els detallem en el següent decàleg:

Primer, el mètode per projectes es fonamenta en el treball en grup sota un tema que desenvolupen els alumnes amb certa llibertat però guiats per un o més professors a la mateixa aula. Aquesta pedagogia no presenta un model comú entre tots els seus practicants. Més aviat cada centre ho adapta al seu entorn amb diferents didàctiques i currículums. L’objectiu d’això és que els alumnes desenvolupin les seves capacitats de col·laboració, comunicació, crítica i creativitat. A tal efecte s’eliminen les àrees i els llibres de text en pro d’ensenyar sols l’essencial. A canvi però, es redueixen substancialment els currículums bàsics escolars. Així doncs, i sota un context d’emocions positives, s’intenta potenciar la memorització activa dels estudiants més la seva educació emocional. En certa manera s’ensenya menys però millor tot potenciant les habilitats socials de l’individu. És a dir, la pedagogia per projectes considera més important l’educació emocional que l’adquisició de coneixements. Tot plegat els projectes pretenen l’aprenentatge fàcil, feliç i autònom entre els alumnes sota la pedagogia del constructivisme.

Segon, el treball per projectes respecta la classe magistral però intenta complementar-la allà on faci falta. Per exemple, en alumnes d’entorn social desafavorit sembla crear escolars motivats al no exigir-los que aprenguin el currículum bàsic de cada etapa. Això evita l’absentisme escolar de molts col·lectius i millora la seva inserció social tot i que no els fa assolir tots els coneixements curriculars.

Tercer, si bé la pedagogia per projectes permet el fàcil aprenentatge d’un bloc de conceptes enllaçats amb lògica, no és aconsellable la seva aplicació en totes les àrees d’un centre pel fet que redueix força el currículum escolar. En aquest sentit sí sembla útil la seva aplicació puntual en etapes superiors quan els estudiants comencen a tenir un gran gruix de coneixements on fer-ne créixer de nous en base al constructivisme. Estem parlant sobretot de la universitat i en alguns batxillerats al potenciar la recerca i els coneixements transversals. En aquest cas cal recordar alguns batxillerats de Múrcia, per exemple. És a dir, calen molts coneixements ben assentats per a poder aplicar extensament l’educació per projectes. Conseqüentment en Cicles Formatius i l’ESO es podria aplicar de manera puntual però no a nivell global si el que volem és que els estudiants aprenguin el màxim de coneixements possibles. En igual sentit es desestima l’ús generalitzat dels projectes a Primària i Infantil ja que no fan adquirir tots els aprenentatges necessaris per al pas a Secundària. D’això molts docents n’han mostrat queixa durant les jornades. En concret especifiquen aquests educadors que aquests escolars de projectes arriben a primer de l’ESO amb greus dificultats en llegir, escriure i realitzar càlculs bàsics.

Quart, si bé la pedagogia per projectes desperta i potencia l’educació emocional dels individus, aquesta praxis no reduirà el flagrant fracàs escolar que pateix el nostre país. El treball per projectes persegueix més l'educació social que un ensenyament real de continguts, és a dir, un dels objectius principals d'aquesta educació és desenvolupar l’educació emocional de l’individu a través de les seves habilitats en grup. Aquesta és una manera palpable de fer millorar a l’estudiant a nivell d'habilitats socials però no en el domini de tot el currículum bàsic de cada etapa. Alguns docents han afegit que moltes habilitats socials ja les adquireixen els escolars en les seves relacions fora de l’escola, al pati o través de les TIC per Internet. I de fet els experts de les jornades proposen que sigui el docent, i no pas ni direcció ni l’administració, qui decideixi aplicar o no projectes entre els seus alumnes.

Cinquè, per aplicar bé els projectes calen doctes docents que dominin la seva especialitat, la didàctica de la mateixa i amb molt temps dedicat a la creació de noves sessions. Per a alguns això resulta totalment contradictori ja que es redueixen continguts a canvi de més hores de preparació dels projectes. Donat el context de retallades, i per a alguns professors, treballar més per ensenyar menys no els sembla massa assenyat.

Sisè, la pedagogia per projectes, d’aplicar-se universalment a totes les àrees de tots els centres escolars, no farà millorar els resultats acadèmics del país. Sabem que el tipus de centre, famílies i alumnat pesa més en l’aprenentatge que qualsevol pedagogia que vulguem aplicar. En centres exigents, amb doctes docents, amb famílies compromeses i posseïdores de bons recursos, més pares que saben preocupar-se i motivar els seus fills, qualsevol didàctica amb lògica engrescadora pot funcionar. És a dir, no és la pedagogia per projectes la solució al fracàs escolar vigent. El que més pesa en els resultats escolars és la família, els docents i l’exigència del currículum acadèmic. Segons les proves PISA queda clar que els països amb bons resultats són els qui mantenen un currículum exigent. És a dir, les nacions amb continguts escolars més estrictes obtenen millors resultats en PISA que els altres que no ho fan. Universalitzar els projectes a tots els centres i a totes les àrees implicaria afeblir el currículum amb el conseqüent empitjorament dels aprenentatges bàsics de cada etapa.

Setè, la pedagogia per projectes no és de cap manera innovadora ja que va ser proposada a inicis del segle XX per John Dewey (1859-1952) i portada globalment a les escoles municipals de Nova York on va fracassar l’any 1917. Simplement els projectes es van carregar l’ascensor social de l’escola pública i les famílies obreres van sortir a manifestar-se pel carrer.

Vuitè, per a millorar realment l’ensenyament cal augmentar el nivell d’exigència en etapes infantils, enfortir posteriorment els currículums a secundària i consolidar la competència lingüística a infantil i primària. Tot plegat per tal que els alumnes adquireixin el màxim de coneixements possibles tot assolint les diferents fases educatives. En això ens calen docents doctes i experts en les seves especialitats i en la didàctica de les mateixes. Sense esforç escolar, sense docents cultes, i sense un ampli domini de vocabulari, cap estudiant s’aproparà al seu potencial heretat ni podrà assimilar fàcilment el que l’ensenyament li ha d’oferir.

Novè, la classe política allunyada de la realitat escolar i amb poca formació científica, confia massa en les innovacions pedagògiques teòriques pensant que són una millora, però cal recordar que canviar no significa sempre avançar, sols significa modificar el sistema anterior. És a dir, innovar no és sempre correcte o romandre dolent. Cal fer evolucionar el sistema educatiu, sí, però millorant-lo amb criteris reals, lògics i científics.

I desè, el concepte d’educació es debat entre un blanc i un negre separats per tot un corol·lari de grisos. En un extrem es defensa que l’educació ha d’empaitar el control de les emocions i en l’altre l’adquisició de coneixements. El primer pertany a l’educació per projectes sota la pedagogia constructivista, el segon correspon a l’ensenyament estructurat sota l’excel·lència dels coneixements. Cal enraonar quin model esdevindrà el millor, si el de l’educació emocional amb projectes o el de l’ensenyament estructurat. El sistema educatiu hauria d’assolir la formació d’individus cívics, bons professionals i amb molts coneixements reals per a saber criticar les fal·làcies. Tot plegat per a esdevenir bons educadors per a les futures generacions que ens succeiran (leer también en este blog: Pacto de Estado por la Educación).

David Rabadà i Vives
Director de les V Jornades de Secundària

miércoles, 23 de noviembre de 2016

48. SABER, FELICIDAD o ESFUERZO

Una vez los alumnos han puesto por escrito sus respuestas, toca descifrar su nivel de conocimientos y su habilidad en expresarlo, es decir toca evaluar. Para ello el examen no será la única herramienta, también las actividades en el aula sirven al efecto. En ello hay que promover la cultura del esfuerzo en todo ello. Durante los deberes de clase es harto importante que no les demos la solución a la primera demanda, él o ella pueden aprender mucho más si los dejamos unos minutos solos ante el peligro. Uno no querría algo mascado y digerido para su boca. Con las soluciones de los deberes, ejercicios y exámenes ocurre lo mismo, el adolescente debe masticarlos y asimilarlos por si mismo y no recibirlos ingeridos y vomitados por otros. Recuérdese el juego de espabila aplicado a los adolescentes de primer ciclo en donde estos no podían preguntar nada durante la realización de una actividad. Ellos mismos debían correr con el riesgo de equivocarse y luego, terminado el juego, preguntar al profesor para anotar sus errores y la ejecución correcta del ejercicio. Con ello se pretendía potenciar su autonomía, su capacidad investigadora y lo más importante, que aprendieran por ellos mismos. Samuel Smiles decía, quien no comete errores no realiza descubrimientos. En cuanto a los exámenes su corrección corre por otros derroteros que no el juego de espabila. En ellos hay que observar la capacidad del alumno para desarrollar y responder las preguntas propuestas. No vale aquí la frase, es que se lo sabía aunque respondió mal. Si un médico respondió erróneamente a sus exámenes pero al suponer que se lo sabía se le aprobó, ¿usted querría ser su paciente? Con los exámenes preparamos el futuro personal y profesional del estudiante, no el perdón de sus pecados. La educación persigue un objetivo muy claro, preparar a los chavales para el mundo adulto, es decir crear personas responsables, profesionales expertos y psiques fuertes, algo fundamental para hallar la felicidad fast food que muchos pedagogos desean en el aula en sustitución del conocimiento. Platón decía que la felicidad residía en la privación, es decir, lo que más se sufre más se valora. Si un púber ha vivido bajo la excesiva protección de sus educadores, jamás sabrá valorar el esfuerzo. Sin éste no hallará ni recompensa alguna ni el valor de la fugaz felicidad, sólo vivirá en una eterna y nula resiliencia. En fin, es muy importante, y tal como sucedía con los ejercicios de clase, que los escolares aprendan de los errores de sus exámenes. Cuanto más se equivocan más aprenden. De hecho esta era una frase que les repetía un profesor a sus alumnos para infundir el esfuerzo y evitar errores futuros. Añadía que la vida está llena de situaciones y decisiones que ellos, los ahora adolescentes, deberán resolver y evitar con la experiencia adquirida.

lunes, 21 de noviembre de 2016

47. COMO RESPONDER PREGUNTAS DE EXAMEN

Independientemente de cada tipo de examen, los alumnos deben saber algo fundamental, a redactar correctamente. En ello un buen docente aconsejará una serie de pasos que el alumno debe seguir y acometer. Primero, y obviamente, leer y comprender la cuestión, en caso contrario que pida aclaraciones, si es que fueran oportunas. En segundo lugar que realice un esquema mental o escrito de lo que cree que debe responder. Tal estrategia permite ordenar las ideas antes de lanzarse a redactar una respuesta sin ton ni son. El tercer paso es volver a leer la pregunta para saber como iniciar la contestación. Si preguntan “por qué” hay que comenzar la respuesta con “porque”; si la cuestión pide una definición hay que anteponer un sujeto a la frase y luego añadir una serie de complementos decrecientes en importancia. En tal caso el número tres da gran equilibrio a las respuestas. Definir triángulo como figura geométrica plana, de tres caras y con tres ángulos que suman 180 grados, sirve al efecto. Hay que hacerles hincapié que en muchas arengas políticas el tres da estabilidad al discurso. Los alumnos deben apreciar que si alguien habla de más de tres cosas queda disperso. Si alguien dice que en la vida hay tres tipos de personas, los de izquierdas, los de derechas y los políticos, la cosa queda cerrada. Ahora pruebe con cuatro y la frase pierde su gracia y efecto. En cuarto y último lugar, y con el esquema preparado y la pregunta bien encajada, se debe comenzar la redacción bajo el orden que le dará la sinopsis antes elaborada. Durante la misma no debe abusar de las subordinadas, muy ampulosas a veces, de fácil desliz en sintaxis y de alto riesgo en confusiones. En fin, mejor frases sencillas, enlazadas en coordinación o con puntos y seguidos que ribetes gongorianos. Por otro lado, un estudiante jamás debe alargar la respuesta con coletillas y añadidos. Si ya se respondió lo que se pedía, no hay que arriesgarse. Éstos añadidos muestran la inseguridad del alumno y lo peor, aumentan el riesgo de contener errores que restarán puntos en el examen. Lo que se diga en una sola frase que no lo digan mil.

viernes, 18 de noviembre de 2016

46. EXÁMENES PARA SABER SI SABEN

El examen es una de las herramientas para evaluar los aprendizajes adquiridos. Saber si los exámenes que recibe su hijo son los adecuados es fácil de ver. La enseñanza es como la dieta mediterránea, variada y rica. En una ensalada, por ejemplo, brillan los distintos colores de sus componentes, rojo del tomate, verde de la lechuga, beige del atún, amarillo del maíz y castaño oscuro de las pasas. Los exámenes deben saber a lo mismo, a variedad. Habrá preguntas para evaluar la redacción, otras para el orden mental, unas para el razonamiento y la mayoría sobre conceptos a dominar. En fin, redacción, razonamiento y memoria son una trilogía aplicable a la mayoría de materias. Obviamente cada especialidad desarrollará un tipo de examen u otro en función de las preferencias del docente sin pasarse de una hora de trabajo. Aquellos exámenes de más de 50 minutos evalúan al púber durante su cansancio y no en su lucidez. Además si un docente impone pruebas de más de una hora a sus alumnos, afecta a la siguiente sesión de otro docente. Una vez diseñado el ejercicio de evaluación queda lo peor, la hora de examen. Al inicio de un control es altamente profesional relajar a los alumnos para obtener el máximo de ellos. Eso lo hacía un profesor de bachillerato antes de dar el pistoletazo de salida. Una vez les entregaba la hoja, que prohibía comenzar, les decía..Luego les insistía que lo primero era poner su nombre, y acto seguido evitar ponerse a escribir de inmediato bajo la ansiedad del momento. En fin que debían relajarse ante aquel simple ejercicio. Para ello leía una a una todas las preguntas por si había dudas, e incluso daba alguna pequeña pista de regalo. Una vez cerradas todas las incertidumbres..Algo que uno puede valorar de los docentes es su tipo de exámenes. Estos son muy variopintos en función del país, nivel, profesor y materia. De todas formas las próximas características pueden resultar útiles para discernir entre buenos y malos exámenes. El objetivo de todo control es bien claro, descubrir lo que realmente sabe el escolar y no intentar suspenderle. La mente del adolescente no la podemos ver pero sí sus palabras, por tanto a través del lenguaje escrito debemos evaluar si sabe o no sabe expresar lo aprendido. Un profesor de naturales de Zaragoza opinaba que un examen debe permitir ver el esqueleto mental de las ideas del púber, para ello planteaba exámenes muy cortos en donde, directa o indirectamente, preguntaba casi todo lo explicado aquel trimestre. Él no buscaba que le escribieran una enciclopedia, todo lo contrario, sólo quería que le mostraran los conceptos bien aprendidos y bien relacionados. Al final, y como corolario, a partir de uno de los esquemas, ponía una pregunta de redacción para evaluar el nivel de escritura. Estos exámenes cortos lograban dos cosas, primero no estresar a los alumnos durante su desarrollo, y lo segundo una corrección rápida evaluando todo lo exigido, en fin, mínimo esfuerzo pero máximo rendimiento. Así pues, este docente proponía exámenes de síntesis de tal forma que el escolar debía mostrar el bosque pero sin dibujar ningún árbol. Por eso pedía esquemas, cuadros sinópticos o tablas de los contenidos enseñados. En primer ciclo dejaba tales esbozos a medias para que los alumnos los rellenaran pero en segundo ciclo y bachillerato los estudiantes debían realizarlos al completo. En materias instrumentales como lenguas y matemáticas, o de tipo abstracto como la química, este tipo de examen le indicará el docente que sí tiene las cosas claras ante sus adolescentes. En materias tipo flor, las fáciles de aprobar, la estrategia a seguir puede ser otra. Un profesor de optativas dejaba utilizar el libro durante los controles pero de una manera muy peculiar. Éste les mandaba que realizaran un esquema visual de un capítulo del libro o de una serie de páginas, todo ello con símbolos matemáticos y ninguna redacción, sólo síntesis y estructura de las ideas. Luego de un esquema debían desarrollar una redacción, algo altamente práctico para los alumnos. A ello les había estado entrenando durante todo el trimestre. Escribir sobre algo requiere que ese algo esté ordenado y con una conclusión final. Confeccionar esquemas antes de responder una pregunta permite eso mismo, ordenar las ideas, redactar correctamente y alcanzar una síntesis final. El mismo docente anterior, y durante el mismo examen, pedía a los alumnos que le mostraran sus apuntes de clase. De esta manera veía quienes habían trabajado las anotaciones en casa y quienes no. Las dos valoraciones, la del examen y la de los apuntes, le daban una idea bastante exacta del esfuerzo y conocimientos del alumno. En otra ocasión, un profesor de filosofía dictaba en clase más de cincuenta preguntas básicas a los alumnos. Tales cuestiones respondían a lo que debían saber ese trimestre a nivel fundamental. En el examen les ponía diez de esas preguntas. Con ello daba clara opción de obtener un buen resultado a todo aquel que llevara bien los apuntes y el estudio. ¿Resultado final? Aprobaban quienes aprendían y redactaban bien.

martes, 15 de noviembre de 2016

PACTO DE ESTADO POR LA EDUCACIÓN (propuesta)

Las leyes educativas de nuestro país llevan décadas oscilando con cada cambio de gobierno. Desgraciadamente ello no ha resuelto diferentes situaciones como el gigantesco fracaso escolar que casi duplica la media europea, la baja inversión en educación muy inferior a la media comunitaria y unas leyes educativas que defienden más los intereses ideológicos del Gobierno al cargo que la mejora y estabilidad de la enseñanza. Tras seis leyes educativas en treinta años, éstas y otras problemáticas, no se han solucionado.

Visto lo anterior, resulta imperioso un compromiso de Estado por la Educación que mejore y estabilice urgentemente nuestro Sistema Educativo. Para conseguirlo es imprescindible blindar un pacto entre el partido al Gobierno y el resto de grupos para su completo acatamiento. Así lo han consensuado la izquierda y la derecha en otros países europeos. Se hace necesario por tanto un Pacto de Estado por la Educación que garantice, gobierne quien gobierne, la estabilidad de la enseñanza nacional. Con tal objetivo los firmantes de este manifiesto vemos prioritario que este Pacto de Estado por la Educación contenga el siguiente decálogo de mínimos para una enseñanza y educación con garantías de éxito.

1. El objetivo de todo sistema educativo es formar personas cívicas, cultas y críticas mediante la transmisión de conocimientos veraces, lógicos y éticos. Todo para que devengan buenas personas, buenos profesionales y expertos en un máximo de habilidades. En conjunto, una buena educación debe preparar al individuo para tomar las mejores decisiones ante las cambiantes situaciones de la vida.

2. La educación y la enseñanza es un derecho universal para que los jóvenes aprendan conocimientos veraces sin prejuicios dogmáticos, políticos o históricos. La educación no es ni de izquierdas ni de derechas, es simplemente una necesidad social para brindar buenas oportunidades a cada nueva generación y así mejorar nuestra civilización bajo los valores, el respeto y el civismo. Es decir, la educación es una orientación bajo el aprendizaje de conocimientos objetivos y contrastables. No puede ser por tanto una manipulación ideológica del individuo. La verdad bajo la lógica y los hechos permite el pensamiento crítico acertado, mientras que los prejuicios bajo el sentido común adoctrinado conllevan a la mediocridad y a la confusión. Los primeros se aproximan abiertamente a muchas verdades mientras que los segundos sólo están convencidos de poseer la suya.

3. La educación persigue la adquisición de conocimientos, aptitudes y habilidades que sirvan y orienten al individuo con efectividad. Para ello hay que trazar un currículum fuerte, amplio y bien estructurado con la finalidad de evitar saltos bruscos entre las etapas educativas y concatenar progresivamente unos con otros el máximo de aprendizajes.

4. El Sistema Educativo y toda la sociedad deben respetar, valorar y dignificar la profesión docente bajo tres preceptos. Primero, que haya un mínimo de ingerencias en el trabajo de estos profesionales como sucede ante un diagnóstico médico, ante la reparación de un ordenador o ante la puesta a punto de un coche. Segundo, que los docentes posean el mayor tiempo posible para preparar sus clases, mejorar sus conocimientos y optimizar la didáctica de los mismos. Y tercero, una mejora sustancial de sus condiciones de trabajo para atraer a doctos y competentes especialistas en todos y cada uno de los ciclos formativos.

5. El Sistema Educativo no se puede confundir sólo con el Sistema Escolar ya que no son lo mismo. El Sistema Educativo se halla formado por el Sistema Escolar, el Familiar y el Administrativo mientras que el escolar sólo por los centros educativos. Desgraciadamente, y durante las tres últimas décadas, nuestras leyes educativas han tendido a confundir el sistema educativo con el escolar. El Pacto de Estado por la Educación debe ampararse en un marco legal donde el Sistema Educativo englobe el Sistema Escolar, el Familiar y el Administrativo como sí sucede en el tan aplaudido Sistema Educativo de Finlandia. Sin centros de enseñanza, familias y administración comprometidos y regulados por ley, acaban pivotando sobre el sistema escolar demasiadas funciones que diluyen la transmisión de conocimientos, habilidades y aptitudes.

6. La enseñanza y la educación eficaz son las que utilizan métodos probados, contrastados y demostrados universalmente. Por ahora no sabemos cómo aprende ni muestra lo aprendido nuestro cerebro, es decir, cómo codifica y descodifica la información. De saberlo quizás ya estaríamos a punto de conectar nuestras mentes con un USB y prescindir del caro Sistema Educativo. Así pues, y sin evidencias científicas que lo avalen, resulta falaz e insensato aplicar aquellas teorías que afirman saber cómo nuestro cerebro procesa el aprendizaje. Estas hipótesis no poseen ni datos científicos ni pruebas empíricas al respecto, y consecuentemente no pueden dictaminar cómo enseñar en las aulas. En definitiva, y en base a la experiencia probada y contrastada, hay que aplicar aquellos métodos que en un gran número de centros y en una amplia diversidad de alumnos, demuestren que reducen nuestro acuciante fracaso escolar y mejoran la educación. No debemos juzgar un sistema educativo por la altura de sus intenciones, sino por sus resultados.

7. La educación es un derecho, pero también un deber. Un derecho constitucional para cualquier ciudadano en su etapa formativa y un deber que incumbe a padres, docentes e instituciones.

8. La enseñanza y la educación son procesos asimétricos donde quién más sabe, enseña más que aprende, y quién menos sabe, aprende más que enseña. Por tanto, un buen cuerpo docente debe de estar formado por doctos maestros y profesores que dominen ampliamente su especialidad y la didáctica de la misma.

9. La educación se fundamenta en la lectura, comprensión y adquisición de una gran mayoría de conceptos escritos. Aunque los humanos no nacimos para leer, sí somos educables en ello. Además, y sin capacidad de comprensión lectora, jamás se entiende lo que se debe aprender. Por tanto en Infantil y Primaria los alumnos necesitan maestros con un dominio rico, elegante y preciso de los idiomas oficiales, más una didáctica excelsa para enseñarlos. Los alumnos deben acabar Primaria con destrezas probadas a nivel de lectura mecánica, comprensión lectora y redacción de los conceptos que han adquirido. Sin ese dominio un joven no puede ni entender, ni aprender, ni escribir lo que cree saber. Eso les lleva a menudo a la frustración, a la desmotivación y a dejar los estudios.

10. Médicos y científicos expertos deben detectar en Infantil aquellos alumnos cuyas deficiencias innatas o adquiridas les comporten un bajo rendimiento. Resulta fundamental que este diagnóstico y tratamientos se apliquen a la más temprana edad escolar. Sin terapias precoces, sin dedicación estudiantil y sin un buen sistema educativo, ningún estudiante se acercará a su potencial heredado ni podrá asimilar fácilmente lo que sus educadores le brindaron.

45. PEDAGOGÍA versus DIDÁCTICA (EMC)

La Enseñanza Múltiple Contrastada (EMC) implica una innovación y mejora continuas en nuestro sistema educativo. Se han propuesto, en este blog, praxis que funcionan pero se deja el ensayo abierto a otros docentes que quieran añadir las suyas, ¿y qué mayor innovación educativa no es ésta? Los buenos docentes se interesan por las didácticas que funcionan, que conocen a fondo y que se adaptan a sus necesidades. De esta manera eluden ideas teóricas sin comprobar, alejadas de la realidad escolar y fraudulentamente innovadoras. Toda la pedagogía teórica, y como hemos detallado, halla sus orígenes en autores de hace más de cien años. Es decir, que llamarlas innovadoras resulta falaz, confuso y falso. Además toda esa ficticia teoría educatica se fundamenta en preceptos imaginarios, irreales y nada científicos. Ya vimos que la remota pedagogía teórica, con su subordinación del conocimiento al método, no resultó ser una ciencia. Todas sus teorías no hallan demostración alguna ni resultados exitosos, todo lo contrario, la aplicación de las mismas implicó el aumento del fracaso escolar en Estados Unidos, Suecia, Francia y España. Queda claro por lo tanto, que la pedagogía teórica no resultó nada didáctica. En cambio ésta, la didáctica, lleva decenios dando buenos resultados ya que subordina el método al contenido. La Enseñanza Múltiple Contrastada defiende la didáctica ante la pedagogía, es decir, recopila las estratagemas que funcionan desechando las negativas y expandiendo las eficaces, un método del todo innovador ya que poco a poco mejora el sistema de enseñanza adaptándolo a las necesidades de cada presente. Un primer objetivo es el dominio lingüístico del niño. Decía Inger Enkvist que la educación que funciona mejor es la que desarrolla la lengua de un modo sistemático y continuo, algo que en Finlandia llevan aplicando con logros máximos y con el mínimo fracaso escolar europeo. Ya hemos indicado la importancia de la lectura en la más temprana edad para alcanzar el máximo de comprensión lectora. Aunque los humanos no nacimos para leer, sí somos educables en ello. Además, y sin saber leer, jamás se entiende lo que se debe aprender. Cabe recordar que en la antigua Sumeria se empezó a enseñar a leer y a escribir en cuneiforme. Para aprender más de 7.000 símbolos, los aprendices debían estudiar algo más de 10 años con unas 10 horas al día. Hoy en día la importancia en la lectura sigue siendo crucial para vivir en nuestra sociedad llena de manuales, anuncios y órdenes por escrito. De hecho la lectura resulta esencial en el éxito educativo del modelo finlandés. Se sabe que si un alumno no comprende lo que lee pierde motivación en los estudios. Y si su comprensión lectora está bajo mínimos, su escritura va peor sin poder demostrar lo poco que sabe. Sus exámenes y ejercicios, por tanto, son evaluados negativamente, y no por su falta de capacidad, sino por su falta de comprensión lectora. Un escolar así se frustra y ya no levanta cabeza ante los estudios. Por tanto, y si lo primero que un alevín aprende a dominar es su propio idioma, su motivación mejora, su autonomía crece y sus resultados suben. Todo buen docente sabe esto y por ello debe conocer el nivel lingüístico y conceptual del cual parten sus alumnos, algo que averigua con exámenes de nivel o con la información de los profesores del curso anterior. Luego debe impartir conocimientos de manera ordenada de lo más fácil a lo más complejo con disertaciones, esquemas y ejercicios claros, acordes y bien estructurados. Durante las explicaciones debe vocalizar con tranquilidad, sin prisas, con dominio del idioma y con disciplina en el aula. Ya comentamos que muchos docentes noveles padecen de taquilexia, es decir, por culpa de sus nervios e inseguridad hablan deprisa y con estridencia, craso error. Al hablar así transfiere a sus estudiantes tensión e intranquilidad. Lo mejor es dominar la materia para poder hablar despacio dando tiempo a los alumnos en sus observaciones, experimentos y anotaciones. Si uno se siente inseguro cae a menudo en los nervios, el titubeo y la taquilexia. Cabe repetir que una técnica fácil, si se domina la lección, es regalarse pausas moderadas y tomar aire durante las mismas. Eso permite tres cosas, por un lado dar tiempo a los alumnos a comprender anotando, por el otro a relajarles y por último relajarse uno mismo, todo un 3 en 1. En todo ello hay que utilizar un lenguaje rico y diverso para mejorar el vocabulario del alumnado. Hacerles apuntar nuevas palabras es un regalo intelectual. Después de las explicaciones hay que ordenar los ejercicios para afianzar los conocimientos explicados. El orden de éstos debe también seguir la misma lógica que las explicaciones, de lo fácil a lo complejo. Todo educador bien reglado actuará en este sentido sin caer en la ignorancia de su materia, en el desorden durante sus clases y en el caos entre sus alumnos. Al final de todo lo anterior, la evaluación debería responder a tales estructuras y exigir según el currículum del curso.