DESCARGAR LAS OBRAS DEL AUTOR/DESCARREGAR LES OBRES DEL AUTOR

+SABER / +PENSAR / -TEORIA / + LOGICA

jueves, 10 de noviembre de 2016

44. LAS TIC HAN VENIDO PARA QUEDARSE

Alexander Sutherland fundó en Gran Bretaña la escuela Summerhill bajo la creencia que el niño era innatamente bueno, sensato y con autocontrol, es decir que según la pedagogía Summerhill el crío podía por si sólo convertirse en un adulto, algo que ya dijo el idealista alemán Fichte en la Alemania del siglo XVIII. Con tal base se eliminaron de la escuela horarios, jerarquías, exámenes y notas siendo todo substituido por una asamblea en donde niños y profesores tenían los mismos derechos. El objetivo básico de la pedagogía Summerhill era que el niño se sintiera sempiternamente feliz. A finales del siglo XX, y con todo el caldo anterior, más el auge de las nuevas tecnologías, el pedagogo italiano Francesco Tonucci propuso que la escuela ya no debía enseñar conocimiento alguno sino dejar que los niños aprendieran libremente con las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación). Bajo la pedagogía Tonucci el docente ya no debía transmitir sus conocimientos sino hacer que sus alumnos los descubrieran espontáneamente por la red. En todo ello el alumno debía construir sus propios aprendizajes aunque éste creyera saber lo que en realidad no sabía. Es decir se repetía la panacea del aprendizaje sin esfuerzo de John Dewey y otros, aunque ahora bajo el fetichismo de las TIC. Desgraciadamente la pedagogía de Tonucci resultó ser en los noventa una magnífica manera de expandir la ignorancia en escuelas de Suecia. Más que estimular el aprender a aprender provocó la aparición de todo tipo de caprichos. Ahora los suecos llevan tiempo cosiendo los rotos de su educación y no quieren ver ni en pintura las pedagogías anteriores. Así pues, y desde los ochenta, se empezaron a aplicarse las nuevas tecnologías. Para prueba las miles de aulas de informática y pizarras digitales que existen por todos los centros de España, pero eso no justifica ni un portátil por alumno pagado por sus padres ni que el 1x1 sea imparable. Afirmar que algo es imparable no demuestra ni su mejora ni su imparabilidad, sólo las ganas de imponer una obstinación. En 1940 también se profetizó que un movimiento social vitoreado por millones iba a ser imparable, el nazismo. Por suerte muchos lo detuvieron. Una afirmación jamás da la razón. Proclamar que las TIC han venido para quedarse sólo afirma un deseo, no un argumento. Sin pruebas contrastables que la pedagogía Tonucci y sus TIC vayan a reducir el fracaso escolar cualquier idea "imparable" resulta mera ficción. Las TIC son útiles en enseñanza, por supuesto, pero no son sustitutos de docentes humanos, sólo son máquinas auxiliares. Pongamos por ejemplo el proyecto 1x1, un ordenador por alumno. Ello comportó en 1998 un ingente dispendio público totalmente paradójico con la deuda estatal vigente. Mientras se pagaba a golpe de crédito por la instalación de cables, antenas y más ordenadores por todas las aulas peninsulares, se recortaba en número de docentes, en su nómina y en su potencial profesional al aumentarles el número de alumnos por clase y el de horas lectivas por docente. Es decir, más horas de trabajo, más alumnos y más aula digital pero menos salario. Y todo ello sin pruebas científicas, ¿cómo se comprendía eso? ¿Alguien se volvió loco? Cabe añadir que la instalación de los cañones digitales implicaba gastos futuros no presupuestados. Cada lámpara tenía unas 2.000 horas de vida. Una vez fundida debía cambiarse, algo que empezó a suceder en todos los centros a partir de 2013. El precio por cada unidad rondaba los 270 euros si se compraba a través del distribuidor oficial, pero la misma se encontraba por Amazon a menos de la mitad, a 120 euros. Lo anterior no resultó ser la única paradoja que sufrió la enseñanza, también, y bajo la excusa de la crisis, los recortes en sanidad, investigación y educación proliferaron por encima de los de armas, defensa y seguridad nacional. Parece lógico que debería ser más importante un docente bien formado con iniciativas propias que unos individuos bajo ordenanza militar. Los primeros impulsan el país, los segundos sólo cumplen órdenes. Aún así nuestros docentes sufrieron unos sueldos inferiores al de los oficiales militares y en ello la historia nos muestra el error de antaño, un error que ha implicado que en España ostentara el mayor fracaso escolar de toda Europa, véanse los informes PISA y de la OCDE. En otras naciones las crisis económicas sirvieron para mejorar el sistema educativo pero en España ha devenido todo lo contrario. La historia nos cuenta que durante la Era de Oro de la educación estadounidense, entre el 1925 y el 1958, una crisis económica como la española mejoró la educación por dos razones. La primera dejó claro que la gente bien formada era un valor seguro para impulsar y gestionar el país. La segunda fue que atrajo a personas altamente cualificadas para impartir clases. De hecho, y ante el paro acuciante, el de aquella crisis, muchos doctos se ofrecieron como docentes ya que los salarios que el Estado ofrecía eran más justos. De hecho la administración estadounidense decidió estabilizar las minutas a los profesores suprimiendo otros gastos estatales. El resultado fue una mejora del sistema educativo y pasadas unas décadas, la mejora del Estado gracias a eficientes profesionales y óptimos gestores administrativos. Lo paradójico es que la crisis española hizo todo lo contrario con aulas digitales deslumbrantes pero con docentes bajo sueldos menores, más horas lectivas y más alumnos por clase, todo un corolario que empeoró nuestra enseñanza, ¿de quién fue la idea? Y aun así, y contra viento y marea se defendían las TIC aunque no existía ningún país que hubiera aplicado tal tecnología con éxito en sus institutos, a lo sumo había un par de experiencias locales que al final demostraron ser fallidas. Una lo fue en un centro de Suecia por los años noventa y la otra en el High School of Liverpool de Nueva York en 2007. Ambas fueron abandonadas por falta de resultados positivos y por la abrumadora fuerza de los negativos, los alumnos se distraían demasiado con su propio ordenador. Por lo tanto las TIC, o nuevas tecnologías, deben ser una herramienta auxiliar, sí, pero no lo fundamental en la educación. En fin, que un ordenador por alumno resultó ser una quimera cara y difícil de comprender ante dos hechos: la crisis económica del momento y la gigantesca deuda española contraída. La política no cambió de opinión. Incluso años más tarde, y ante los datos de reconocidos psiquiatras, muchos pedagogos seguían defendiendo las TIC. En octubre de 2016 el psiquiatra Manfred Spitzer, quien investigaba los efectos de las tecnologías digitales en la educación, declaraba ante los medios que los móviles y los ordenadores dificultaban claramente la enseñanza. Bajo evidencias científicas, y no opiniones, el doctor Spitzer demostraba que el uso de aparatos digitales retrasaba la madurez de niños y adolescentes al impedirles concentrarse y aprender. Tras años de recoger pruebas demostró que la introducción de la tecnología digital perjudicaba gravemente el aprendizaje escolar. La mejor forma de adquirir conocimientos no es a través de las herramientas digitales sino a través de la lectura de calidad, de la redacción de anotaciones y del trabajo con un profesor docto. Eso sí es tecnología punta pedagógica.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

43. ESCUELA SIN DEBERES

Algunas asociaciones de padres con algunos pedagogos y expertos educativos han propuesto que los estudiantes no traigan deberes a casa. Para ello se argumenta que si los adultos no tienen deberes en el trabajo, los alumnos tampoco los tengan en casa. Pero, ¿son nuestros alumnos adultos? Y lo más paradójico, ¿cuántos adultos no realizan deberes laborales en casa? En el caso de los profesores la mayoría realizan deberes de preparación de sus clases. No obstante los defensores de la escuela sin deberes añaden que los alumnos pueden aprender autónomamente por si solos. Pero, ¿como aprender sin saber lo que sí sabe el profesor? Queda claro que lo anterior resulta paradójico, si se es autónomo no se es niño, se es adulto. En fin, que la escuela sin deberes en casa fundamenta su teoría en la nada más absoluta y sin demostración alguna para resolver el problema más flagrante de nuestro país, el mayor fracaso escolar europeo. No existe ningún artículo científico serio que asegure que sin deberes en casa reduciremos nuestro lacerante fiasco académico. Y cabe recordar que duplicamos la media europea. Por desgracia una de las causas de este socavón es la falta de tiempo familiar en cariño, límites y deberes. Parece como si las familias que defienden la escuela sin deberes quisieran exculparse de la principal responsabilidad hacia sus hijos, la de educar. También parece como si lo más importante para un alumno ya no fuere hacerse con el máximo de conocimientos. Sabemos que en nuestro país los niveles de comprensión lectora han caído brutalmente, ¿cómo vamos a levantarlos sin deberes de lectura y redacción en casa? Queda claro que alguna pedagogía pretende cargarse la cultura dentro de la escuela a pesar que ésta fue creada para transmitirla. Los padres, por tanto, deben evitar que en su centro se apliquen modas educativas como los NO DEBERES. Los alumnos deben aprender lo que saben los doctos docentes y éstos saber transmitir sus conocimientos. Es exigible que nuestro sistema educativo brinde a nuestros hijos lo que muchos padres no sabemos. Para ello nuestros vástagos van al colegio y hacen los deberes que se les diseña. Con todo lo anterior se pretende potenciar su autonomía, su capacidad racional y lo más importante, que aprendan por ellos mismos bajo su esfuerzo y sus deberes. Y estamos hablando de alumnos normales que se les ha educado bajo la dedicación. A menudo muchos padres admiten que sus hijos apenas dedican menos de una hora al día al estudio en la ESO, ¿cómo puede existir éxito escolar con tal falta de esmero? ¿Y ahora algunos padres pretenden eliminar los deberes? La realidad es bien simple, sin deberes en casa se estará desaprovechando todo el potencial heredado de nuestros hijos. Para reducir el principal problema de nuestra enseñanza, el lacerante fracaso escolar, hay que mejorar las rutinas de concentración, de deberes y de estudio. Hay que tener en cuenta lo que ocurre en Japón, Corea del Sur y Taiwán, allí los estudiantes dedican en casa una media de trece horas semanales de trabajo y estudio. Ello explica que en PISA obtengan unos resultados óptimos y muy homogéneos entre sus centros. Si con todo lo anterior un alumno no alcanza mejores resultados debe ser ayudado por alguien. Y para ello deben existir en infantil grandes esfuerzos en la detección precoz de deficiencias entre los alevines. Un escaso tiempo dedicado a nuestros hijos sin compartir juegos y deberes aumenta claramente el riesgo que éstos repitan curso, que no terminen la ESO con éxito y que sus capacidades lingüísticas sean limitadas. En fin, que no devengan adultos cívicos, expertos y críticos como el sistema educativo sí tuvo que formarlos.

martes, 8 de noviembre de 2016

42. 1x1. Un ordenador por alumno

Cuando se habla de cómo enseñar en el aula hay quienes aseguran que las clases con un ordenador por alumno son la vanguardia y el futuro, que no hay vuelta atrás. Cierto que las nuevas tecnologías invaden nuestro progreso pero no por ello se justifica la digitalización total de nuestra enseñanza. Nuestro cerebro sigue idéntico al de nuestros antepasados del Paleolítico, al de los primeros sapiens de hace 200.000 años. Lo único que ha cambiado no es nuestra inteligencia, es nuestra tecnología. Un asno sigue siendo un asno por más ordenadores que tenga a su alrededor. Por tanto, y primera premisa, inteligencia y tecnología no son lo mismo. La segunda la escuché de un neurobiólogo que sí utilizaba potentes ordenadores en sus investigaciones pero no creía oportuno que cada alumno viviera embaucado ante una pantalla personal en el aula. Gracias a la neurobiología sabemos que la mano ocupa un volumen de neuronas enorme en nuestro cerebro, más que piernas y tronco juntos. Cuando un alumno anota lo escuchado, copia un esquema o pasa unos apuntes a limpio a mano, estimula un número tal de neuronas que sin darse cuenta razona, piensa y memoriza lo que está observando, algo que un clic en el ordenador no desarrolla. Este argumento tan simple y demoledor jamás fue escuchado por los partidarios de un ordenador para cada alumno. Durante una conversación personal que mantuve el 23 de Noviembre de 2011 en el Parlament de Catalunya con el anterior conseller de educación de la Generalitat de Catalunya, el señor Ernest Maragall, se vio claro lo que ocurría. Maragall defendió a ultranza el proyecto de un ordenador por alumno, el llamado 1x1. << El 1x1 mejora el aprendizaje de los alumnos y los hace más libres de conocimiento – me insistía el consejero -. Ahora cada escolar desde su portátil puede acceder a la información y eso es un gran avance para los alumnos, les socializa y elimina las desigualdades económicas como nunca lo había hecho ninguna herramienta pedagógica. El 1x1 ofrece igualdad de oportunidades a los alumnos de toda clase social, ¿no se da cuenta del alto porcentaje de inmigrantes en nuestro país? Este sí es un problema importante de hoy en día, la gran desigualdad social entre nuestros alumnos [...]. En ello el aula digital elimina estas desigualdades. Ahora todos estos alumnos pueden acceder a la información a través de su ordenador y de Internet. Cuando se llevan el ordenador consigo, se llevan EL MUNDO A SU CASA. Ellos con su ordenador pueden buscar toda aquella información que les falta o necesitan [...]. Ahora más que nunca tienen acceso a toda la información por la red, ahora más que nunca pueden tener igualdad social>>. Maragall confundió la sociedad de la información con la del conocimiento. La información crece cada día exponencialmente por Intenet pero la capacidad de conocimiento de un individuo no lo puede hacer así. El exceso de información sin criterio alguno se convierte en un basurero de mentiras. Además un alumno, por muy bien informado que esté, puede ser un auténtico ignorante si se cree todo lo que lee por la red. Internet nos ofrece una gran posibilidad educativa, sí, pero también una gigantesca oferta deseducativa. Las TIC no educan automáticamente a los alumnos sino que los docentes educados son los expertos en ello. Le insistí a Maragall que todo aquello era por varias razones. Primero que la gran mayoría de estudiantes ya poseen ordenador en casa, móvil con Internet o simplemente locutorios sin necesidad de regalarles, subvencionarles u obligar a los padres a pagar un ordenador por cada alumno. Segundo, que si lo que queremos es la igualdad entre todos los alumnos, inmigrantes o no, lo que debemos hacer es que todos sepan tanto como los docentes. En caso contrario, y dejándoles libres con su portátil, se enfrentarán a informaciones sin criterio. Ante ello el padre del DNS, o Domain Name System en Internet, Paul Mockapetris, lo tenía muy claro. Él afirmaba en la contra de La Vanguardia del 6 de febrero de 2013 que: << En el colegio a mis hijos les exigen Internet, pero yo me niego a que así tengan acceso a sitios nauseabundos y peligrosos >>. El tercer punto que le comenté a Maragall fue que un ordenador para cada alumno aislaba a éste de los conocimientos contrastados del docente, sobretodo cuando el escolar se conectaba al Facebook en clase. Y el cuarto punto era que el 1x1 podía ser una moda pasajera como si en el pasado las transparencias o las diapositivas se hubieran impuesto como sustituto de libros y apuntes en clase. Es decir, que la obsesión por los ordenadores no debería llevarnos a olvidar que son medios auxiliares para educar que no se reducen ni terminan en si mismos, ¿qué utilidad tiene un 1x1 si el alumno no es capaz de asumir conocimientos significativos pero prefiere conectarse al Facebook? << Ya, es que el 1x1 requiere más esfuerzo por parte de los docentes – me argumentó Maragall -. Es la escuela la que debe adaptarse a la sociedad y no al revés. Con más esfuerzo docente el digital funcionará. Los docentes deben procurar que los alumnos no se conecten al Facebook durante la clase >>. Y así se hacía con programas que bloqueaban el acceso al Facebook y otras redes sociales pero, y a pesar del esfuerzo docente, los alumnos conseguían programas piratas para saltarse las barreras y conectarse nuevamente al Facebook, un hecho que por la cara que puso Maragall, obviamente desconocía. En fin, que un ordenador por alumno había complicado más que mejorado la enseñanza, algo totalmente contrario a una Enseñanza Múltiple Contrastada. Con el 1x1, y por desgracia, muchos estudiantes se aislaban de la lección sin prestar atención a quien si poseía información contrastada, el docente. La igualdad de la que Maragall hablaba quedó extirpada ya que los conocimientos del profesor jamás eran impartidos entre sus escolares. Siempre fue mejor una sola pantalla digital, si funcionaba con igual celeridad que la normal, para explicar la lección a 30 alumnos, que no 30 ordenadores para cada uno de ellos. Jamás la modernidad justificó un ordenador para cada párvulo ya que los distrae más que los alecciona, los desiguala más que les informa, y los confunde más que les aclara. Pero lo más perverso de Maragall fue su idea que la escuela debía adaptarse al mundo cuando era ésta la que podía mejorarlo. De nada sirvió llevar todos aquellos datos a Maragall.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

41. Aproximar las materias a los alumnos

Hace años que ya se enseñan las materias necesarias para que un adolescente tenga suficientes datos para poder elegir entre humanidades, ciencias, formación profesional, o mundo laboral. Algunos pedagogos teóricos, reacios al pensamiento empírico, afirman que gran parte de las ciencias no les ha servido para nada, que mejor reducir sus contenidos en pro de las humanidades. De hecho en más de una ley lo han intentado. Por desgracia sin enseñar ampliamente ciencias no daríamos la opción a muchos estudiantes de poder ser químicos, geólogos o ingenieros, y no va a ser todo el mundo pedagogo. Por tanto todo lo que se enseña, si es la verdad contrastada, sirve para luego elegir. Puede que un cambio de gobierno sacuda algunas horas y las quite en favor de otras disciplinas, pero lo básico siempre es lo mismo: lenguas, matemáticas, geología, biología, física, química, historia, ética, geografía, plástica, arte y educación física. El problema es que muchos púberes hallan aburridas muchas de estas especialidades y las encuentran distantes a su mundo. Eso debe dar una idea a los educadores para disuadir a los estudiantes de tal percepción. Es más, sus hijos también deben aprender desde la familia la proximidad y la relación de las diversas materias con el entorno que les rodea. De hecho, la educación pretende impartir eso mismo, los conocimientos que necesitarán estos púberes para pertenecer en el futuro el mundo de los adultos. Es decir, que la escuela es un puente entre los estudiantes y el marco real que les espera. Por tanto un acercamiento de los temarios hasta su adolescencia les puede motivar más que la obligación de estudiarlos. El centro que así lo vea tiene ya ganadas algunas estrellas Michelin en los fogones de la educación. En fin, que los estudiantes deben ver próximas las materias a su mundo pero también sentirse obligados a estudiarlas. Sin obligación inicial no existe acercamiento real. Una profesora de Matemáticas aproximaba a sus alumnos a tal especialidad de una manera singular. Para ello les encandilaba con una historia de ciencia ficción que si ustedes han leído la novela de Carl Sagan, Contact, o si han visto la película que dirigió Robert Zemeckis bajo el mismo título, comprenderán mucho mejor lo que les decía esta profesora. Si algún día entrásemos en contacto con otros seres inteligentes, con unos alienígenas, ¿cómo nos entenderíamos? Seguro que no hablarían ni español, ni chino, ni inglés. Por tanto, no sabríamos que decirnos, toda una pena. Pero hay un idioma que todo ser que haya construido grandes máquinas seguro que ha utilizado, las mates. Sin cálculos exactos es harto imposible edificar un puente o una nave espacial que soporte las inclemencias del cosmos. Las matemáticas son todo un lenguaje, un idioma muy quisquilloso, cierto. Si te olvidas de un signo, o te llevas mal un decimal, el examen queda incorrecto. Aunque quien las aprende puede explicar como funciona un cohete, predecir el tiempo que hará mañana o saber las probabilidades de ganar jugando a los dados. Las mates están por todas partes, incluso el día que charlemos con ET. Otra profesora de sociales lograba lo mismo contándoles que la historia era como tener presente lo que te pasó con un mal amigo. La vida son causas y efectos, lo importante es no repetir los errores pasados pero sí plagiar los aciertos. Si sabes quien fue un mal amigo, deberías aprender de ello y evitar otro futuro compañero necio. En ello la memoria de los acontecimientos te ayudará. La historia es un cuento, una película, un cómic del manga que nos muestra viñetas buenas y malas de un pasado a recordar en mejora de nuestro ahora, pero la historia verdadera debe infundirnos tres cosas: conocer los hechos reales, saber contrastar las fuentes y ser críticos con ellas. En caso contrario no se hará historia, se hará propaganda ideológica, ¿o preferís votar a ciegas? Otro caso parecido al anterior ocurría en plástica donde el especialista les argumentaba que para enamorar a alguien hay que ser creativo y sensible, algo que se puede aprender y potenciar desde el arte y el diseño. También otro docente de inglés les contaba que para ligar con extranjeros y extranjeras la lengua sajona era bastante útil, o en educación física que para tener un cuerpo atractivo les sería práctico aplicar lo aprendido en la gimnástica. O el caso de un profesor física que les contaba que el GPS funciona con relatividad. En fin, felicite al docente que acerca su saber al mundo de los adolescentes ya que en ello verán un camino a imitar. En todo ello, y desde la familia, potencie la obligación de estudiar todos esos conocimientos útiles. Luego su hijo, y con verdades en su cabeza, tendrá donde poder elegir con conocimiento de causa.

martes, 25 de octubre de 2016

40. ENSEÑAR O EDUCAR

En los ensayos anteriores se ha detallado qué debe esperar la familia de un centro educativo, como debe organizarse éste y finalmente como deben actuar los profesores en función del tipo de alumno que tienen ante si. A partir de este momento hay que decidir qué contenidos enseñarles y como hacerlo. Un problema recurrente en los institutos que no permite terminar los temarios que marca la ley son las quimeras según la moda del momento. Impartir en extremo estos monstruosos decálogos roba y resta tiempo significativo a las clases de su hijo. Me refiero a los centros en donde se invierte un exceso de sesiones enseñando cosas obvias en detrimento de los contenidos legales. Perseguir estas quimeras y luego trasladarlas a los centros educativos no es ciencia-ficción. En muchas tertulias, debates de radio y televisión se escucha a menudo. Eso debería enseñarse en la escuela. Y así ocurre que un dirigente en busca de ego hace de ello su causa y muchos problemas sociales se derivan a los centros de enseñanza. Sexualidad, educación viaria, igualdad entre sexos, coeducación, paz mundial, anticoncepción, competencias básicas, maltrato de género, prevención del SIDA, uso de Internet, inteligencia emocional, multiculturalidad, solidaridad con el Tercer Mundo, redes sociales, homosexualidad, homofobia, ahorro energético, consumo responsable, pedofilia, uso de preservativos, enjuagues de flúor, acoso, drogas, alcoholismo, tabaquismo, dinámicas empresariales, contrato de seguros, demanda de créditos, neoliberalismo, fundamentos en economía, sexismo y demás causas llenan un saco bastante lleno de nuevas obligaciones que los colegios asumen a costa de vaciar el tiempo de sus temarios. A veces se destinan más recursos en el sexo responsable que en el estudio responsable, algo paradójico ante las pedagogías teóricas que fomentan la libre expresión escolar del deseo: culo veo, culo quiero. Pensar que el deseo es el principio pedagógico educativo anima más a joder sin miras que a ver con quién. Como decía Epicuro, no hay pobre más pobre que el que tiene deseos ilimitados. Pero volviendo a los centros que abusan de actividades en pro de la educación, vemos que ello va en detrimento del aprendizaje. Con ello no se sentencia que el centro que acometa esos objetivos sea poco eficaz, todo lo contrario, ese instituto se preocupa por sus escolares. El problema radica en el exceso de sesiones destinadas a tales informaciones. Los profesores no son la virgen María de Lourdes y por tanto no pueden hacer milagros con su tiempo. Si somos terrenales nos daremos cuenta que un alumno permanece en el colegio sólo cerca del 15 por ciento de las horas del año, unas 1.350 horas de escuela frente a las 8.760 horas del año. Además se estima que del 85 por ciento de las horas que un escolar pasa fuera del centro, el 40 por ciento lo ocupa viendo pantallas de televisión, Internet o móvil. Así que con ese casi quince por ciento de horas escolares, un veinte si descontamos las horas de sueño, pocos milagros pueden invocar los centros en educación social y urbanismo. Educa infinitamente más lo externo a la escuela que lo interno, y ya dijimos que sistema educativo no es igual a sistema escolar. Para reducir todas estas quimeras en su justo punto sólo hay una manera, pasar por el diálogo familiar. Aplauda a ese docente que aconseje repartirse la educación social entre escuela y padres, de otro modo sus hijos perderán muchas clases de lenguas y matemáticas. En ese sentido, y si son dos, instituto y familia, los chavales escucharán dos veces los mismos mensajes educativos. Por tanto, si un profesor aconseja apagar la televisión y hablar de todos estos temas con los hijos durante las comidas, no piense que es una intromisión en su hogar, es algo familiar. Si un docente le propone que en la mesa nada de móviles conectados para prestarse atención los unos a los otros, no piense que es una utopía, es algo necesario. El profesor le está dando una información para que la familia eduque mejor. Si uno cree que eso es imposible y que toda su parentela es adicta a la pantalla, un consejo, se puede dejar. Sólo basta con apretar un botón, el del OFF, y desaparecerá esa hipnosis colectiva. Un padre amigo mío se le ocurrió un día fingir que se había estropeado el televisor, de hecho sólo dañó el enchufe. A partir de esa cena dejaron de verla durante las comidas pasando a compartir algo más que unos alimentos, pasaron a conllevar conversaciones y urbanidad. Por tanto, apáguela, converse y averigüe como piensan sus retoños. Luego el colegio repetirá en tutoría esos asuntos sobre corrección pero sin suprimir clases de idiomas por ello.

jueves, 20 de octubre de 2016

39. LAS CAUSAS DEL TDAH

La gran pregunta sobre las causas del TDAH es si este transtorno es más genético que adquirido o viceversa. Vayamos por partes y sopesemos los hechos sin las emociones de los afectados por medio. El primer dato nos lo ofrecieron unos estudios médicos en octubre de 2007 presentados en Barcelona durante un congreso de medicina sobre el sueño. Según estos, el 15 por ciento de los niños llamados hiperactivos, en realidad padecían trastornos del sueño. Así lo indicaban los especialistas Gonzalo Pin del Hospital Quirón de Valencia, y Milagros Merino del Hospital La Paz de Madrid. El pequeño que dormía mal, al día siguiente mostraba conducta irritable, pérdida de concentración, bajo autocontrol y disminución del rendimiento escolar. Por esos signos se le clasificaba como hiperactivo al ser síntomas del TDAH. Sólo con cambiar sus pautas de sueño se corregía la supuesta hiperactividad. Estos malos hábitos se adquirían durante los primeros años de vida. Los médicos afirman que a partir de los siete meses se debe enseñar a dormir bien a los lechones. Los padres deben relajar a su hijo para que se duerma. Rutinas de horario fijas, dietas suaves y sin azúcares excesivos en la cena, actividades relajantes al anochecer, obligación de dormir solos en una habitación tranquila, son las recomendaciones más comunes que se dan para evitar el trastorno del sueño y con él, posibles y fatuas hiperactividades futuras. En fin, que malos hábitos y no una enfermedad, causan el 15 por ciento de los TDAH diagnosticados. El segundo mal hábito provino de un estudio sobre alimentación. En setiembre de 2007 la Autoridad Europea de Seguridad, EFSA en sus siglas en inglés, dijo que analizaría si algunos aditivos y colorantes usados en dulces y refrescos azucarados podían inducir al TDAH. Trabajos en la Universidad de Southampton así lo parecían indicar. Los autores de dichos trabajos relacionan la hiperactividad con predisposiciones genéticas y malos hábitos educacionales. El estudio publicado en la revista The Lancet, constataba que los niños que habían consumido hidratos de carbono con ciertos aditivos mostraban comportamientos bulliciosos y pérdida de concentración algo superiores a los que no lo hacían. Deberíamos recordar que un exceso de calorías de fácil asimilación como son los azúcares, incentiva esa ligera subida del bullicio en un grupo de alumnos. Por otro lado, en los consejos dados anteriormente para evitar el trastorno del sueño, quedaba claro que una dieta con exceso de hidratos de carbono activa de noche al escolar y no le permite dormir plácidamente, algo que puede desatar el fatuo TDAH por la mañana. El tercer dato es la ausencia de la cultura del esfuerzo. En esto hay testimonios muy reveladores, los propios escolares diagnosticados de hiperactividad. La mayoría de ellos reconocen que aprovechan la supuesta enfermedad como excusa para hacer lo que les da la gana, es decir, no estudiar. Sirva la siguiente redacción de un escolar de 14 años con TDAH y los hechos hablan por si mismos. Las faltas de ortografía y sintaxis fueron, por dignidad, corregidas. Cuando llego a clase sólo me apetece fastidiar, faltar al profesor y hablar lo que me venga en gana. Esto me molesta porque no me puedo controlar (en las clases de docentes que imponían límites sí se comportaba) y siempre me expulsan, me ponen mala nota y me imponen faltas. Los médicos dicen que eso se llama hiperactividad y me han dado pastillas a punta pala y me han hecho asistir a terapias que sólo han servido para sacar dinero a mis padres. De hecho, lo que simplemente me pasa es que quiero hacer lo que me de la gana (algo que le ocurre a todo el mundo y en especial a cualquier niño sin límites), y como en el colegio no me lo permiten (pero sus padres sí), hago ruido y escándalo para poder salirme con la mía (costumbre adquirida ya que el padre confesó que jamás le había castigado). Yo soy un pájaro libre que quiere volar pero que está en una jaula en clase y no le dejan hacer lo que sí puede fuera del colegio (días antes los padres se quejaron de los profesores del centro porque según su hijo lo estaban acosando). Claro está que el alumno sufría de una falta de hábitos en el autocontrol y no de una enfermedad llamada TDAH, una patología que había sido diagnosticada por varios especialistas en primaria y tratada con toda clase de fármacos durante secundaria. Si a ello sumamos el error de explicar al alumno que padece una enfermedad, algo no cierto, y que por ello se le rebajan los contenidos, el adolescente se acostumbra a trabajar menos y a caer en un pozo de inactividad, algo que así me confesó en privado este alumno. En fin, que la hiperactividad no era una mancha de serie imborrable, sino simplemente algo que unas malas rutinas, falta de límites y bajas atenciones paternas despertaron del letargo interno. No parece aconsejable que algunos expertos defiendan explicar al estudiante que padece de TDAH y que para ello se le reduzca el grado de exigencia escolar. Eso equivale a estafarle con una educación descafeinada. Por desgracia muchos padres aceptan el diagnóstico del TDAH como una enfermedad que les consuela, una etiqueta que les aleja de cualquier sensación de culpabilidad: la culpa no fue nuestra, lo ha sido lo innato de nuestro hijo. Un cuarto factor causante de la hiperactividad es la falta de pautas en orden, cariño, disciplina y premios, en fin, escuchar y atender al infante. Mejor regalarle tiempo de juego, límites y estima que no móviles, consolas y ordenadores para que no moleste. Un zagal abandonado por unos padres ausentes no llega a desarrollar sus capacidades de autocontrol y concentración que luego el TDAH justifica. La relación entre mentores que no castigan y no premian al infante, más una ausencia de rutinas en comidas, deberes y sueño hallan una clara relación con el TDAH. Sin orden, ni juegos, ni disciplina aumenta la impulsividad del rapaz y por tanto su incapacidad de autocontrol y de concentrarse. En eso resulta muy importante, y para evitar la hiperactividad, que se enseñe a los chiquillos a esperar. Ellos deben saber que no todo puede ser inmediato como el clic en un ordenador, o como el sí de unos padres ante su revolcón llorón. Un estudio de la facultad de Psicología de la URV, Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, demostró que la impulsividad adquirida, que no innata, está implicada en el TDAH y la violencia, es decir, que cualquier entorno que promueva la ausencia de control anima a la aparición de la hiperactividad y de la agresividad. La doctora en sicología, Fàbia Morales, así lo indicaba en su tesis doctoral en enero de 2008. Para los psicólogos Eduard Vieta, profesor de la UB, y Mercè Mitjavila, profesora de la UAB, la educación de los hábitos resulta crucial para prevenir la impulsividad y sus actos violentos. Así lo declaraban en La Vanguardia en mayo de 2014. Cabe añadir que en enero de ese mismo año el psicólogo clínico, Joseph Knobel Freud, escribía en la revista Unicamp de la Universidad Estadual de Campinas, Sao Paulo, Brasil, que: El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) se está diagnosticando muchísimo. Si hiciéramos caso a las estadísticas, nos encontraríamos ante una auténtica epidemia. Pero, en mi opinión, este trastorno no existe [...]. El TDAH estigmatiza al hacer sentir al niño como a un enfermo, algo que reduce su complejidad a un paradigma simplificador bajo un supuesto déficit neurológico. En resumen, y si ahora se suman todos los malos hábitos anteriores como trastornos del sueño, abuso de azúcares, ausencia de rutinas, ausencia del esfuerzo, ausencia de disciplina, padres ausentes y la impulsividad que conlleva, parece obvio que la hiperactividad resulta algo más adquirido que heredado y no una enfermedad. Niños que viven conectados más consigo mismos que con el exterior, niños que buscan el afecto de sus mayores pero que no lo hallan, niños que desean ser tan mirados pero que no saben fijar su atención hacia su entorno, niños hiperestimulados por móviles, pantallas y juegos automáticos pero que no conciben la realidad tangible y manual de lo creativo en tres dimensiones, niños que se les regala el camino fácil ante las dificultades exteriores, niños con algún déficit no diagnosticado ni corregido durante su infancia, niños de madres fumadoras y bebedoras durante el embarazo y que luego desatienden a sus vástagos, niños tristes ante unos adultos que le restan importancia a su languidez, niños abandonados en casa pero muy imaginativos para huir de una realidad familiar no deseada, niños muy inteligentes pero que han sido masacrados por alguna deficiencia, niños de madres adolescentes que no saben atender luego a sus alevines, niños que bajo una situación de violencia no superada adquieren una capacidad de alerta continua que les bloquea su atención, niños hipersexualizados por padres y entorno pero que todavía no pueden descargar su excitación como los adultos, niños que no se les enseñó en su momento a dormir solos, niños que no conocen el miedo al castigo pero que ante el miedo al docente sí corrigen su hiperactividad, y niños que no se les brinda tiempo de interacción con sus padres durante comidas, encuentros y conversaciones, forman todo el corolario de hiperactivos que no soportan el fracaso de la realidad y desatienden su atención hacia esta. Ante todos estos datos ya no se puede decir un niño tenga una enfermedad llamada hiperactividad, sino que este zagal se halla ante una disfunción a superar. Por tanto, y para evitarla y corregirla, se debe aplicar lo contrario a su causa, sus antídotos: pautas correctas para ir a dormir; baja ingestión de glúcidos antes del sueño; rutinas diarias en comidas; momentos lúdicos e interacciones con sus responsables; horario regular de estudio; cultura del esfuerzo en ello; diagnóstico y tratamiento infantil ante cualquier déficit en el aprendizaje; amor y límites en su entorno próximo; y por último, técnicas efectivas para reducir la impulsividad infantil. A mayor disciplina, mayor esfuerzo invertido, lo que aumenta la fortaleza del zagal y reduce su nivel de frustración e impulsividad, algo que nos lleva de nuevo al autocontrol, un pez que se muerde la cola y aumenta más y más a cada vuelta rescatando de su hiperactividad al escolar. En caso contrario, y si un educador le insiste que hay que priorizar la hiperactividad como una enfermedad paralizante, y no como una situación a superar, le está haciendo un flaco favor a su hijo. Sería como si a alguien olvidadizo por no utilizar la agenda se le recetaran pastillas. - ¿Que padezco doctor? - Síndrome del despiste. - ¿Y eso es grave? - No, sólo un mal hábito. - ¿Y cómo se cura? - Primero dejando de creer que usted es un enfermo. - ¿Y segundo? - Pues luego dejando de venir a mi consulta para que los dos no perdamos más el tiempo, ¿qué tal un poco de voluntad, un buen uso de la agenda y más esfuerzo por su parte? Pero otro mal facultativo optaría por otra treta: - ¿Que padezco doctor? - Un trastorno de la memoria con despiste agudo. - ¿Y eso es grave? - Se puede tratar. - ¿Y cómo se cura? - Pues con estas pastillas de glucosa con cafeína – algo que todos los estudiantes siempre utilizaron para mejorar su memoria -, y con esta agenda de regalo. Úsela a menudo y ya verá. Con ello no desaconsejamos el uso de fármacos para tratar el TDAH. Éstos sirven para casos extremos y no para convertir a un alumno en un enfermo autoconvencido. Eso significaría transmutarlo en un inválido intelectual, alguien que luego es incapaz de superar con su propio esfuerzo la situación y que espera que los fármacos le resuelvan el problema para siempre. Recuérdese que una enfermedad no suele ser una elección, en cambio un hábito sí. Más de dos horas entre deberes y estudio diarios debieron ser praxis normales para cultivar todo el potencial de cualquier estudiante. En caso que no pueda hay que analizar si existe alguna causa clínica que no se diagnosticó de pequeño. En resumidas cuentas, entorno y genética siempre fueron dos partes inherentes de la especie humana difíciles de separar. Sin cultura no nos hacemos humanos pero sin base innata no habría un ser para ser educado. El límite entre la una y la otra siempre suscitó miles de debates científicos y filosóficos. Quizás fue nuestra obsesión por clasificar las cosas el error. Jamás existieron en nosotros dos entidades claramente diferenciadas como cultura y biología, simplemente los humanos somos las dos cosas a la vez. Nacemos con potenciales que yacen dormidos hasta que nuestros hábitos los activan o los reprimen, pero son nuestras conductas, y no nuestros genes, quienes mandan más en ello. Como decía Kant, nos hacemos humanos al ser educados por otros humanos educados. Así pues, nuestro entorno y cultura afectan nuestras predisposiciones genéticas. Depende pues de nosotros potenciar la inteligencia o reprimir la hiperactividad. Finalmente, ¿qué decir pues de la hiperactividad? Pues que sí, que existe, pero con dos matices. El primero es que hay decenas de causas diferentes que provocan el TDAH y la segunda es que la inmensa mayoría de ellas NO son cien por cien innatas sino por causas externas. El TDAH no es una enfermedad, simplemente suele provenir de un mal hábito inducido, y como errónea costumbre adquirida, puede resolverse con rutinas y esfuerzo diario. Los fármacos puede que ayuden puntualmente pero sin un cambio de hábitos la cosa se hará sempiterna bajo un alumno adicto a derivados de las anfetaminas. Todos los datos médicos anteriores así lo indican. En fin, lo padres no deben creerse esclavos de ningún diagnóstico que paralice a su hijo. La hiperactividad no es una lacra, simplemente es una dificultad a corregir.

miércoles, 19 de octubre de 2016

38. L'ESCOLA PER PROJECTES a les V JORNADES DE SECUNDÀRIA

Durant el juliol de 2015 la UNESCO es va declarar partidària de la pedagogia per projectes. De manera gairebé immediata, i sota l’aixopluc de moltes institucions, han estat molts els centres que s’han repensat la manera d’ensenyar. Amb aquest objectiu, i durant aquest 2016, alguns centres dels Jesuïtes, de l’Escola Pia i de la Xarxa Competències Bàsiques, així com també escoles i instituts públics, estan incorporant aquesta pedagogia als seus centres. Com una gota de tinta dins un got d’aigua, el model del «treball per projectes» s’està escampant per tot el país. Davant l’eclosió d’aquesta estratègia, i com sol passar, han aparegut entusiastes, detractors i eclèctics. Els entusiastes afirmen que la pedagogia per projectes és un camí innovador a seguir, que aquesta estratègia comporta una manera d’aprendre fàcil i divertida que satisfà alumnes, pares i professors. Els detractors sentencien que l’escola per projectes és més una creença dogmàtica que una evidència científica. I finalment, els eclèctics es mantenen en un terme mig dient que, potser com a mètode parcial podria estar bé, però que aplicat globalment podria resultar neutre, o fins i tot negatiu per al sistema educatiu. Durant aquestes V JORNADES DE SECUNDÀRIA, i amb l’assistència d’experts de vàlua contrastada, es farà balanç de tot l’anterior responent a les següents preguntes. En què consisteix la pedagogia per projectes? Com s’organitza en un centre? Quines avantatges i quins inconvenients té? Quins són els seus orígens? Va tenir defensors i detractors en el passat? Reduirà significativament l’actual i gegantí fracàs escolar? Sindicat Professors de Secundària (aspepc·sps) amb la col·laboració d'ACESC us proposem aquestes jornades dirigides al professorat de secundària. Us hi esperem! Tindran lloc a la sala d'actes de l'Il.lustre. Col·legi de Doctors i Llicenciats de Catalunya els dies 25 i 26 de novembre. El divendres, de 16h. a 21:30h, i el dissabte de 10:00h a 14:30h. Aquestes jornades s'inscriuen en el marc del Pla de Formació Permanent del Professorat, estan homologades pel Departament d'Ensenyament i computen com a curs de 15h. Programa Divendres, 25 de novembre 16:00h. Lliurament de documentació 16:15h. Presentació de les Jornades: Josefina Cambra. Degana de l'Il·lustre Col·legi de Doctors i Llicenciats de Catalunya. David Rabadà. Director del curs. 16:30h. Conferència: “Aprenentatge basat en projectes des de la neuroeducació” Jesús C. Guillén Buil Professor de Neuroeducació (ICE, Universitat de Barcelona) Llicenciat en Ciències Físiques i Máster de neurodidàctica per la Universidad Rey Juan Carlos. 18:15h. Descans 18:30h. Conferència: “Efectos indeseados del debilitamiento del currículo escolar” José Manuel Lacasa Director del IFIE Llicenciat en Geografia i Història (UCM) Màster en Metodologia de les Ciències del Comportament i de la Salut (UAM) 20:15h. Col·loqui Dissabte, 26 de novembre 10:00h. Conferència: “El trabajo por proyectos en la enseñanza secundaria. Limitaciones y posibilidades” Francisco López Rupérez Doctor en Ciències Físiques Ex-president del Consejo Escolar del Estado. 11:30h. Descans. 12:00h. Debat-Taula rodona Participants: Jesús C. Guillén José Manuel Lacasa Francisco López Rupérez Xavier Massó 13:30h. Conclusions i clausura final 14:30h. Dinar de cloenda (opcional) Matriculacions Del 14 d'octubre fins al 22 de novembre de 2015 a http://secundaria.info/cursos.php