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martes, 14 de julio de 2020

¿Puede el cerebro humano crecer más en nuestra evolución? Un juego didáctico


¿Puede el cerebro humano crecer más en nuestra evolución?

Durante la evolución humana el cerebro ha ido ganando volumen con respecto al peso corporal de sus diversos parientes evolutivos. La pregunta clave es si esta tendencia evolutiva puede continuar, o si ya ha llegado a un límite. Gráficos y cálculos matemáticos nos ofrecen un juego didáctico para discutir una respuesta.

Sábado, 11 de julio de 2020

Por David Rabadà i Vives

La evolución cerebral humana es incierta e impredecible. No obstante podemos jugar con los datos publicados y ver que nos dicen al respecto de los millones de años acontecidos. Aquí contrastaremos las medias de los pesos corporales y volúmenes cerebrales publicados de las especies más documentadas en nuestra evolución. Es decir, haremos un gráfico de los volúmenes cerebrales con respecto a los millones de años transcurridos. Entre nuestros parientes simios, y de mayor a menor antigüedad, hemos podido encontrar datos consistentes de Oreopithecus, Australopithechus, Homo erectus, Homo neanderthalensis y Homo sapiens integrando a los póngidos actuales en su momento de separación de nuestro linaje según datos genéticos. Para ello se han consultado los datos publicados por diferentes autores (McHenry, 1992; Holloway & Post, 1982; Jerison, 1991; Eccles, 1992; Stanyon, Consigliere y Morescalchi, 1993; y Martin, 2000). Al no poseer datos cerebrales consistentes de simios primitivos hemos introducido a Oreopithecus en los cálculos a sabiendas que no pertenece a nuestros parientes más cercanos. Además Oreopithecus poseía un cerebro menor al vivir en una isla sin depredadores en donde quizás este tejido se atrofió. Por lo tanto este volumen cerebral menor implicará estimaciones bajas para los homininos tempranos. No obstante, y para el juego didáctico que proponemos, se han ensayado distintas ecuaciones siendo una de logística la mejor frente a exponenciales, logarítmicas y otras. Es decir, el rizo que mejor se ajusta a los datos es una doble curva con un punto de inflexión cerca de los dos millones de años (Rabadà, 2003).
Y = {[-a(t-d)]/[(t-d)2+m]0.5}+a+tn
            Y (coeficiente de encefalización)= volumen cerebral (cm3)/peso corporal (Kg)
            t = tiempo (millones de años)
            a = Volumen cerebral para un coeficiente de encefalización de 11.
            d = punto de inflexión (millones de años)
            m = pendiente medio
            n = número de ajuste polinómico

La fórmula anterior da buenos resultados con el coeficiente de encefalización pero mejores para la media del volumen cerebral, algo normal ya que el volumen cerebral es un valor medido directamente en los cráneos mientras que el coeficiente de encefalización depende del peso estimado en nuestros parientes fósiles. Lo que ahora sigue, y como juego didáctico, debe entenderse como un cómputo matemático que no es una descripción de la realidad, sólo un atisbo para cuando se contrasten mejores datos. No obstante, y según esta fórmula, se pueden definir tres fases durante nuestra evolución encefálica (Fig. 1). En primer lugar un baja encefalización en nuestros parientes tempranos, entre los 8 y los 3 millones de años. Entre ellos tenemos los Australopithecus y otros géneros cuyos volúmenes cerebrales y pesos corporales eran pequeños. Además, y si hacemos caso de este modelo, podemos estimar estos cerebros y cuerpos pequeños equivalentes a la encefalización de los actuales póngidos. Todos ellos eran habitantes de bosques con una alimentación más vegetariana que carnívora ante una encefalización baja que no requería tanta necesidad metabólica. Cabe añadir que el cerebro del actual Homo consume de un 20 a un 25 por ciento de nuestras ingestas, es decir, es una máquina cara de mantener en donde una dieta carnívora – omnívora mejora su funcionamiento.

En segundo lugar la pendiente del gráfico aumenta claramente desde el género Homo erectus alrededor de los 2 millones de años (Fig. 1). En aquel momento este género ya había desarrollado cuerpos casi el doble que sus parientes anteriores. Por ende el aumento del cerebro fue más rápido que el corporal dando mayores coeficientes de encefalización durante la evolución de Homo. Por ello este adquirió una alimentación omnívora y carnívora mucho más apta para mantener el caro tejido neuronal. Así la evolución craneal tendió a reducir la faz y el prognatismo en favor de un cerebro mayor. En ello Homo habilis de 2,5 millones de años queda en un campo incierto debido a sus ambigüedades no resueltas. Parece incluso que los pesos computados podrían haber sido infravalorados y que más bien estuvo en un grado de encefalización similar al de los Australopithecus. En un futuro ya se verá.

Y en tercer lugar el cerebro continuó su expansión de manera más suave en los Homo modernos desde hace unos 0.5 millones de años. Es decir, con la aparición de sapiens arcaicos, neandertales y otros el aumento de la encefalización siguió gradual indicando un futuro en donde el volumen cerebral podría continuar creciendo para quizás estancarse. De hecho, y según el modelo aquí expuesto, el aumento cerebral se ralentiza con ellos. Dos razones pueden mandar en ello, el diámetro de la pelvis por donde nacemos, y la superficie cervical que soporta nuestra cabeza. Una evolución con mayores encéfalos hallaría problemas en el parto y un mayor riesgo en desnucarse durante la etapa postparto. Duplicar nuestro cerebro, como algunas imágenes futuristas imaginan, implicaría una presión excesiva para nuestro cuello. No obstante la evolución siempre logra sorprender a la naturaleza con nuevas estrategias difíciles de predecir. Un crecimiento rápido del cerebro postparto, un mayor tamaño en los adultos, y una mayor robustez de la estructura muscular y cervical podrían suceder si la evolución humana siguiera con la tendencia al aumento de masa cerebral. Todavía pueden sucedernos nuevas especies más encefalizadas.

Etiquetas: didáctica, encefalización, fases, evolución  humana.

Referencias
Eccles, J. (1992). Evolution of the Brain: Creation of the Self, pp.251. Barcelona: Ed. Labor.
Holloway, R.L. & Post, D.G. (1982). The relativity of relative brain measures and hominid mosaic evolution. In (E. Armstrong and D. Falk Eds) Primate Brain Evolution. Methods and Concepts. New York: Plenum Press.
Jerison, H.J. (1991). Brain Size and the Evolution of Mind. Ed. American Museum of Natural History. pp. 99.
McHenry, H.M. (1992). Body size and proportion in early hominids. American Journal of Physical Anthropology. 87, 407-431.
Rabadà, D. (2003). Brain and body size tendencies in hominid evolution. Batalleria. 11, 53-64.
Stanyon, R., Consigliere, G. & Morescalchi, M.A. (1993). Cranial capacity in hominid evolution. Journal of Human Evolution. 8(3), 205-216.


Figura 1: Volúmenes cerebrales de los simios durante la evolución humana. La curva superior es el volumen cerebral estimado para los machos según la ecuación propuesta, y la inferior para las hembras. La curva  en la base del gráfico describe la pendiente de las curvas superiores. Gorilla gorilla (Go), Oreopithecus bambolii (Or), Australopithecus afarensis (Ae), Pongo pygmaeus (Pg), Australopithecus africanus (Au), Pan troglodytes (Pn), Parantropus boisei (Pp), Homo habilis (Hh), Homo erectus (He), Homo neanderthalensis (Hn) y Homo sapiens (Hs).



viernes, 10 de julio de 2020

Hacia una Teoría Sintética de la Geología


Hacia una Teoría Sintética de la Geología
Las ciencias experimentales hacen pronósticos en base a una teoría central o paradigma. La Tectónica de Placas es este paradigma para la Geología. Desgraciadamente éste no deviene todavía universal y hay que repensar como extenderlo al resto de cuerpos del cosmos. Esta es una propuesta. 
Viernes, 10 de julio de 2020
Por David Rabadà i Vives

La Tectónica de Placas deviene un paradigma aplicable a la Tierra pero difícilmente a otros cuerpos celestes. Por esta razón, y si logramos incorporar a la Geología el resto de cuerpos celestes, la Tectónica de Placas devendrá solo parte de una teoría mayor y más extensa sobre la Geología universal. Para forjar esta nueva Teoría Sintética de la Geología, la TSG, existen muchas variables en los cuerpos celestes. Tres de muy importantes son la densidad, su tamaño y la proximidad a otros astros, hechos que condicionan bastante su evolución y dinámica.
Si ordenamos los astros bajo su dimensión y densidad hallamos un punto de partida para nuestra TSG. De hecho parece existir cierta correlación inversa entre radio y densidad (Fig. 1), más si utilizamos sus logaritmos. Un gráfico así ofrece dos pendientes, una de leve para las estrellas, y otra más fuerte para los planetas. En ambas la inclinación nos dice lo mismo, a más diámetro menos densidad. Excepciones hay, pero la tendencia observada nos permite dibujar los primeros contornos de la nueva TSG.
Ordenados los cuerpos celestes de menor a mayor tamaño, primero encontramos a los meteoritos y asteroides que van de centímetros a algún millar de metros. Estos no ostentan diferencia evidente entre un núcleo y capas externas, como tampoco tectónica activa. Ello fue debido a su pequeña masa que disipó rápidamente el calor primigenio. Cabe indicar que su composición va desde silicatos hasta ejemplares ricos en hierro y níquel. Las densidades de todos juntos acontecen variables pero significativamente elevadas respecto a los astros gigantes. Los férricos pueden variar entre el 7 y 8 gramos por centímetro cúbico, mientras que el resto oscila entre los 3 y 3,7.
Siguen a los anteriores los satélites y otros asteroides grandes con poca o nula diferenciación en su estructura interna. Los principales minerales que componen su superficie son silicatos. Las densidades de estos astros no suelen superar los 3 a 4 gramos por centímetro cúbico. Sus radios comprenden unos pocos miles de kilómetros que tampoco les permitieron preservar el calor primigenio ni desarrollar una tectónica interna. No obstante, quienes reciben gravedades intensas desde cuerpos grandes y próximos sí que sufren fuertes deformaciones que los retuercen y friccionan provocando vulcanismos y fallas. Los satélites Io, Europa y Encelado podrían ser ejemplos.
Continuando llegaríamos a los satélites y planetas pétreos pequeños que sí presentan importantes diferencias dentro de su estructura interna. En ellos se  puede detectar un núcleo, manto y corteza diferenciados. Los principales minerales que componen su corteza son silicatos. Por otro lado las densidades medias de estos cuerpos suelen oscilar entre los 3,9 y 5,5 gramos por centímetro cúbico con radios entre los 2.400 y 3.400 kilómetros. Dada su modesta magnitud, no han podido mantener un manto suficientemente caliente y plástico en donde desarrollar una Tectónica de Placas. No obstante sí que manifiestan algunos fenómenos tectónicos por retracción del planeta durante su enfriamiento. Campos de fallas y fosas tectónicas en algunos de ellos así lo parecen testimoniar. Cabe añadir que su débil gravedad no fue capaz de retener una densa atmósfera que les ofreciera un fuerte escudo, ni una dinámica de fluidos que modificara rápidamente su superficie. Más bien al contrario, sus relieves permanecen como hace millones de años con bastantes impactos de meteoritos no cicatrizados. Marte, Mercurio y Plutón serían unos posibles ejemplos.
Seguirían a los anteriores los planetas rocosos más grandes como Venus y la Tierra. Estos también presentan un núcleo, manto y corteza con abundancia de silicatos. Las densidades medias de estos cuerpos oscilan entre los 5,2 y 5,5 gramos por centímetro cúbico, con radios de entre 6.000 a 6.400 kilómetros. Con estas magnitudes conservaron un manto caliente y plástico donde se ha instaurado una tectónica interna. En el caso de la Tierra la Tectónica de Placas y en el caso de Venus grandes continentes y emanaciones volcánicas en estudio. Hay que añadir que estos planetas, con una gravedad significativa, retienen una atmósfera estable a su alrededor con una gran dinámica de fluidos que alteran rápidamente sus parajes. Así los impactos de meteoritos han sido erosionados o cubiertos por otras formaciones geológicas. Su mundo es un cambio constante lleno de sorpresas futuras.
Pero después de los planetas rocosos tenemos los grandes gigantes gaseosos como Neptuno, Urano, Saturno y Júpiter. Estos también presentan capas diferenciadas, a veces con un núcleo sólido, cubiertas por una gran cantidad de volátiles, sobre todo hidrógeno y helio. Las densidades bajas de estos astros oscilan entre los 0,4 y 1,6 gramos por centímetro cúbico. Lo más sorprendente son sus enormes radios que pueden ir de los 24.000 a los 70.000 kilómetros o más.
Por encima de los anteriores cuerpos, y con una relación igualmente inversa entre la densidad y el radio (Fig. 1), nos encontramos las estrellas y su estado de plasma. No obstante, la pendiente entre ambas variables es más suave, es decir, a más radio la densidad va disminuyendo a un ritmo menos marcado que en los planetas. Así vamos desde estrellas modestas como el Sol y Altair (0,003 a 1,4 g/c.c.), hasta supergigantes como Antares y Betelgeuse (0,0013 a 0,00000008 g/c.c.), incluyendo en distintos puntos a estructuras de colapso gravitacional como las enanas blancas y los agujeros negros.
En resumen podemos decir que la relación inversa entre densidad y tamaño condiciona, y de menor a mayor, cuerpos no diferenciados, geoides diferenciados sin tectónica interna, geoides diferenciados con tectónica interna, gigantes con predominio de volátiles y gigantes en estado de plasma. La relación entre densidades y dimensiones de estos geoides quizás permita sentar las bases de esta TSG.
Etiquetas: Tectónica, Placas, Teoría, Sintética, Geología.
Fig. 1: Relación de densidades y radios de distintos astros. La pendiente más acusada pertenece a los planetas, satélites y asteroides, y la más suave y larga a distintas estrellas más el agujero negro J1650.



miércoles, 8 de julio de 2020

Atapuerca, ¿ciencia o corrupción? In: Catalunya Vanguardista - 07/07/2020

Atapuerca, ¿ciencia o corrupción?
Catalunya Vanguardista - 07/07/2020

Algunos científicos españoles creen que los directores de los yacimientos de Atapuerca han impuesto sus interpretaciones sin permitir el debate con otros expertos. Se dice que el Homo antecessor es una especie inventada, que el ritual funerario en la Sima de los Huesos jamás sucedió, y que algunas dataciones han sido amañadas. A todo lo anterior cabe añadir una polémica que recientemente salió en prensa. 


https://www.eldiario.es/castilla-y-leon/investigadores-atapuerca-junta-castilla-leon_1_6050167.html 

Atapuerca, ¿ciencia o intereses?
Algunos científicos creen que los directores de los yacimientos paleoantropológicos de Atapuerca (España, Burgos) han impuesto sus interpretaciones sin permitir el debate con otros expertos. Estos enclaves devienen fundamentales para la comprensión mundial de la evolución humana.
Lunes, 06 de julio de 2020
Por David Rabadà i Vives

Algunos científicos creen que los directores de los yacimientos de Atapuerca han impuesto sus interpretaciones sin permitir el debate con otros expertos. Se dice que el Homo antecessor es una especie inventada, que el ritual funerario en la Sima de los Huesos jamás sucedió, y que algunas dataciones han sido amañadas.
El equipo de Atapuerca ha sido dirigido desde los noventa por tres codirectores, Arsuaga, Carbonell y Bermúdez de Castro. Aunque su relación ha sufrido sus altos y sus bajos, sus interpretaciones las defienden bajo un frente común. Los dibujos y esculturas que han encargado a tal efecto forman parte de nuestra consciencia mundial diluyendo el resto de interpretaciones disidentes. La pregunta que cabe hacerse es, ¿realmente sus codirectores ostentan tanto poder?
En primer lugar ya nos llama la atención que el primer patrono de la Fundación Atapuerca sea el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, quién pasó por prisión al ser juzgado por corrupción en el llamado “caso de la construcción”. Los codirectores de Atapuerca no formaron parte de ninguna ilegalidad en aquello, aunque no la condenaron, pero los siguientes hechos quizás nos indiquen que tipo de estructura regentan.
Uno de los hechos más evidente en Atapuerca es el largo letargo que llevan sus fósiles. Su cierre a cal y canto no permite que los científicos disidentes puedan argumentar nuevas y mejores interpretaciones. Así son muchos los científicos que niegan la veracidad de muchas de las interpretaciones de Arsuaga, Carbonell y Bermúdez de Castro. Por ejemplo el Homo antecessor de Atapuerca ha sido denunciado como una especie mal definida. Algunos paleontólogos incluso afirman que fue inventado para ganar publicidad y subvenciones gubernamentales. Hoy en día cada vez más expertos consideran el antecessor como una simple variedad de Homo erectus y nada más. Véanse al respecto los trabajos recientes de Ribot, García y Wang entre muchos anteriores como White y Asfaw. Por dicha razón antecessor se desmoronaba en cada conferencia de sus creadores.
Otro ejemplo de interpretaciones discutidas lo tenemos con el supuesto ritual funerario en la Sima de los Huesos. Según los codirectores de Atapuerca, y hace unos 400.000 años, los humanos de aquellos momentos arrojaban a sus difuntos dentro de la sima bajo alguna creencia, hasta el obispo auxiliar de Asturias les apoyó en 2005 con su libro Una Lectura Creyente de Atapuerca. Raúl Berzosa reforzaba así la idea que aquellos Homo ya poseían creencias divinas hace más de 400.000 años, e incluso que Dios había diseñado nuestra evolución con tal fin. Cabe añadir que algún miembro importante del equipo de Atapuerca se halla vinculado al OPUS, entidad religiosa defensora que Dios ungió el don de creer desde tiempos pretéritos. El ritual funerario en la Sima de los Huesos encaja en esta tesis aunque para otros expertos aquello no tuvo nada que ver con creencias en el más allá, sino en la realidad del más aquí. Los datos geológicos, e incluso varios modelos matemáticos, indican que los huesos humanos se mezclaron con los de osos, cánidos y demás entre las corrientes de agua creadoras de la gruta. Véanse al respecto los trabajos de Peter Andrews, Fernández Jalvo, Egeland, Domínguez-Rodrigo, Stringer y Rabadà.
Todos los casos anteriores, y otros muchos más, quedarían resueltos si los expertos externos al equipo de Atapuerca tuvieran fácil acceso a unos restos blindados hace más de 20 años, algo que impide una investigación objetiva, libre y contrastada.
Pero la supuesta intervención de los codirectores de Atapuerca no sólo deviene sobre los ejemplares, también en las publicaciones. El propio trabajo de Ribot y colaboradores se encontró con pegas para desmentir al antecessor. Otro ejemplo más flagrante fue el de un experto odontólogo de la Universidad de Salamanca que descubrió que la mandíbula ATE9-1 del yacimiento de la Sima del Elefante en Atapuerca, y por las imágenes publicadas por el propio equipo de Atapuerca, fue mal reconstruida. De hecho había muchos dientes reposicionados en los alveolos que probablemente no pertenecieran a aquella mandíbula. La razón era que el individuo padecía una grave piorrea. Así se pidió permiso para ver la mandíbula recibiendo una negativa por parte de Bermúdez de Castro y de Martinón Torres. A pesar de ello, y años más tarde, este profesor de Salamana consiguió publicar sus resultados en el British Dental Journal en donde fue aceptado en diciembre de 2011. Al cabo de unos días recibió un mail de Bermúdez en donde le acusaba de haber obtenido la información sin la correspondiente autorización. Además le denunció al Comité de Ética Internacional y a la revista en cuestión. El odontólogo le respondió diciendo que habían utilizado las publicaciones del equipo de Atapuerca más las fotografías que se encontraban por la Red colgadas por ellos mismos. Al final el Comité de Ética Internacional dio la razón al profesor de Salamanca arguyendo que no había ningún indicio de plagio al haber analizado la mandíbula desde un punto de vista odontológico y no paleontológico.
Pero las intervenciones más flagrantes de los codirectores de Atapuerca han sido por el control de las entidades y su dinero. De hecho Atapuerca se lleva casi todas las subvenciones españolas del Plan Nacional. Dicho de otra manera, son muchos los yacimientos que quedan relegados ante la apisonadora de Atapuerca. En esto han existido críticos dentro del equipo de Atapuerca pero al final han sido desplazados de sus cargos. Pongamos por ejemplo la presidencia del CENIEH. En 2013 la ostentaba un eminente geólogo con una impecable trayectoria. Su visión crítica en el tema de Atapuerca le puso contra las cuerdas y bajo el enfado de Carbonell. En 2016 dejó el cargo y se convocó una oposición con un perfil exclusivo. La nueva presidencia recaería en un miembro importante del equipo de Atapuerca aunque tal nepotismo fue denunciado a los tribunales y estos decretaron que la oposición era nula. En consecuencia se tuvo que repetir la oposición con un perfil casi calcado al anterior y volviendo a ganar la plaza la misma persona. Actualmente se ha vuelto a impugnar esta oposición y las aguas andan revueltas.
Pero aquel caso no fue el único. En 1991 la jubilación de Emiliano Aguirre, el antiguo director de Atapuerca, propició que la mayor parte de su equipo abandonara el proyecto al tomar las riendas los tres codirectores conocidos. Posteriormente otros científicos que entraron en el equipo de Atapuerca, y al publicar fuera de los cánones establecidos, fueron exiliados.
En resumen, parece que Atapuerca jamás ha sido un proyecto científico sino una empresa que actúa bajo reglas de mercado en donde muchos de sus patrones constituyen un gran monopolio bajo el amparo de empresarios, políticos, y hasta de las más altas estancias del poder español. Quizás por ello Atapuerca fue investida con el Premio Príncipe de Asturias.
Etiquetas: Atapuerca, evolución humana, ciencia, corrupción.

https://ojs.uv.es/index.php/sjpalaeontology/article/view/17203

jueves, 2 de julio de 2020

Educació ha fet promeses falses amb la COVID

Educació ha fet promeses falses amb la COVID
e-noticies entrevista

A inicis del confinament el Departament d’Educació va fer promeses que ara no complirà. Va dir que quan obri els instituts de secundària durant el setembre la ràtio d’alumnes per aula seria de quinze, ara serà de vint o més, va dir que hi hauria desinfecció diària dels centres, ara ni en parla, va dir que contractaria desenes de milers de docents nous, ara seran uns 3.000, va dir que els alumnes haurien de portar mascaretes, ara ja no, va dir que els escolars haurien de mantenir dos metres de distància de seguretat a l’aula, ara ja no caldrà, i va dir que els docents pertanyents a grups de risc d’infecció estarien exclosos, ara tampoc. En fi, que el conseller Bargalló va passar d’una hiperfantasia a una hipermentida. Clar que el senyor Bargalló defensa que no cal memoritzar tantes coses als instituts, vet aquí potser el seu oblit. Viure sense recordar és el mateix que viure sense memòria. Qui no té memòria, ha de tenir cames. Que corri.

https://www.youtube.com/watch?v=zsNEewzcHv4&feature=youtu.be&fbclid=IwAR2KE4rGyG2kUg5PWWLDkKq0enbJNqurKsGHm-pDBoVCum0kIuIVqYOvbHM

miércoles, 1 de julio de 2020

Atapuerca bajo corrupción


Atapuerca bajo corrupción
Diario ABC
03.07.20
Los directores de los Yacimientos de Atapuerca (Burgos), poco han permitido la discusión científica sobre sus interpretaciones con otros expertos. Ejemplos de ello han sido la posible falsedad del Homo antecesor, del ritual funerario en la Sima de los Huesos o de algunas dataciones exageradas. A todo lo anterior se ha añadido una polémica que hace pocos días ha salido en prensa. Dos relevantes investigadores, Manuel Santonja y Alfredo Pérez-González del CENIEH, han denunciado que los restos arqueológicos hallados están siendo retenidos, y más allá de lo que marca la ley, por el mismo equipo de Atapuerca sin poder ser analizados y validados por otros científicos. En resumen, los del Equipo de Atapuerca pueden lanzar las interpretaciones que quieran y nadie las puede contrastar al no tener acceso a los materiales. La ley decreta que los hallazgos arqueológicos son bienes de dominio público, lo que significa que nadie se puede apropiar de ellos para retrasar décadas el debate científico. ¿Puede llamarse a esto corrupción?

Más información en:
https://www.catalunyavanguardista.com/atapuerca-ciencia-o-corrupcion/
https://www.eldiario.es/castilla-y-leon/investigadores-atapuerca-junta-castilla-leon_1_6050167.html 
https://ojs.uv.es/index.php/sjpalaeontology/article/view/17203/15424

Atapuerca, ¿ciencia o intereses?
Algunos científicos creen que los directores de los yacimientos paleoantropológicos de Atapuerca (España, Burgos) han impuesto sus interpretaciones sin permitir el debate con otros expertos. Estos enclaves devienen fundamentales para la comprensión mundial de la evolución humana.
Lunes, 06 de julio de 2020
Por David Rabadà i Vives

Algunos científicos creen que los directores de los yacimientos de Atapuerca han impuesto sus interpretaciones sin permitir el debate con otros expertos. Se dice que el Homo antecessor es una especie inventada, que el ritual funerario en la Sima de los Huesos jamás sucedió, y que algunas dataciones han sido amañadas.
El equipo de Atapuerca ha sido dirigido desde los noventa por tres codirectores, Arsuaga, Carbonell y Bermúdez de Castro. Aunque su relación ha sufrido sus altos y sus bajos, sus interpretaciones las defienden bajo un frente común. Los dibujos y esculturas que han encargado a tal efecto forman parte de nuestra consciencia mundial diluyendo el resto de interpretaciones disidentes. La pregunta que cabe hacerse es, ¿realmente sus codirectores ostentan tanto poder?
En primer lugar ya nos llama la atención que el primer patrono de la Fundación Atapuerca sea el empresario Antonio Miguel Méndez Pozo, quién pasó por prisión al ser juzgado por corrupción en el llamado “caso de la construcción”. Los codirectores de Atapuerca no formaron parte de ninguna ilegalidad en aquello, aunque no la condenaron, pero los siguientes hechos quizás nos indiquen que tipo de estructura regentan.
Uno de los hechos más evidente en Atapuerca es el largo letargo que llevan sus fósiles. Su cierre a cal y canto no permite que los científicos disidentes puedan argumentar nuevas y mejores interpretaciones. Así son muchos los científicos que niegan la veracidad de muchas de las interpretaciones de Arsuaga, Carbonell y Bermúdez de Castro. Por ejemplo el Homo antecessor de Atapuerca ha sido denunciado como una especie mal definida. Algunos paleontólogos incluso afirman que fue inventado para ganar publicidad y subvenciones gubernamentales. Hoy en día cada vez más expertos consideran el antecessor como una simple variedad de Homo erectus y nada más. Véanse al respecto los trabajos recientes de Ribot, García y Wang entre muchos anteriores como White y Asfaw. Por dicha razón antecessor se desmoronaba en cada conferencia de sus creadores.
Otro ejemplo de interpretaciones discutidas lo tenemos con el supuesto ritual funerario en la Sima de los Huesos. Según los codirectores de Atapuerca, y hace unos 400.000 años, los humanos de aquellos momentos arrojaban a sus difuntos dentro de la sima bajo alguna creencia, hasta el obispo auxiliar de Asturias les apoyó en 2005 con su libro Una Lectura Creyente de Atapuerca. Raúl Berzosa reforzaba así la idea que aquellos Homo ya poseían creencias divinas hace más de 400.000 años, e incluso que Dios había diseñado nuestra evolución con tal fin. Cabe añadir que algún miembro importante del equipo de Atapuerca se halla vinculado al OPUS, entidad religiosa defensora que Dios ungió el don de creer desde tiempos pretéritos. El ritual funerario en la Sima de los Huesos encaja en esta tesis aunque para otros expertos aquello no tuvo nada que ver con creencias en el más allá, sino en la realidad del más aquí. Los datos geológicos, e incluso varios modelos matemáticos, indican que los huesos humanos se mezclaron con los de osos, cánidos y demás entre las corrientes de agua creadoras de la gruta. Véanse al respecto los trabajos de Peter Andrews, Fernández Jalvo, Egeland, Domínguez-Rodrigo, Stringer y Rabadà.
Todos los casos anteriores, y otros muchos más, quedarían resueltos si los expertos externos al equipo de Atapuerca tuvieran fácil acceso a unos restos blindados hace más de 20 años, algo que impide una investigación objetiva, libre y contrastada.
Pero la supuesta intervención de los codirectores de Atapuerca no sólo deviene sobre los ejemplares, también en las publicaciones. El propio trabajo de Ribot y colaboradores se encontró con pegas para desmentir al antecessor. Otro ejemplo más flagrante fue el de un experto odontólogo de la Universidad de Salamanca que descubrió que la mandíbula ATE9-1 del yacimiento de la Sima del Elefante en Atapuerca, y por las imágenes publicadas por el propio equipo de Atapuerca, fue mal reconstruida. De hecho había muchos dientes reposicionados en los alveolos que probablemente no pertenecieran a aquella mandíbula. La razón era que el individuo padecía una grave piorrea. Así se pidió permiso para ver la mandíbula recibiendo una negativa por parte de Bermúdez de Castro y de Martinón Torres. A pesar de ello, y años más tarde, este profesor de Salamana consiguió publicar sus resultados en el British Dental Journal en donde fue aceptado en diciembre de 2011. Al cabo de unos días recibió un mail de Bermúdez en donde le acusaba de haber obtenido la información sin la correspondiente autorización. Además le denunció al Comité de Ética Internacional y a la revista en cuestión. El odontólogo le respondió diciendo que habían utilizado las publicaciones del equipo de Atapuerca más las fotografías que se encontraban por la Red colgadas por ellos mismos. Al final el Comité de Ética Internacional dio la razón al profesor de Salamanca arguyendo que no había ningún indicio de plagio al haber analizado la mandíbula desde un punto de vista odontológico y no paleontológico.
Pero las intervenciones más flagrantes de los codirectores de Atapuerca han sido por el control de las entidades y su dinero. De hecho Atapuerca se lleva casi todas las subvenciones españolas del Plan Nacional. Dicho de otra manera, son muchos los yacimientos que quedan relegados ante la apisonadora de Atapuerca. En esto han existido críticos dentro del equipo de Atapuerca pero al final han sido desplazados de sus cargos. Pongamos por ejemplo la presidencia del CENIEH. En 2013 la ostentaba un eminente geólogo con una impecable trayectoria. Su visión crítica en el tema de Atapuerca le puso contra las cuerdas y bajo el enfado de Carbonell. En 2016 dejó el cargo y se convocó una oposición con un perfil exclusivo. La nueva presidencia recaería en un miembro importante del equipo de Atapuerca aunque tal nepotismo fue denunciado a los tribunales y estos decretaron que la oposición era nula. En consecuencia se tuvo que repetir la oposición con un perfil casi calcado al anterior y volviendo a ganar la plaza la misma persona. Actualmente se ha vuelto a impugnar esta oposición y las aguas andan revueltas.
Pero aquel caso no fue el único. En 1991 la jubilación de Emiliano Aguirre, el antiguo director de Atapuerca, propició que la mayor parte de su equipo abandonara el proyecto al tomar las riendas los tres codirectores conocidos. Posteriormente otros científicos que entraron en el equipo de Atapuerca, y al publicar fuera de los cánones establecidos, fueron exiliados.
En resumen, parece que Atapuerca jamás ha sido un proyecto científico sino una empresa que actúa bajo reglas de mercado en donde muchos de sus patrones constituyen un gran monopolio bajo el amparo de empresarios, políticos, y hasta de las más altas estancias del poder español. Quizás por ello Atapuerca fue investida con el Premio Príncipe de Asturias.
Etiquetas: Atapuerca, evolución humana, ciencia, corrupción.


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