73. El director no es una ONG
Puede
que la entrevista con el tutor no le haya satisfecho y que decida acudir a
estamentos más elevados. De todas formas si la opinión del mentor fue
respaldada por el claustro educativo, ahora se encontrará con los mismos
conceptos pero con distintas palabras. El director estará informado de lo
acaecido y debería mantener y defender lo que su equipo educativo elaboró ya
que difícilmente estarán equivocados todos los profesores de un centro en
contra de un estudiante. En su caso, el de padres, mejor pedir hechos y datos
concretos que no divagar entre opiniones, interpretaciones y percepciones. Los
hechos serán los hechos, y si un adolescente no cumplió con sus obligaciones, o
incurrió en una falta de comportamiento, difícilmente podrá negarse la
evidencia de tantos testigos como son compañeros de clase y profesores. Hay que
añadir que el director no es una sucursal de un banco ni una oficina de quejas,
es un gestor de un gran capital humano formado por cientos de alumnos y decenas
de educadores. Él debe velar por la disciplina entre sus estudiantes, por la
profesionalidad de sus trabajadores y por la calidad educativa de todo el
centro. Puede y debe atender las entrevistas de los casos más graves, pero no
la de todos los centenares de padres que han confiado sus hijos al instituto.
Para poner una situación que convendremos en exagerada, si
cada trimestre unos progenitores van a quejarse a dirección, algo pasa con la
paja del ojo ajeno y la viga en el propio. En este sentido es
aconsejable cumplir con el conducto reglamentario y acudir primero al tutor y
sólo cuando usted crea que el problema no se ha solucionado con éste, podría
concertar encuentro con el mandamás. No resulta muy eficaz matar moscas a
cañonazos. A veces debemos averiguar qué perfil paterno ostentamos para darnos
cuenta de nuestras virtudes y errores. Si vemos la paja mejor veremos la viga.
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