La Palma de las erupciones

Parece ser que tenemos unas 6 erupciones cada 500 años en La Palma, una media de una por siglo. En este XXI ya llevamos más. La de 2021 en La Palma se ha llevado la palma. Con más de 1.300 viviendas destruidas y más 2.200 personas afectadas el tema ha dejado mella. Cabe recordar que la ordenación del territorio en las Canarias, y si sale el tema, produce muchas tensiones. Es decir, no queda claro dónde o no se puede construir para minimizar los riesgos volcánicos. El problema es que tras una erupción ello conlleva grandes gastos que debe asumir el conjunto del estado, y son datos, no interpretaciones ideológicas. Las zonas más afectadas de La Palma fueron los Llanos, seguido por El Paso y finalmente por Tazacorte. Estas localidades se han llevado la palma por una baja previsión en la ordenación del territorio. Sabemos que el vulcanismo de aquí está activo y que en pocas decenas de años hay efusiones. Eso significa que todo lo que se edifica al sur de la isla está en riesgo volcánico. Las simulaciones del CSIC años antes ya indicaban que por Cumbre Vieja podían surgir nuevas erupciones y qué vertientes podían quedar cubiertas por futuras lavas. Resulta obvio que cabe prever en donde es o no preferible construir para evitar grandes disgustos. Las ideologías políticas, las presiones de constructoras y los votos no suelen casar con los datos que nos ofrecen los equipos científicos estatales que pagamos entre todos. Lo peor pudiera ser que el gobernante hubiera ninguneado los datos que tenía de antemano por sus propios funcionarios. La erupción de 2021 emitió más 1,2 km3 de roca, más de 400 veces el estadio del Camp Nou lleno de agua. Eso inunda cualquier intento político de llenarse la boca con la razón.