Muchos docentes opinan que algunas teorías educativas no les permiten construir un mundo mejor desde la enseñanza. De hecho poca gente contrasta estas teorías con datos reales. Para mejorar el sistema educativo son necesarias más demostraciones y menos opiniones. Hay que observar los hechos probados y sistematizarlos. He aquí cartas de prensa, artículos en los medios y capítulos numerados que ofrecen un amplio corolario de datos contrastados para mejorar realmente la enseñanza y la sociedad.
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martes, 1 de marzo de 2016
CONTRA LA NUEVA EDUCACIÓN de Alberto Royo
Excelente retrato de quienes se consideran expertos en educación pero sin impartir ni veinte horas por semana, ni con treinta alumnos por aula, ni con estudiantes de diversa índole económica y étnica. En fin, Alberto Royo, el autor, denuncia y argumenta con hechos reales y contrastados a quienes predican como enseñar en clase pero que no lo practican al cien por cien. El autor expone con prístina claridad y lógica irrefutable la eterna lucha entre la pedagogía teórica por comprobar y la didáctica pedagógica demostrada. La primera se proclama innovadora pero repite ideas equivocadas de hace más de cien años. La segunda va mejorando la enseñanza con la experiencia de más y más docentes. Por desgracia, y así lo demuestra el autor, la pedagogía teórica sigue detrás de nuestras leyes educativas entorpeciendo y empeorando el sistema. La prueba son los informes PISA que hace décadas denuncian como el fracaso escolar aumenta año tras año en nuestro país. Ante tal alud de datos la pedagogía teórica culpa a los docentes del fiasco académico español. Lo más perverso es que les acusa de estar mal formados ya que no deben darse conocimientos a los alumnos sino educación emocional, es decir, la enseñanza no debe perseguir la transmisión de conocimientos de los doctos sino procurar cosas tan abstractas en el aula como la felicidad de los alumnos, la creatividad de los mismos y la libertad en clase. Ante tal paradoja el autor se pregunta, ¿por qué la buena didáctica no se hace escuchar entre la clase política?, ¿tan difícil resulta que la realidad educativa sea vista por todos? Desgraciadamente las leyes educativas siguen bajo las clases magistrales de estos supuestos expertos educativos que prohíben las de los docentes en activo. Es decir, ahora los profesores deben enseñar sin clases magistrales pero sí deben asistir a las que imparten los pedagogos teóricos. En fin, un mundo al revés que Alberto Royo, como profesor, vive cada día en propia carne.
(Barcelona, 01-03-2016)
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