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lunes, 6 de marzo de 2017

PRESENTACIÓ del FÒRUM per al PROGRÉS de l'ENSENYAMENT


Imatge inserida 1

ACTE PÚBLIC de PRESENTACIÓ

Debatran sobre el futur del sistema educatiu:

Senyor Francisco López Rupérez, ex president del Consell Escolar de l’Estat.
Senyor Lluís Font Espinós, president del Consell Escolar de Catalunya.

Dimarts, 28 de març, 19 hores, Sala d’Actes del Col·legi de Doctors i Llicenciats, Rambla de Catalunya, 8, Barcelona.


Es prega confirmació enviant un missatge a : forumensenyament@gmail.com 


sábado, 4 de marzo de 2017

76. Padres ausentes

        Pagar la hipoteca, las letras del coche, los créditos por los electrodomésticos e incluso aquellos caprichos que todos queremos nos llevan a ser unos esclavos del trabajo y de su reloj. O invertimos gran parte de nuestro tiempo en el mundo laboral o nos quedamos sin dinero. El escenario anterior presenta una contraprestación si se tienen hijos. Tanta esclavitud laboral por un salario que da de comer a los tuyos sirve al final para no poder atenderlos correctamente. Uno, y sin elegirlo apenas, se ha transformado en un familiar ausente.


-        Yo no puedo estar por mis hijos, no tengo tiempo. Trabajo mucho por ellos y así tienen lo que necesitan.

Tener un hijo implica quererlo y educarlo dedicándole el tiempo de calidad que sea necesario, por desgracia nuestro mundo laboral no siempre lo permite. Existen guarderías y colegios para nuestros vástagos pero éstos jamás podrán sustituir el rol familiar. En Estonia y Finlandia la administración promueve, ayuda, acompaña, refuerza e induce a la familia hacia su papel primordial, el educativo, pero en España ocurre todo lo contrario ya que el gobierno delega cada vez más dicha función al sistema escolar. En fin que el sistema educativo español no es equitativo y depende en gran parte del sistema familiar. Si padres o tutores saben preocuparse por la enseñanza de sus hijos, las probabilidades de éxito escolar son casi del cien por cien. Sólo aquellos casos excepcionales o clínicos se escapan a esta norma.
Visto lo anterior, los padres ausentes se hallan muy aislados con sus hijos. Recuérdese que la llegada a la adolescencia conlleva la soledad pubescente al romper la comunicación con los progenitores. Por eso los adolescentes se abren a un grupo o banda, a unas nuevas amistades ávidas de referentes. Si los padres ya pertenecían al perfil de los ausentes, el problema se agrava exponencialmente en la pubertad. El zagal defiende entonces que ya no es necesario explicar mucho en casa, que los padres no le comprenden y que se puede pasar dócilmente de los estudios. En definitiva, la confianza mutua ya no existe, el adolescente se cree con más derechos que obligaciones y los padres han perdido toda comunicación y autoridad. Lo grave es que recuperar ese puente es muy difícil si no existió durante la infancia. Algo que funciona muy bien, y que ya se comentó en este sentido, es comer sin el televisor para potenciar la conversación entre adultos y adolescentes. Por desgracia el progenitor ausente interviene poco en la vida del hijo y delega mucho a terceros como tíos, abuelos, hermanos mayores o al propio colegio. Los deberes escolares o las efemérides del día son escasamente conocidas por éste, lo que trae consigo que el alumno no reciba felicitaciones paternas por mérito alguno. El control de su entorno es muy bajo y el hijo se halla con gran libertad de movimiento con la televisión, Internet, amistades o paseos fuera de casa. A veces coincide este tipo de perfil con parejas separadas y/o familias desestructuradas. Bajo un influjo así el chaval no suele crear problemas de disciplina en el colegio pero cuelga los estudios sin hacer ruido. Lo podríamos calificar de pasota dócil. Nulo o inconstante en el trabajo escolar, recurre a cierto aislamiento cordial con el grupo, un holgazán simpático. Puede incluso que se justifique y te diga:

-        No voy a estudiar porque quiero trabajar, por desgracia hasta los dieciséis no me lo permiten.

En casa no insiste demasiado en que se le compre algo, está acostumbrado a buscarse la vida y a no pedir a quien poco está en el hogar. Suelen desarrollar más la introversión que la extroversión pero siendo fuertes psicológicamente. El riesgo de fracaso escolar repitiendo curso es muy elevado. En fin, que para evitar ser un educador ausente, y desde alevines, reorganice su horario laboral para aproximarlo al máximo al de su pareja e hijos, lo contrario sería trabajar mucho para exigir más a los otros por la educación de sus retoños. En caso contrario, y si le resulta imposible, no se equivoque, no se crea culpable. Busque quien pueda acompañar bien a sus hijos y en tiempos libres que vengan a usted.

Me contaban un día que un padre se exaltaba ante un profesor diciendo:

-        Mire Rabadà, yo trabajo mucho fuera de casa para darle un futuro a mi hijo. ¿Quererlo? Él ya sabe lo mucho que le quiero. Siempre he dejado que mi hijo sea responsable, pero es la primera vez que me entero que se porta mal en clase – se refería a desafiar y faltar al respeto a los docentes -. Cuando le pille en casa se va a enterar.

El chaval estaba incubando la adolescencia y ahora empezaba a revelarse en contra de sus adultos. El padre, severo y preocupado, intervenía en la educación de su hijo en momentos puntuales, es decir, cuando las cosas se salían de madre. Cuando así lo hacía era de forma enérgica y contundente. Él era un progenitor que pertenecía al perfil de los ausentes parciales. Los padres dentro de esta tendencia son inconstantes en disciplina y en tiempo de calidad hacia sus hijos. Esa contradicción de periodos de ausencia y periodos de severidad traen consigo un adolescente confuso que desarrolla un personaje provocador y ruidoso en el aula. Son padres que no suelen reír las gracias de sus hijos y que no les justifican en demasía. De todas formas, y en algunas ocasiones, desarrollan el papel de amigos de su prole comprándoles algunos caprichos caros. En tal contexto no es de extrañar que los púberes no entiendan los cambios de exigencia y de disciplina en el hogar, situación que les empuja a ser provocativos y a tomar sus decisiones independientemente de las consecuencias que con ello puedan sobrevenirles.

Hoy salgo con mis amigos aunque me lo prohíbas.

Por otro lado, su nivel de trabajo se vuelve inconstante y su rendimiento académico con elevado riesgo a repetir. De todas formas no suelen ser chavales insistentes en sus caprichos. Psicológicamente presentan una buena fortaleza y en su entorno son sociables y abiertos.

lunes, 27 de febrero de 2017

75. Educadores justificadores


        Ver la paja en ojo contrario pero no ver la viga en el tuyo es harto común en los humanos. A menudo nos percatamos de los defectos ajenos y nos cuesta horrores reconocer los nuestros. A todo esto se le llama error por subjetividad. La evaluación de nuestros hijos está llena de ésta por una simple razón, el amor que sentimos por ellos. En fin, que el querer no resulta una lente objetiva. Recuerdo el caso de una madre que ante todos los suspensos de su hijo le justificaba así:

-        El niño estudia mucho, ¿sabe? El otro día se pasó tres horas en su habitación sin poner la tele.

Pero no estudió, sólo apagó el televisor, algo que no explicaba los suspensos en educación física, ética y plástica. Otra madre argumentaba:

-        Es culpa de los profesores, todos le tienen tanta manía a mi Christian, que por eso suspende todas las áreas.

Una tercera afirmaba:

-        Mi hijo en mates, es que verá, no es bueno. Las mates, es que le cuestan mucho, ¿sabe? Él sólo estudia lo que le gusta.

Y una de las peores se quejaba a un profesor de la siguiente forma:

-        ¿Qué mi hijo es soberbio? Todos los adolescentes lo son. Yo me pregunto entonces que nivel de soberbia es capaz de admitir usted como docente. Él, mi hijo, es como yo, y le comprendo perfectamente. Yo hago igual que él.

Ser soberbia. Y no había duda que así lo hacía. Añadiré lo que luego dijo el padre de este alumno durante la misma entrevista:

-        ¿Me está diciendo que mi hijo no se comporta bien en clase? Usted a mi hijo no le conoce en absoluto, él es muy sensible, hasta defendió el NO a la guerra de Iraq, ¿por qué no se meten con otros de su clase que fuman porros, van rapados y llevan símbolos nazis? Yo conozco muy bien a mi hijo, cosa que usted no. Deje que yo le eduque y usted dedíquese sólo a enseñar.

Pero quizás el caso más triste, y real como todos los anteriores, fue el de un zagal muy díscolo y expedientado por todo el claustro en donde la madre le justificaba sentenciando:

-        Ustedes se lo han inventado todo. Sepan que mi hijo, a mi, jamás me mentiría.

Y si quieren añadamos otras afirmaciones de otros progenitores como: yo, a su edad, era igual y hacía lo mismo, u otra como, pero si es un niño, deja que haga lo que quiera, tiempo habrá que la vida le haga sufrir. En fin, que los padres justificadores existen, nada más releer los casos anteriores salta a la vista, pero ¿cómo pueden ellos saber que lo son? Y lo más importante, ¿qué consecuencias acarrean en el comportamiento de sus hijos?

Vayamos por partes, los padres justificadores defienden a ultranza a su prole consciente o inconscientemente a pesar de la culpabilidad probada de ésta. Suelen ser padres que felicitan cualquier mérito de sus hijos, les ríen la mayoría de gracias y les compran muchos artículos de consumo. Puede que dediquen mucho tiempo a sus hijos pero luego les dejan demasiada libertad de elección.

-        Mi Oriol no vino al cole ayer para estudiar en casa de su compañera de clase – añádase al asunto que Oriol jamás estudiaba y que la compañera era algo más que eso -. Y como se les hizo muy tarde estudiando, pues claro, le dejé que se quedara a dormir en casa de su compañera de clase. A la mañana siguiente, y cansados como estaban, no pudieron ir al colegio. Por eso llegaron al centro a las tres de la tarde, como usted ya fue informado.

Las justificaciones maternas al estilo anterior hacen que los hijos se adapten al ecosistema y a vivir que son tres días, más algunas noches de goce con la compañera. Los así adolescentes se transmutan en sujetos orgullosos y engreídos. Su autoestima y orgullo son tan fuertes que suelen mirar por encima del hombro al docente, todo ello a sabiendas que sus progenitores vendrán en su ayuda si lo necesitan, unos padres blandos, protectores, compradores y muy amigos de sus hijos.

-        ¡Que a mi no me ralles! ¡Que no me digas nada tío! ¡Que ya hablará mi madre contigo! ¿Te enteras profe? ¡Que me das asco!

¿Y los trabajos de estos alumnos en clase? Pues son nulos o inconstantes. Cuando lo necesitan se ponen las pilas y, si se lo proponen, aprueban, por lo que no suelen repetir curso aunque sí afectan a la mayoría del grupo con sus arrebatos en el aula. La causa de todo esto es que en el colegio hay normas y en la familia no las hay. Ante esta contradicción cabe preguntarse, ¿quién debe adaptarse a quien? Recuerdo a cierto pedagogo reformista declarar por televisión que los colegios deben adaptarse a las nuevas familias, que hay que hacer un esfuerzo para asimilar mejor la falta de disciplina familiar. En fin, y con ironía, que deberíamos dar la razón a la madre que dijo:

-        Mi hijo, a mi, jamás me mentiría.

Por desgracia éste se volvió popular por sus hurtos y fechorías. Como decía Inger Enkvist en su libro La Buena y la Mala Educación.

Si los padres defienden automáticamente a sus hijos en un conflicto sin averiguar antes lo que ha sucedido, están socavando no sólo la autoridad de la escuela, sino también la suya propia ante el hijo.

jueves, 23 de febrero de 2017

Xavier Melgarejo R.I.P.

Esta semana nos dejó un grande de la educación. Desde su honradez, humanidad y humildad, el doctor en pedagogía, Xavier Melgarejo, nos regaló sus amplios conocimientos sobre un sistema educativo exitoso, el finlandés, un sistema que él mismo estudió y se ganó a pulso sin ayuda institucional alguna. Para quien conociera a Xavier, éste fue, y por encima de todo, un espíritu bondadoso lleno de lucha, perseverancia y amor. Pero que no se engañe el lector ya que él, como tenaz y práctico pedagogo, exudó crítica, sinceridad y acidez hacia la mediocridad institucional. Finalmente su lucha contra el cáncer le reforzó el valor que ya sentía por algo que continuamente se nos escapa de las manos, el tiempo. Ahora el cáncer le arrebató todo y sólo nos dejó su espíritu. Por mi parte añoraré, añoro, nuestros encuentros personales y profesionales. Que tu buena enseñanza nos acompañe.

lunes, 20 de febrero de 2017

Decálogo x Pacto de Estado por la Educación

Decálogo de mínimos para alcanzar un Pacto de Estado por la Educación
Ver vídeo (Protege la Educación (Vídeo en YouTube))

Con motivo de un posible Pacto de Estado por la Educación se acaba de lanzar un Manifiesto que plantea diez principios básicos y urgentes en los que, según sus impulsores, debería ampararse cualquier futuro acuerdo en el Congreso de los Diputados. “La Educación -reza este manifiesto-, no es de derechas ni de izquierdas” y sus firmantes diagnostican que el fracaso educativo obedece a unas “leyes que defienden más los intereses ideológicos del Gobierno al cargo que la mejora real y la estabilidad de la enseñanza”.

Barcelona, 20 de febrero de 2017 – “Las leyes educativas de nuestro país llevan décadas oscilando con cada cambio de gobierno. Sin embargo, ninguna de ellas ha resuelto el gigantesco fracaso escolar que casi duplica la media europea”. Bajo esta premisa, un grupo de dieciséis profesionales, en su mayoría docentes, acaba de presentar un decálogo de mínimos que, a su juicio debería contemplar cualquier posible Pacto de Estado sobre Educación.
EL Manifiesto, redactado por el profesor y experto en educación, David Rabadà i Vives, ha sido presentado inicialmente en el digital Catalunya Vanguardista, y ratificado por escritores y académicos como Félix de Azúa (miembro de la R.A.E), Ricardo Moreno Castillo (Panfleto antipedagógico), Alberto Royo (Contra la Nueva Educación) o Ramon Fontserè (Els Joglars), además de varios docentes universitarios y catedráticos y profesores de secundaria de varias disciplinas científicas y humanísticas.
Sus firmantes alertan sobre “los intereses partidistas que han encharcado el debate educativo desde la promulgación de la LOGSE, en 1990 y contra ciertas teorías pedagógicas no contrastadas, cuya jerga ha intoxicado el debate educativo y cuya aplicación es –según Xavier Massó, uno de sus impulsores - responsable del actual fracaso en la enseñanza”.
El documento pretende recabar el máximo de adhesiones posible bajo el lema: «Protege la Educación»  y se acompaña de un vídeo que resume el espíritu del Manifiesto. La intención de sus impulsores pasa también por la puesta en marcha de una posterior campaña de crowdfunding que servirá para elaborar un informe alternativo al que se presentará en el Congreso de los Diputados en los próximos meses, así como la creación de una plataforma digital dedicada íntegramente a presentar sus propuestas desde un enfoque profesional de la docencia.
Con la intención de recabar adhesiones y elevarlo al Congreso de los Diputados como plataforma, el manifiesto «Protege la Educación» se ha presentado en la plataforma Change.org
Paralelamente, se realizarán acciones virales en redes sociales como Facebook, Twitter o Linkedin.

Más información:
Protege la Educación (Vídeo en YouTube)

Contactos para prensa:
David Rabadà / 639 570 386
Xavier Massó / 669 220 374
Eva Serra / 608 039 119

viernes, 17 de febrero de 2017

74. MALOS EDUCADORES -intro-

Existe una clara relación entre la educación inicial de los críos y el desarrollo de sus capacidades personales y estudiantiles. La intervención materna y paterna en la más temprana infancia condiciona en gran medida los resultados académicos futuros. En ello un diestro profesor toma anotaciones de padres y alumnos viendo las posibles relaciones entre ambos. Muy a menudo las notas del estudiante y su conducta en clase hallan paralelismos con el perfil familiar que lo incubó. De entre muchos docentes y de sus anotaciones al respecto, se confeccionaron las siguientes tendencias entre progenitores e hijos. Los perfiles de padres que van a describirse han sido el resultado de más de mil casos reales de escolares, de entrevistas con sus progenitores y de clases en ocho centros distintos. A partir de ello se esbozaron los tipos de educadores que en breve se detallarán, unas tendencias que no necesariamente deben casar con su realidad. Cuando algo tiende a algo solo significa que se le acerca y no que sea eso mismo. Valga el ejemplo del horóscopo. Si uno lee el suyo todo parece encajar sin darse cuenta que las valoraciones cualitativas se aproximan en gran manera a todo mortal pero que en realidad no corresponden a su identidad al cien por cien.

El trabajo le traerá alguna complicación (y a quien no), pero en asuntos personales la cosa irá mejorando durante el día (cuando te vayas a dormir y te olvides de todo). Cuide la salud (algo que todo el mundo debe procurar).

Pongamos ahora el caso de unos gemelos univitelinos y lea su horóscopo. Al final ellos son distintos y su vida también, las estrellas no determinaron su futuro aunque el periódico intente insinuarlo. Pruebe ahora a leer el horóscopo del vecino y casi seguro que le parecerá también el suyo. En fin, que en todos ellos se verá reflejado en parte. En los perfiles familiares que van a describirse no sea hipocondríaco, no vaya a verse en todos, uno no posee todos los horóscopos. Pudiera ocurrir que su caso coincidiera con dos o tres perfiles, ya no más. Estas tendencias familiares son tendencias que no horóscopos.

Los perfiles aquí definidos corresponden a familias con hijos que han fracasado parcial o totalmente. La mayoría de familias como la suya no tienen graves problemas que resolver. Piense que su interés por leer ya le descarta de muchos de estos sectores. Aquí se exponen los casos extremos de fracaso escolar que se insiste, son grupos de tendencias y no la realidad. Los humanos clasificamos lo observado para dar algo fácil que digerir a nuestro ancestral cerebro. Jamás una clasificación es la realidad, la realidad es uno y no la casilla donde le han dicho que encaja. Sea objetivo y no se deje llevar por el síndrome pulga.

Por una que me dijeron que había, me picaba todo el cuerpo.

      No se rasque mucho ante los próximos perfiles, sólo analice si otros educadores pertenecen o no a tales tendencias. De todo ello obtendrá una información brillante para detectar a todos aquellos malos educadores.

martes, 14 de febrero de 2017

73. El director no es una ONG

Puede que la entrevista con el tutor no le haya satisfecho y que decida acudir a estamentos más elevados. De todas formas si la opinión del mentor fue respaldada por el claustro educativo, ahora se encontrará con los mismos conceptos pero con distintas palabras. El director estará informado de lo acaecido y debería mantener y defender lo que su equipo educativo elaboró ya que difícilmente estarán equivocados todos los profesores de un centro en contra de un estudiante. En su caso, el de padres, mejor pedir hechos y datos concretos que no divagar entre opiniones, interpretaciones y percepciones. Los hechos serán los hechos, y si un adolescente no cumplió con sus obligaciones, o incurrió en una falta de comportamiento, difícilmente podrá negarse la evidencia de tantos testigos como son compañeros de clase y profesores. Hay que añadir que el director no es una sucursal de un banco ni una oficina de quejas, es un gestor de un gran capital humano formado por cientos de alumnos y decenas de educadores. Él debe velar por la disciplina entre sus estudiantes, por la profesionalidad de sus trabajadores y por la calidad educativa de todo el centro. Puede y debe atender las entrevistas de los casos más graves, pero no la de todos los centenares de padres que han confiado sus hijos al instituto. Para poner una situación que convendremos en exagerada, si cada trimestre unos progenitores van a quejarse a dirección, algo pasa con la paja del ojo ajeno y la viga en el propio. En este sentido es aconsejable cumplir con el conducto reglamentario y acudir primero al tutor y sólo cuando usted crea que el problema no se ha solucionado con éste, podría concertar encuentro con el mandamás. No resulta muy eficaz matar moscas a cañonazos. A veces debemos averiguar qué perfil paterno ostentamos para darnos cuenta de nuestras virtudes y errores. Si vemos la paja mejor veremos la viga.