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viernes, 27 de septiembre de 2013

VIDA A MART UN ESCÀNDOL

LIFE ON MARS OR LIES ON MARS?: Este 26 de septiembre de 2013 la NASA ha anunciado que Marte contiene agua y que quizás albergó, o albergue, vida en su superficie. Ya en agosto de 1996 el Gobierno Clinton hizo lo mismo pero en aquella ocasión lo afirmó mundialmente. Un meteorito procedente de Marte, y milagrosamente hallado en la Antártida, daba crédito a aquella ratificación gracias a unos aminoácidos presentes en aquella roca. Bajo tal excusa el gobierno Clinton justificó millones de dólares en visitas al Planeta Rojo para verificar tal hallazgo y en tan sólo unas pocas semanas ya estaba lista una misión espacial, algo inaudito en toda la historia de la NASA. Obviamente el encargo llevaba programado muchos meses. Dos años más tarde, en enero de 1998, la prestigiosa revista Science explicaba que los aminoácidos hallados en el meteorito no eran marcianos sino de contaminación terrestre, es decir que no había prueba alguna de vida en Marte, noticia que apenas ocupó un espacio ínfimo en los medios. No obstante, las misiones de la NASA continuaron para corroborar lo que muchos científicos cautos, humildes y objetivos ya sabían, que no hay vida en Marte, sólo un gran desierto. Este hecho ya había sido mostrado por la Viking 2 en 1976. Por aquel entonces el bioquímico Joan Oró y otros científicos habían determinado que dada la composición estable de la atmósfera marciana nada la alteraba actualmente, ni erupciones volcánicas ni actividades biológicas. Pero la obsesión por hallar vida en Marte continuó con la Mars Global Survivor y en junio del 2000 la NASA anunció que con toda seguridad había agua en estado líquido en Marte y que por tanto, quizás vida. De hecho sólo habían hallado indicios de erosión hídrica, a saber si por otro fluido. Con la llegada en 2001 de Bush al poder las cosas no fueron distintas y en marzo de 2004 su gobierno declaró que en Marte hubo océanos y probablemente vida en ellos. La misión con el Spirit y el Opportunity así lo indicaban al fotografiar surcos producidos por algún fluido, que no necesariamente agua, más la presencia de sulfatos que según la NASA procedían de ambientes hídricos, aunque pudieran darse también en medios muy ácidos. Cabe remarcar que el agua es un elemento inorgánico que no se debe confundir con la presencia de vida. En la Tierra por ejemplo surgió de los cometas y meteoritos que la aportaron, más los volcanes que posteriormente la exudaron, y no por ello pensamos que la vida surgió del magma. Agua y vida jamás implican una causa y efecto inevitable y Marte es un gran desierto. De hecho la propia NASA, y con la boca pequeña, admitía que le faltaban datos para llegar a concluir que hubo vida marciana. En abril de 2006, y esta vez fue una misión europea, la Mars Express reveló para la revista Science lo que ya se dijo, que Marte había sido un gran desierto durante al menos el 75 % de su historia final. Es decir, si hubo vida vinculada a posibles masas de agua, como la NASA dijo pretender demostrar, sólo pudo darse más allá de sus 3.500 millones de años. Estos datos ponían en cuestión la estrategia del programa de exploración de Marte por parte de la NASA. Su obsesión por hallar agua líquida reciente, y en ello indicios de vida, desvelaban claras intenciones nada científicas. De hecho, la presión atmosférica marciana es tan sumamente baja que el agua no puede hallarse en forma líquida, a lo sumo permanecerá como hielo en el subsuelo que se sublimará en vapor sin pasar por caldo apenas. Sin posibilidades de agua líquida en Marte, la búsqueda de vida en el planeta rojo resulta una mera quimera. Aún así, los Estados Unidos y su NASA mantuvieron su tesis y en mayo de 2008 una nueva sonda, la Phoenix, amartizó en el Polo Norte hallando agua, como no, helada en el subsuelo marciano pero sin rastro de vida alguno. Y llegamos al presente cuando unos Estados Unidos a punto de la quiebra por su deuda externa arrojan otro bombazo marciano. Analizadas en marzo de 2013 unas rocas obtenidas por el reciente amartizado Curiosity, la NASA afirma que Marte pudo albergar microbios vivos por el simple hecho de hallar lechos fluviales fósiles de pH casi neutro. En la Tierra viven bacterias en pH peores que los presentes en el interior de una botella de salfumán. Y ahora, en septiembre de 2013, vuelven a repetir lo que ya hallaron en sondeos anteriores, que existe un 2 % de agua en el subsuelo marciano, algo nada extraño ya que la mayoría de cometas y otros astros la contienen en su sino. En resumen, la NASA jamás ha hallado ni vida actual ni vida fósil en Marte, ni indicios de ella, sólo ha vendido sueños a los ingenuos. Llevamos más de 40 años pisando el suelo marciano con sondas y proyectos carísimos de los cuales el 50 % ha fracasado en su objetivo. Y ante la crisis acuciante del mundo, ¿cómo explicar tantos millones de dólares perdidos al respecto? Es obvio que los comunicados de la NASA y del Gobierno de Estados Unidos sobre el dueto agua y vida en Marte no hallan veracidad alguna, es obvio que estas misiones se han regido por criterios estratégicos y es más que obvio que los criterios científicos han brillado por su ausencia. La prueba de todo lo anterior es que la mayoría de anuncios sobre agua y vida en Marte han coincidido en periodo electoral, 1996 con Clinton y 2004 con Bush, o en plena crisis de la deuda estadounidense en 2013. De esta manera, y ante la opinión pública, se han justificado mastodónticos gastos del Gobierno en misiones al Planeta Rojo. Tanto si hay agua o vida en Marte como sino, quién controle sus recursos durante el próximo milenio quizás posea el título de gran superpotencia por muchos siglos, aunque ahora nos esté arruinando económicamente el presente.

martes, 24 de septiembre de 2013

EL COMPLOT DELS DEUS (XVII)

UN MÓN CANVIAT Any 2033, la Terra Óyeme, hombre metido en la ciencia hasta las cejas: tu ciencia no me puede negar la verdad de las actividades diabólicas (Josemaría Escrivá de Balaguer) El zenit diürn lluïa un blau lluent, esmerilat, d’una higiene que no acompanyava els aromes presents. En espirar l’aire s’adonà de la fètida fortor tropical, d’aquelles algues en descomposició i de l’argila putrefacta a vora del riu. Aquells dies en Peter s’havia traslladat a Iangun, la capital de Myanmar. Passejant per la urbs volia aprofitar aquella fugida del monestir per comprar un enginy tecnològic difícil de trobar al sud del país. Allò li podria ser útil per conversar amb altres pensadors via xarxa, potser nous còmplices. Llàstima haver perdut el seu gran interlocutor, en Granés. Altre cop la buidor formava part de la seva vida. En Peter ja no tenia amics, i els que va tenir s’havien transformat en fantasmes. El seu passat era el llast i el futur la tortura. Un suau vent li esgarrapar la cara amb la flaira del riu. En Peter va fer una ganyota d’angúnia, d’incomoditat. La seva mirada rondava perduda per l’infinit, pensant en les millores del sistema. Havien passat pocs anys, però es deia que Delfos ja no queia en paradoxes i frases ambigües, el Sistema rutllava òptim. Però allò no era tot, Delfos neguitejava al monjo. El Sistema li havia dit que ho sabia tot d’ell. Potser dialogar altre cop amb ell fora la forma de sortir de l’aïllament i del misteri, de la situació que li enterbolia el pensament, de la seva solitud. Del cert que feia temps que en Peter desitjava establir contacte de nou amb l’oracle, qui sap, potser un nou amic, un company virtual de converses. Les coses ara podien esdevenir molt diferents, millors. La perfecció energètica del planeta capitanejada per Delfos havia fet esclatar tot un món de noves tecnologies. Els mòbils havien passat a miniordinadors autopensants, petits enginys connectats a la xarxa Delfos anomenats subsistemes AT, AutoThinking Subsystems. Aquests circuits incorporats al rellotge de canell operaven com amics virtuals de l’interlocutor. Amb uns miniauriculars implantats a l’oïda i un escanyolit micròfon a la boca tota conversa esdevenia fàcil i sense dificultats. Aquest invent havia estat la compra d’en Peter a Iangun, un rellotge amb un dels millors AT incorporat. El preu no havia estat problema, el monjo ja tenia qui viatificava les seves despeses. El seu passat li havia regalat ”amics” poderosos que cuidaven i procuraven per a ell. El model que havia adquirit era del més sorprenent. La nanotecnologia dels nous xips, la de microcristalls i molècules orgàniques, havia detonat un nou món de possibilitats en el camp de la microelectrònica. Els revolucionaris microxips treballaven en tres dimensions enregistrant dades en base a diferents estats quàntics de les molècules. Els codis binaris d’antany havien passat a codis decimals i fractals. Tot plegat, comportava unes noves capacitats per als subsistemes AT, unes capacitats que podien generar decisions pròpies. Els primers que així es dissenyaren eren amorals i muts, però, i passades moltes iteracions de prova i error, de càstig i recompensa, aprengueren ràpidament. Fou una empresa en nanoinformàtica qui desenvolupà els sistemes evolutius AT. Tal estratègia consistia en deixar que cents d’autopensants treballessin millorant els seus propis programes. Tot seguit se’ls avaluava. Els millors eren seleccionats per tal que programessin els següents i els pitjors eren destruïts. La programació se l’anomenà clonació. Repetint aquesta rutina desenes de vegades s’assoliren els potents AT. El bonze estava delerós d’utilitzar un d’aquells clons. Ells entenien perfectament, i de manera fluida, les ordres verbals humanes. Delfos fou el primer en testar i ratificar aquelles innovacions, de fet en seguia tota la seva evolució, ell seguia creixent dins aquell bucle de proves i errors. Tot i tot, aquells AT no eren autoconscients, simplement prenien decisions en base a un context memoritzat. Els enginys sols escollien la millor opció, la més justa, però en cap moment tenien sensació d’existir, no sabien ni qui eren i ni què eren, sols aportaven la informació que se’ls ordenava. Davant aquesta limitació els programadors impulsaren pautes d’individualitat, la qual cosa resultà fatal. Introduint nous algoritmes dins dels seus programes, els tècnics van aconseguir que els sistemes AT adquirissin certa sensació d’individualitat. Però aleshores sorgiren els problemes. Els prototipus prenien eleccions de caire egoista sense atendre les demandes dels humans que els testaven. Així fou que s’obrí un nou camí que ho canviaria tot, inclòs Delfos. Programaren de nou els sistemes, integraren el concepte de solidaritat, el d’altruisme i el d’ajuda als demés. Allò fou màgic, inesperat, terrible, el preludi dels nous enginys que Delfos crearia. En Peter butxaquejà per trobar-lo. Ja a les seves mans, connectà aquella meravella, un AT d’última generació pagat trinco-trinco, pagat gràcies a qui el tenia sota nòmina.

sábado, 7 de septiembre de 2013

OLIMPIADAS EN MADRID

Madrid capital ostenta una de las deudas mayores municipales del Reino de España. Ha invertido durante años esfuerzo e impuestos en promocionar su candidatura para los Juegos Olímpicos. Tal hazaña será un orgullo para muchos madrileños aunque quién todo lo quiere todo lo pierde. Cabe preguntarse si en ello pesa más la hidalguía castellana o las cuentas reales. Dicen los franceses que se pierde lo bueno por la manía de tener lo mejor. Si debo al banco mil millones y me embarco en otra deuda, mil millones más, para revalorar mi piso pero no hallo comprador, me habré complicado la vida para al final deber más que lo inicial. La verdad, España no está para bollos. Como decía Oscar Wilde, la ambición es el último refugio del fracaso.

ENSENYAMENT CATALÀ SOBRESATURAT

S’acaba de publicar el nombre d’alumnes i docents de l’escola pública catalana. El resultat és esfereïdor, mentre els alumnes són uns 10.000 més, la plantilla de docents s’ha vist reduïda en més de 4.000 mestres i professors d’ençà fa dos anys. La conseqüència és òbvia, aules col·lapsades. Si el dijous dia 5 de juliol de 2012 l’exconseller d’ensenyament, Ernest Maragall, criticava durament en el Parlament les retallades de l’actual Govern en ensenyament, s’oblidava del que ell no va fer bé i però que sí va provocar l’actual desgavell. La Generalitat s’ha vist obligada a rebaixar brutalment el sou dels docents a canvi de treballar moltes més hores però amb més alumnes per aula, fins i tot per damunt del que marcava la pròpia reforma socialista. Certament el senyor Maragall té tota la raó al criticar tal perversa realitat però caldria recordar-li que ell mateix va defensar, impulsar i executar en plena crisi econòmica un desplegament de l’aula digital, que cap altre país ha fet, per tots els centres educatius catalans, és a dir, ell mateix va provocar el deute que ara amb retallades tots paguem. De fet aquelles despeses ara pagarien el sou de més de 5.000 interins fets fora el 2012. Vam estirar més el braç que la mànega? Cal preguntar-se doncs si malbaratar així els nostres impostos, ¿no ha estat un delicte? A Islàndia van processar i condemnar a un ministre, Geir Haarde, per negligència econòmica. En una companyia privada si un alt càrrec provoca una fallida fraudulenta primer se’l fa fora i després se’l porta als tribunals. Aquí el senyor Maragall manté l’escó i tindrà un sou vitalici de parlamentari quan decideixi plegar. Que injust que resulta aquest món entre uns polítics que no paguen pels errors i un poble que sí els paga sou, errors i regals quan deixen el càrrec.

NARCÍS SERRA IMPUTADO

Recientemente un fiscal quiere imputar al expresidente de Caixa Catalunya y exministro de defensa, Narcís Serra, por mala gestión en la entidad bancaria que presidía. De hecho ya fue llamado a compadecer el martes 16 de Julio ante el Parlament para dar explicaciones sobre la supuesta mala gestión financiera en dicha entidad. Ahora se ha sabido que durante la crisis económica, y mientras muchos hipotecados estaban a punto de perder la vivienda, se dio la orden de incrementar los sueldos de los altos directivos de tal banca. Independientemente que se demuestre la responsabilidad o no de Narcís Serra en el desastre económico de tal entidad, hay algo que debería aclarar este dirigente político, y es que regular las dietas de los altos cargos políticos como él sería una buena táctica para reducir costes gubernamentales y riesgos de quiebra en los bancos. Las dietas equivalen a sueldos y sobresueldos encubiertos de esta nueva aristocracia del siglo XXI, nuestros dirigentes. Un sueldo normal de usted o mío contabilizan como renta y por lo tanto hay que declararlo para que nos resten el IRPF correspondiente, pero una dieta política NO. Por lo tanto cuando un dirigente deja de serlo pero se hace presidente de una entidad bancaria de forma honorífica, como el señor Serra, cobra muchas dietas que pueden resultar mucho más rentables que una nómina ya que tales cobros no estaban sujetos a IRPF y por lo tanto, no había que declararlos. Narcís Serra, exministro de defensa del PSOE y posterior presidente de Catalunya Caixa, cobró fuertes dividendos por un cargo honorífico y no por meritocracia en económicas. Inicialmente Narcís Serra no ostentaba sueldo en Caixa Catalunya pero recibía a cambio muchas dietas que equivalían a una nómina con creces. Si la Constitución declara que todo español se merece iguales derechos, queda clara la desigualdad entre un pueblo que paga sueldo, dietas y regalos a otra minoría que dicta leyes para enriquecerse y acaba dirigiendo entidades bancarias hacia la quiebra. En fin, que éstas, las dietas, significan mucho dinero descontrolado que en nada pone a dieta a esta nueva aristocracia del S. XXI y que sí hace quebrar bancos que son rescatados con nuestros impuestos.

martes, 27 de agosto de 2013

CAMBIO CLIMÁTICO FALSO

EL CAMBIO CLIMÁTICO CONTRA LAS CUERDAS(David Rabadà i Vives):Hablar de cambio climático en el aula se ha convertido en un galimatías entre creencia y ciencia. Hay equipos científicos que aseguran que el cambio climático ha sido acelerado por la polución humana y otros que argumentan que faltan datos para tal afirmación. En la primera opción, los defensores del acelerador climático, se encuentran grupos de investigación estatales, prensa mediática y todos los libros de texto escolares. En la segunda, los agnósticos del calentamiento antropogénico, hay científicos de la antigua escuela, investigadores críticos con la ciencia gubernamental y los defensores de los intereses petroleros. Ante este juego entre creencias y búsqueda se abre una pregunta crucial, ¿qué explicamos en las escuelas? ¿Comunicamos el holocausto térmico que defiende la mayoría? ¿O escuchamos a los agnósticos para ver qué nos aportan? Decía Galileo que en cuestiones de ciencia la autoridad de mil no vale tanto como el libre razonamiento de uno solo, ¿qué explicar entonces? Muy simple, la verdad. El cambio climático global ha sido un incremento reciente y generalizado de las temperaturas de la Tierra antes que nosotros, los humanos, contaminásemos su atmósfera. Este hecho se inició por causas astronómicas, y por tanto naturales, hace unos 15.000 años. Desde entonces, y con altibajos, la temperatura global terrestre ha sido más benigna abandonando definitivamente la época glacial precedente. De hecho, nuestro planeta lleva oscilando entre períodos glaciares y templados ya hace unos dos millones y medio de años. Por lo tanto, lo que hoy realmente se discute es si la polución humana activa, o no, esta tendencia natural al calentamiento. Si se acelera tendrán razón los defensores del cambio climático global, de lo contrario los agnósticos. Paradójicamente los partidarios del cambio climático se han enfrentado con multitud de contradicciones. La primera fueron los pronósticos de desaparición de los arrecifes coralinos ya en 1999. Catorce años más tarde todavía no se han observado esas predicciones asociadas al cambio climático. La segunda la encontramos en el glaciar del Perito Moreno en Argentina. Esta masa de hielo, icono del cambio climático, es cada año emitida por los medios en pleno deshielo primaveral como si en cada estación el glaciar retrocediera más y más. Los datos actuales indican que el glaciar se mantiene más que estable en contradicción con la aceleración del calentamiento inducido por los humanos. La tercera proviene de la red de estaciones meteorológicas de Suiza, Pirineos, Australia y la Antártida donde muchos de sus registros indican un “descenso” de sus temperaturas medias durante los últimos años. Una cuarta publicada en las revistas Nature y Science, fue el aumento del espesor de los glaciares en la Antártida. La quinta paradoja que citaremos es el aumento de dos metros de nieve en el pico del MontBlanc en los Alpes. La sexta contradicción es que la correlación entre dióxido de carbono y tasa de calentamiento global no parece taxativamente probada, de hecho el aumento de la temperatura se podría relacionar con el IPC o con cualquier variable que aumente con el tiempo. Y la última paradoja y la más flagrante, durante mayo de 2013 uno de los principales climatólogos mundiales, James Hansen, decía en un informe de la NASA que, aunque el dióxido de carbono sí ha aumentado, el calentamiento se ha parado temporalmente. Como hemos visto el cambio climático contiene muchas paradojas y si una teoría termina acumulando más contradicciones que normas querrá decir que no acontece válida y que hay que rechazarla o mejorarla. Oscar Wilde decía que el camino de las paradojas es el camino de la verdad. Por tanto, mostrando las paradojas hacemos que los interesados piensen y que no se traguen la simple opinión sin datos de un experto. La razón por la que el cambio climático contiene tantas contradicciones es obvia, muchos expertos, como humanos, no son observadores objetivos y en este caso se han cometido tres lacras hablando del calentamiento antropogénico: muchas omisiones, más errores y demasiado exageraciones. Veamos el primero, las omisiones. Muy a menudo se menciona el calentamiento planetario pero no las pruebas antropogénicas del mismo. Por ejemplo el pasado mes de agosto de 2013, Serge Planton, responsable del grupo de investigación sobre el clima de Méteo France, afirmó que los glaciares alpinos estaban retrocediendo debido al efecto invernadero, lo que no contesta en absoluto si la contaminación humana está o no acelerando el cambio climático. Otro grupo de omisiones las tenemos en muchos reportajes y documentales. Pongamos por caso "Una Verdad Incómoda" del ex senador de USA, Al Gore. Las omisiones en todo el documental son claramente intencionadas ya que no hay ninguna referencia a las desigualdades en las tasas de emisión entre primer y tercer mundo y ni mucho menos al despilfarro que del petróleo hace Estados Unidos. En este sentido no hay ninguna crítica a la industria norteamericana, ni a su política capitalista, ni a las guerras por sus recursos energéticos. Parece por tanto sospechable que Al Gore no resulta un político convertido al ecologismo sino al alarmismo. Un tercer grupo de omisiones es la trilogía dióxido de carbono, petróleo y dólares. Si hablamos de cambio climático, estamos hablando de carbono y este proviene mayoritariamente de la quema del petróleo. Por lo tanto hablar de carbono atmosférico es hablar de los billones de dólares que mueve el petróleo y sus gigantescos intereses económicos, incluidos aquí los de quienes viven de investigar el calentamiento planetario. Así se entienden los pactos de Kyoto en donde los países ricos pueden comprar los derechos de emisión de dióxido a los estados pobres para así los industrializados seguir creciendo energética y económicamente mientras el futuro de la gran mayoría del Tercer Mundo permanece estancada. No vale obviar aquí los miles de proyectos de investigación sobre el calentamiento antropogénico que si se demostraran dudosos enviarían a miles de científicos al paro. Dejamos aquí el apartado de omisiones que explica gran parte de las paradojas del cambio climático para pasar al segundo y núcleo del problema, los errores cometidos. La ciencia es humana y como tal llena de equivocaciones. En diciembre de 2009, Phil Jones, profesor y director de la Unidad de Investigación sobre el Clima de la Universidad de East Anglia en el Reino Unido dimitió por una supuesta manipulación de los datos que exageraban el cambio climático. Poco después, durante febrero de 2010, el IPCC de la ONU, el organismo científico más importante sobre el cambio climático, tuvo que reconocer una serie de errores que la prensa del momento destapó. Por un lado pronosticaron una tasa de fusión de los glaciares del Himalaya exagerada y que jamás se ha observado, y por el otro utilizaron las opiniones, y no datos, de guías y alpinistas de los Alpes para evaluar incorrectamente el ritmo de retroceso de sus glaciares. En fin, la ciencia no se construye con opiniones sino con razones. Al final este “clima” de errores y omisiones hizo fracasar la Cumbre del Clima en Copenhague ya que unos no se creían, o no querían creerse, la hipótesis del cambio climático antropogénico. El máximo responsable de aquel encuentro, el holandés Yvo Boer, anunció durante febrero de 2010 que decepcionado dimitiría del cargo. Ante las omisiones y los errores descritos, los creyentes en el calentamiento antropogénico, y como quien no quiere aceptar la realidad, han respondido con exageraciones en artículos y reportajes, una actitud que alimenta la no credibilidad del calentamiento humano. Por ejemplo, los gráficos de aumento de temperatura global terrestre nunca son de grados reales sino del diferencial entre las temperaturas medidas y la norma de décadas anteriores, un truco que exagera las variaciones climáticas. El resultado son gráficos alarmantes donde el calentamiento parece escalar picos de altura infinita. Si simplemente representáramos las temperaturas medidas el gráfico resultaría extremadamente suave. De hecho, el propio organismo de la ONU nunca ha estado exento de cometer exageraciones tales. En 2001 las Naciones Unidas publicaron que la temperatura media global terrestre había crecido 0,6 grados durante todo el siglo XX sin saber qué parte de los 0,6 correspondía a la contaminación humana. Como se puede ver, son datos totalmente ínfimos donde seis décimas en cien años es como si te dijeran que tienes fiebre porque tu cuerpo ha pasado de 36 a 36,6 grados. Iríais al médico en tal caso? Durante agosto de 2013, el responsable del grupo de investigación sobre el clima de Méteo France, Serge Platón, afirmaba que durante los últimos cincuenta años la temperatura de los Alpes había subido dos grados, algo exagerado dado que en mayo de 2013 la NASA había publicado que el calentamiento se había detenido durante la última década. Y añadimos aquí otra exageración en el documental de Al Gore, Una Verdad Incómoda, donde se afirmaba que la fusión de los glaciares de Groenlandia haría ascender el nivel del mar seis metros en pocos años, algo que el consenso científico ha calculado como irreal y exagerado. En palabras del periodista John Carlin hablando del cambio climático: lo notable de la época en que vivimos es la predisposición de la gente a creerse lo peor. Las anteriores omisiones, errores y exageraciones más las contradicciones que se derivan restan credibilidad al calentamiento antrópico, ¿qué hay que explicar ahora a los interesados? Pues más de lo mismo, la verdad. La visión de los agnósticos al cambio climático ostenta argumentos sólidos que hay que escuchar. Los agnósticos aquí nos aportan datos e interpretaciones que hacen pensar mucho, algo fundamental en una educación sana, crítica y justa. Por ejemplo el doctor Beers más otros autores publicaron en 1990 en la revista Nature que la actividad solar estaba aumentando desde hacía 300 años, lo que podía relacionarse con el actual calentamiento climático. Durante agosto de 1998 el doctor Jaume Bordonau, especialista en geología glacial de la Universidad de Barcelona, decía en La Vanguardia que estamos al final de un ciclo climático y que la tendencia natural en los próximos milenios debería ser al enfriamiento, y no al calentamiento presente. Cabe mencionar aquí que el doctor Burns más otros autores publicaron en la revista Science en 2003 que ha habido transiciones de fases climáticas cálidas a frías en sólo 25 años, por lo que quizás el calentamiento actual pueda resultar un simple paréntesis estacional y natural. Decía también Bordonau que no hay unanimidad científica sobre si la fusión de los glaciares del Pirineo se ha acelerado durante las últimas décadas debido a la contaminación humana. Su impresión es que lo hacen al ritmo de siempre. En 1999 la prestigiosa revista Nature publicaba que la fusión de los glaciares y su consecuente ascenso del nivel del mar provocaría la expansión de los océanos y con ella, el aumento del plancton marino que regularía la temperatura global a dos niveles, captando dióxido de carbono con la fotosíntesis y emitiendo azufre a la atmósfera. Ambos fenómenos contrarrestan el calentamiento global al restar dióxido y aumentar la formación de nubes que dispersan la luz solar hacia el espacio exterior. Hay que añadir que las emisiones humanas de carbono sólo significan el 1 por ciento de todo el dióxido de carbono atmosférico, excedente fácilmente asimilable por el actual fitoplancton creciente. Durante diciembre de 2000 la cumbre de La Haya no logró ningún acuerdo ante las informaciones cada vez más bien argumentadas de los agnósticos, una minoría de científicos que veían el calentamiento global como un ciclo natural y no como una consecuencia de la contaminación . De hecho, y en eso tenían bastante razón los agnósticos, el cambio climático global, y mientras no se demostrara lo contrario, era producto de la combinación de diferentes ciclos astronómicos, los conocidos ciclos de Milankovitch que abarcan miles de años, mientras que el calentamiento observado pertenece a pocas décadas. Cambios en la actividad solar, en el eje de rotación terrestre, en las corrientes termohalinas de los océanos o en otros fenómenos regulan los actuales periodos cálidos o fríos. Cabe decir que los modelos informáticos que intentan pronosticar el clima de las próximas decenas y lustros dan previsiones totalmente opuestas ante pequeñas modificaciones de las variables. La física de caos está detrás y el aleteo de una mariposa en el hemisferio norte puede provocar un huracán en el del sur. Así pues los datos instrumentales por ahora recogidos no captan las variaciones climáticas a largo plazo ofreciendo una perspectiva limitada que hace difícil distinguir entre las causas naturales y antropogénicos del cambio climático. Los datos geológicos antiguos y los históricos recientes ya nos dicen que se han producido en otras ocasiones pequeños recalentamientos del planeta como el actual. Durante los siglos X y XI existió un periodo cálido como el presente que permitió a los Vikingos alcanzar Islandia, Groenlandia y Canadá. En aquella época aún no existía contaminación industrial. Otro ejemplo es la Pequeña Edad del Hielo, una serie de siglos de grandes heladas, icebergs bajando por el Ebro y veranos muy frescos entre el XIV y el XIX. Hay que notar que durante ese XIX el mundo industrial ya llevaba contaminando más de un siglo y el clima continuaba resultando extremadamente frío. Por lo tanto, la causa directa del recalentamiento del siglo X y XI y de la frialdad del XIX, no fue producida por polución industrial alguna sino por causas naturales. Por si fuera poco todo lo anterior, y durante el mismo año 2000, el Instituto de Astrofísica de Canarias corroboró que la radiación solar había ido aumentando desde el siglo XVII, un hecho que explicaba el fin de la Pequeña Edad del Hielo y la entrada del calentamiento actual. Pero el año 2007 un libro publicado por la Universidad de Cambridge dobló la apuesta. Sus autores, los físicos Henrik Svensmark y Nigel Calder, explicaban que habían detectado durante todo el siglo XX un aumento claro de los rayos cósmicos del espacio exterior. Dicho libro, The Chilling Stars. Cosmo Views of Climate Change, detallaba que el aumento de rayos cósmicos era gran parte de la causa del aumento de las temperaturas actuales y que por tanto había que averiguar qué influía más en el clima, si la contaminación humana o las causas naturales. Todo aquello fue fulminante para los defensores del calentamiento humano. Pasaron seis años hasta que el IPCC de la ONU respondiera claramente ante los agnósticos. De hecho el mismo IPCC permitió filtrar a la prensa que a finales de 2013 emitirían un informe. Estábamos en enero de 2013 y el IPCC prometía que saldrían a la luz pruebas del calentamiento humano del planeta añadiendo que era extremadamente probable que la contaminación fuera la responsable real del calentamiento actual de todo el planeta, algo contradictorio con los datos de ese mismo año donde la NASA había publicado que la temperatura media global terrestre no había aumentado durante la última década. Por tanto el IPCC de la ONU no acababa de aportar pruebas fehacientes de la causa humana en el aumento de las temperaturas mundiales. Para los agnósticos esto significa que la verdad quiere pocas palabras, la mentira nunca tiene suficiente. Y aquí se acaba la clase, unas sesiones de hechos y razonamientos para ofrecer un buen debate. Ahora sólo queda alcanzar una opinión crítica y bien fundamentada, una conclusión por parte de los interesados. Según los hechos expuestos el calentamiento antropogénico resulta una tesis llena de paradojas donde habrá que ver si el hombre tiene más fuerza que la naturaleza o al revés. La conclusión pues es obvia, hay que dejar que los hechos y la ciencia, y no las opiniones, hagan su camino para alcanzar la verdad bajo tres preceptos esenciales: ser humildes, objetivos y sobre todo pacientes. Mientras tanto, y como decía Soren Kierkegaard, las paradojas son ideas grandiosas en embrión. Ahora mismo el cambio climático está lleno de ellas.

sábado, 24 de agosto de 2013

LA CIÈNCIA MENTEIX

Aquest estiu les noves científiques sobre el canvi climàtic, la capa d’ozó, Atapuerca i fins i tot la vida a Mart, han sorgit amb més o menys difusió pels mitjans. Si un deixa la premsa de carrer i llegeix revistes especialitzades descobreix que en ciència tot és discutible i que molts savis experts no troben cert el canvi climàtic, la destrucció de l’ozó, els enterraments a la Sima de los Huesos d’Atapuerca o la vida marciana. L’estrany és que els arguments d’aquests científics són més sòlids que les corrents majoritàries tot i que pocs els consideren creïbles. La humanitat és més creient que empírica i prefereix fiar-se del que li diu el seu govern estatal, equip de recerca de renom o líder més emblemàtic que no pas escoltar i analitzar el que li argumenta un desconegut. Resulta obvi que la hipòtesi científica recolzada per un lobby de poder assoleix més difusió i èxit que la defensada per una minoria de savis anònims però més experimentats. Aquests es troben soterrats pels grans lobbys científics. En són exemples l’ICPP de l’ONU en el canvi climàtic, la NASA en la capa d’ozó i la vida marciana, i finalment l’equip premi Príncep d’Astúries a Atapuerca. Tot i haver-hi publicacions tècniques i de renom que invaliden aquests grans, la immensa massa continua creient en els qui pensa més importants. Per què fem això els humans? Doncs perquè tenim un cervell paleolític, una ment que poc ha canviat durant els últims 200.000 anys d’ençà la nostra espècie, la sapiens, roman en aquest planeta. Estem dissenyats per l’evolució biològica per tal de seguir i confiar en algun líder que creiem millor que la resta. Des dels caçadors paleolítics passant pel pati escolar fins als herois militars podem observar això en la nostra espècie. Vet aquí que la ciència oficial esdevingui mentidera davant hipòtesis millors i més ben argumentades. Els humans preferim creure el que la majoria i la majoria en el que han afirmat els grans. Resulta més simple i més segur fer-ho així que contrastar altres dades que ens portin al neguit. Galileo va dir que en qüestions de ciència l’autoritat de mil no val tant com el lliure raonament d’un de sol. Avui en dia continuem creient en l’autoritat de mil i la política molt bé que se n’aprofita.