Aquesta setmana ha sortit a premsa que alguns facultatius mèdics no recomanen
la vacunació entre els seus pacients. Metges i
auxiliars de centres d’atenció primària així ho indiquen. Òbviament la
comunitat científica ha llençat el crit al cel, i no per pregar, sinó per
mostrar els avantatges demostrats de la vacunació. I ja se sap que el pitjor de
les vacunes és no tenir-les. És més, si existeixen és per prevenir malalties i
contagis a tercers. Tot i així el secretari general del sindicat docent USTEC,
el senyor Ramon Font, va declarar la setmana passada que s’ha de garantir la
postura de les famílies que no vulguin vacunar els seus fills. Per sort l’altre
sindicat docent, el de Professors de Secundària, ASPEPC·SPS, es distancia d’aquesta
postura anticientífica i sense fonaments. La vacunació ha ser un dret però
també, i aquest és un objectiu sindical, una obligació en benefici de tota la
societat. I ja sabem que no es pot portar l’ase al bassal sinó vol veure, però
si un vailet estigués a punt de morir assedegat, ¿no se l’obligaria a
hidratar-se? En altre cas, i si la postura d’USTEC fos l’aplicada, aleshores no
es podria salvar la vida d’un vailet de testimonis de Ieovà ja que aquests es
postulen contraris a les transfusions. O fins i tot, hauríem d’acceptar la
pràctica d’alguns nouvinguts com l’ablació del clítoris femení. Tothom té dret
a mantenir una postura, cert, però si va en detriment dels jovencells i de la
comunitat, perd el dret a imposar-ho.
Muchos docentes opinan que algunas teorías educativas no les permiten construir un mundo mejor desde la enseñanza. De hecho poca gente contrasta estas teorías con datos reales. Para mejorar el sistema educativo son necesarias más demostraciones y menos opiniones. Hay que observar los hechos probados y sistematizarlos. He aquí cartas de prensa, artículos en los medios y capítulos numerados que ofrecen un amplio corolario de datos contrastados para mejorar realmente la enseñanza y la sociedad.
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jueves, 27 de abril de 2017
viernes, 21 de abril de 2017
Profesor dictador en Santa Coloma
Hay docentes dictadores todavía.
Ellos viven de un pasado en donde la disciplina era extrema, la agresividad un
arma y el miedo pánico. Aunque esta especie se halla al borde de la extinción
todavía sobreviven por algunos centros. En 1997 trabajé en un centro de Santa
Coloma de Gramanet, muy cerca de Barcelona, en donde pude experimentar de cerca
uno de estos ejemplares. Allí su director se había convertido en un dictador de
todos sus súbditos, fueran alumnos, docentes o auxiliares del centro. Incluso
algunos de sus hermanos los tenía también allí a sus órdenes. Este personaje,
sacerdote investido por la falsa y estafadora Iglesia del Palmar de Troya, se
codeaba con representantes del Opus a quienes invitaba al centro a impartir
sermones y ofertas educativas. Pero lo realmente flagrante, y nada cristiano,
era el trato que ejercía sobre alumnos y profesores. Por un lado, y bajo
amenazas y acosos, explotaba a sus trabajadores más horas de las convenidas.
Por ejemplo, los docentes, y después de la marcha de todos los alumnos,
permanecían cada tarde una hora más en el centro. Esa sesión de más nadie la
cobraba. Incluso había profesores contratados al ochenta por ciento que se les
exigía trabajar el cien por cien de las horas. E incluso, y en pleno mes de
julio, obligaba a los docentes a impartir repaso a los alumnos enviados. Para
ello los padres pagaban al centro unos 60 euros por hijo pero los profesores y
maestros no veían ni un duro.
Pero lo más grave no fue todo lo
anterior sino las vejaciones y faltas de respeto que ejercía sobre sus
súbditos, hasta repartía ostias, y no de eucaristía, entre sus alumnos. Esa
obsesión por subyugar a todos los de su alrededor era fruto de una madre
dominante y de su homosexualidad no declarada. Su matrona reprimió, castigó y
aplastó sus debilidades como posteriormente él haría con sus congéneres. Su
homosexualidad escondida, aunque no reprimida con algunos jóvenes, le
alimentaba sus abusos de poder. En fin, toda aquella situación duró más de una
década y todos sus alumnos no le guardan demasiada simpatía. Hoy en día él sigue detrás del centro.
COMO MEJORAR LA EDUCACIÓN DE UNA VEZ POR TODAS (84)
Ya se ha demostrado que el éxito de un buen sistema de
enseñanza se halla siempre en infantil y primaria. De allí, un mínimo de un 15
por ciento de los alumnos fracasan por disfunciones no diagnosticadas ni
tratadas, y otro 15 por ciento de un modelo pedagógico teórico y sin una
Enseñanza Múltiple Contrastada. Sumadas las dos se acercan tremendamente al 30
por ciento de fracaso total nacional. Las causas clínicas del descalabro
escolar ya se indicaron al exponer los resultados del informe Evaluación y
Tratamiento Psicopatológico en el Fracaso Escolar y Académico presentado en
julio de 2015 por el Hospital de la Vall d’Hebron. Ahora cerraremos el libro
centrándonos en las causas adquiridas.
En mayo de 2014 la prensa se hizo eco de unos estudios que explicaban las
causas pedagógicas del batacazo escolar. Desgraciadamente muchos docentes,
algún sindicato y asociaciones de padres llevaban décadas denunciando esas
mismas razones pero sin éxito patente. Prueba de ello fueron la multitud de
libros que ya hemos comentado en otros apartados. Pero la política de este
país, alejada de realidades demostradas, de formación más humanística que
científica, y pendiente de qué dirá la oposición, hizo caso omiso a todos
aquellos datos. Por desgracia había hecho más caso a teóricos alejados del aula
que a los que trabajaban en ella.
El primer estudio aplaudido por los medios aquel mayo fue el presentado por
la Fundación Jaume Bofill. En este se había observado que cerca del veinticinco
por ciento de los padres no ayudaba ni repasaba las tareas escolares de sus
hijos, un dato que encajaba con el casi treinta por ciento de malogro escolar
en secundaria. Desgraciadamente hacía décadas que docentes y sindicatos como
ASPEPC-SPS denunciaban lo mismo sin ser escuchados apenas. En fin, que un
escolar sin rutinas ni hábitos de estudio hogareños solía fracasar. El segundo
estudio difundido aquel mayo fue un artículo publicado en la revista PNAS por
los sociólogos Yu Xie y Amy Hsin. Ellos, y tras años de investigación, habían
llegado a la conclusión que el esfuerzo era más importante que el talento, que
si el sistema educativo no educaba en este sentido, y con gran independencia de
los potenciales innatos de los chavales, éstos no podían alcanzar resultados
adecuados. En la misma línea el sindicato ASPEPC-SPS había publicado artículos,
hasta organizado las Primeras Jornadas de Secundaria en 2012, llegando a
idénticas conclusiones. En fin, que se llevaban muchos años sabiendo las causas
del problema pero la incertidumbre política y la de sus asesores habían
frustrado todo intento de solución desde los centros educativos. Miles de
excusas dieron algunos expertos pero hay algo muy simple, la verdad
quiere pocas palabras, el fracaso nunca tiene suficiente.
Visto todo lo anterior, la mejora en la enseñanza no
vendrá de la política, y ni mucho menos de sus asesores, sino del compromiso
entre padres y docentes bajo una Enseñanza Múltiple Contrastada. Este libro así
ha recopilado todo un corolario de estrategias que simplemente funcionan
evitando pedagogías teóricas que fracasan. Ya se sabe que es mejor prevenir que
curar, y para prevenir alumnos díscolos, pasotas y fracasados sólo hay que
evitarles una mala educación de raíz, y en caso de padecer disfunciones, ser
diagnosticados y tratados de pequeños. Durante la más temprana infancia, y
tanto en la familia como en el colegio, deben existir una serie de acciones que
eviten así el naufragio escolar, acciones de probado éxito y que ahora
resumiremos.
En diciembre de 2012 la OCDE volvió a ratificar que
España ostentaba el récord de fracaso escolar en la Unión Europea, algo que
ocurrió en plena polémica con la nueva ley de educación, la LOMCE del ministro
Wert. Poco antes del informe de la OCDE se habían convocado en el Col·legi de
Doctors i Llicenciats de Catalunya en Barcelona unas jornadas educativas que
los medios de comunicación no atendieron. El viernes 30 de noviembre de ese año
se celebraron las I Jornades de Secundària para debatir concretamente las
causas y las soluciones del desastre escolar nacional. Cuatro expertos de
renombre como Inger Enkvist
de la Universidad de Lund en Suecia y miembro del Consejo Sueco de Educación,
Ricardo Moreno catedrático de Matemáticas y autor del libro El Panfleto
Antipedagógico, Oriol Pi De Cabanyes antiguo docente y periodista de La Vanguardia y Gregori Luri pedagogo, catedrático de
Filosofía y autor de La Escuela contra el Mundo, expusieron sus datos y resultados al respecto.
Se añadieron a ellos más de cien docentes con
experiencia probada que manifestaron sus acuerdos con los conferenciantes. El
resumen de las jornadas fue enviado a los medios de comunicación, al
Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya y al resto de partidos
políticos. ¿Que por qué actualmente nuestros estudiantes suspenden más? Pues
porque estudian menos. Así de simple. Quien quiera ahora que lo complique pero
vistas las causas hay que preguntarse lo siguiente, ¿cómo resolver entonces el
hundimiento escolar vigente? En caso de falta de capacidad por disfunciones
cognitivas o sensoriales hay que diagnosticarlas y tratarlas ya en infantil y
primaria. En caso que el alumno con capacidades simplemente estudie menos caben
las siguientes soluciones.
Primero debemos evitar a los pedagogos teóricos, que
alejados de las aulas redactaron una LOGSE, una LOCE, una LOE y ahora una
LOMCE, haciendo imposible el correcto desarrollo de la actividad docente en las
aulas. Como en
breve argumentaremos, la pedagogía no puede hallar la solución al chasco
escolar vigente. Lleva casi un par de siglos probando experimentos educativos y
la cosa sigue igual o peor. En este sentido los cuatro
expertos de aquellas jornadas respondieron lo mismo por separado. Todos ellos
afirmaron con rotundidad que si hoy mismo se cerraran todas las facultades de
pedagogía, el sistema educativo nacional no sufriría declive alguno, es más,
mejoraría. Y uno de ellos es pedagogo.
Segundo, es muy importante que desde niños, tanto en casa
como en la escuela, reine un ambiente de orden, silencio y concentración para
facilitar la memorización y la comprensión de conceptos.
Tercero, la existencia desde muy pequeños de rutinas en
clase y en casa a nivel de trabajo, estudio y descanso. Y en caso de ver
anomalías rápidamente hallar la intervención de expertos que corrijan
dislexias, faltas de lateralidad o problemas de percepción, algo que ya se ha
insistido en todo el libro.
Cuarta, los alumnos necesitan ya en primaria maestros con
excelentes conocimientos en su especialidad y con un dominio rico, elegante y
preciso de los idiomas oficiales.
Y quinta y última, mucho esfuerzo aprendido, enseñado y
adquirido ya desde infantil y primaria para alcanzar un alto nivel de
comprensión lectora y sintaxis. Sin destreza en el lenguaje no se pueden
comprender, memorizar o expresar los conocimientos.
Con los preceptos anteriores el sistema educativo formará
personas cívicas, profesionales expertos y mentes críticas en base a
conocimientos reales. En caso contrario estaremos derrochando mucho dinero en
nuestros centros educativos para repetir los errores pedagógicos de los últimos
más de cien años. Aun así, los pedagogos insisten que hay que invertir más
dinero en sus teorías pero desgraciadamente estas divisas llegan más a
la burocracia formada por los teóricos de la educación que a las aulas. Cabe
añadir que entre el 2000 y el 2010 el gasto en educación española aumentó casi
un 30 por ciento mientras, y según todos los informes PISA, descendían los
resultados académicos de nuestros estudiantes. De todas formas, y durante la
crisis económica del 2008, los recortes aplicados en educación evidenciaron que
España no estaba apostando por el conocimiento. Es más, se invertía más en
turismo que en educación. El Gobierno Balear de Bauzà, que daba prioridad al
turismo, invertía tres veces menos que la media europea en educación. Países
como Dinamarca o Estados Unidos invierte un 8,7 por ciento de su PIB en
educación con índices de desempleo muy bajos y con una gran competitividad
empresarial (en España se invierte cerca
de la mitad, sobre el 4 por ciento). Y otro dato, el 44 por ciento de
los doctores formados en Estados Unidos halla trabajo en el sector productivo
mientras que en España la cosa no llega al 12 por ciento. La inversión en
educación, en investigación y en I+D se halla ligada a todo lo anterior. Cuando
Finlandia pasó a invertir tres veces más en investigación que en España, el
número de sus patentes subió exponencialmente, es decir Unamuno se equivocó con
su que inventen ellos.
Pero ya hemos demostrado que tanto
la inversión en educación como el perfil de los educadores no devienen el
factor diferencial que justifique nuestro treinta por ciento de fracaso
escolar. Es obvio que tanto docentes como progenitores
educamos bajo muchos errores. La lista de perfiles defectuosos en un lado y en
el otro es muy larga. Profesores blandos, ignorantes y pasotas vienen seguidos
de padres protectores, justificadores y ausentes, todo un corolario de gazapos
que nos dicen que simplemente no somos ni mejores ni peores que el resto de
Europa. Y es más, el porcentaje de malos educadores es muy bajo. La mayoría
tiene claro lo que la familia puede exigir a su centro para que éste alcance la
excelencia, pero también lo que ésta debe o no debe hacer para educar en casa y
fomentar esa excelsitud entre sus hijos. Es obvio que sin padres los maestros
no tendrían trabajo, hacen falta hijos para llenar escuelas, pero sin docentes
no se enseñarían los conocimientos correctos que necesita nuestra sociedad, y aún
menos se habrían recogido todas las estratagemas de este libro bajo la EMC, la Enseñanza Múltiple Contrastada. Lo
más paradójico de todo ello es que quienes deberían arbitrar entre familias y
docentes para mejorar nuestro sistema educativo, los gobernantes, todavía
siguen lejos de la realidad pero cerca de pedagogos teóricos que acusan a los
docentes de estar detrás del fiasco académico. Mientras los demagogos continúan
debatiendo leyes sin consenso que no sólo no han mejorado la enseñanza
nacional, sino que la han empeorado. Muchos políticos han utilizado los
informes PISA con intenciones partidistas para criticar el sistema escolar sin
analizar globalmente todo el sistema educativo. Es decir, no han procurado
hallar y aplicar medidas correctoras reales como, por ejemplo, sí hizo Estonia.
Esta nación alcanzó así una envidiada excelencia y su equidad educativa. Si en
España por los años 80 se logró un consenso entre todos los partidos a nivel de
sanidad, ahora debería ocurrir lo mismo con la enseñanza.
Pero por desgracia la
hipocresía política entre gobierno y oposición ha empeorado el sistema de
enseñanza nacional por falta de un consenso entre partidos, por la ausencia de
una visión estratégica conjunta y por culpa de una miopía sólo centrada en la
escuela como sistema escolar. Los gobernantes en sus leyes han olvidado todos
los demás factores del sistema educativo como son las familias, las empresas y
los medios de comunicación. En resumen, que España es un gigantesco, inmenso e
infinito dinosaurio que nadie sabe como alentar por una simple razón, yace
muerto educativamente. Un profeta dijo que la verdad nos hará libres, pero para
alcanzarla hay que saber contrastar verdades, evitar los engaños de quienes
puedan manipularnos y finalmente tomar las decisiones correctas. Sólo si se
ostenta una enseñanza de calidad se garantiza la libertad de criterio y de
elección correctas en nuestra democracia, en caso contrario ésta expirará bajo
la mediocridad de los estúpidos, los intereses de los pícaros y la manipulación
de los perversos. Y mucho hay de ello en nuestros políticos y en sus asesores
en educación. Los creyentes en la arcaica pedagogía teórica andan proponiendo
teorías globales desde hace más de cien años bajo conceptos abstractos como la
libertad, la creatividad y la felicidad del niño. Todo ello con la fatua
ilusión de hallar una técnica mental universal para el aprendizaje fácil y
feliz. Por desgracia todas estas esperanzas low cost no han logrado
jamás reducir globalmente el fracaso escolar en todos nuestros centros
educativos, más bien lo contrario, al sustituir el saber real por felicidad outlet
lo han alentado. El idealismo alemán, la pedagogía progresista, la pedagogía de Clarapède, el constructivismo de Piaget, la pedagogía Summerhill, la pedagogía de Tonucci, la escuela inclusiva, la pedagogía crítica, las inteligencias múltiples y la escuela por
proyectos llevan más de cien años predicando la imaginación, la felicidad y la
creatividad individuales como teoría central de un aprendizaje espontáneo en la
especie humana. Y aunque alguna de ellas haya podido funcionar localmente en
alguna escuela, lo hizo cuando el sistema educativo global estaba por la labor,
es decir cuando administración, terapeutas, familia y centro educativo
ostentaban un gran nivel de compromiso y conocimientos eficaces. Dicho en otras
palabras, toda innovación funciona bien entre los alumnos que ya aprueban pero
no saca de su pozo a los que suspenden una y otra vez, a no ser que haya una
profunda dedicación médica y educativa sobre estos zagales. Por lo tanto el
gran problema de las pedagogías teóricas es que jamás logran tener éxito
universal. Cuando estas hipótesis educativas han sido aplicadas bajo leyes
nacionales no han reducido el desastre escolar sino que lo han aumentado. Lo
anterior nos debe retar a preguntar algo muy simple, ¿por qué fracasan tanto?
Pues estas son las respuestas.
Primero, las pedagogías teóricas buscan cambiar la
educación bajo UN SOLO PRECEPTO BÁSICO SIMPLIFICADOR que haga del aprendizaje
algo fácil y feliz para cualquier niño, pero la enseñanza no responde a un
único factor general y primordial sino a un entramado de causas y efectos de
alta complejidad que sólo grandes docentes llegan a vislumbrar. Debería
realizarse una gran tesis doctoral sobre enseñanza para poder opinar con rigor
y criterio al respecto. El sistema de enseñanza es tan complejo que no existe
un principio organizador sencillo en donde hallar una teoría pedagógica real.
Perseguir eso es no darse cuenta de la diversidad del sistema y de nuestra
mente. Sólo cuando todas las partes se hallan implicadas y coordinadas en
prácticas de eficacia comprobada se reduce el fracaso escolar. Es decir cuando
leyes, administración, centros y familias siguen praxis demostradas y
diagnósticos acertados, la pérdida escolar cae bajo mínimos. De ello la
propuesta de esta investigación bajo la Enseñanza Múltiple Contrastada más los
diagnósticos psiquiátricos de disfunciones en infantil. Desgraciadamente, y
pese a la complejidad extrema del sistema educativo, muchos pedantes se sienten
capaces de opinar al respecto con toda impunidad, mucha temeridad y escasa
capacidad. Desde políticos ingenuos hasta prepotentes sin perspectiva, pasando
por pedagogos que no imparten clases y otros supuestos expertos, todos se atreven
a opinar sobre enseñanza sintiéndose plenamente autorizados en ello. Tal
atrevimiento resulta totalmente falaz, equívoco y perverso, sobretodo cuando
muchos de ellos no se atreven a opinar sobre la reparación de su ordenador, de
su coche, o sobre el diagnóstico de cáncer dado por su oncólogo. El educativo
es un sistema todavía más complejo, caótico y multifactorial que un ordenador
personal, un motor de explosión o que una metástasis corporal. La razón es
simple, sabemos como funciona un xip, un coche y un tumor pero desconocemos
todavía como nuestra mente aprende. No obstante, y hoy en día, se opina,
critica y exige tanto al sistema de enseñanza que parece un partido Barça –
Real Madrid, todo el mundo sabe de fútbol pero nadie juega en el campo.
Segundo, todas la pedagogías antes mencionadas se definen
como innovadoras contraponiéndose a otras didácticas actuales. En ello
confunden innovador como mejor, y malo como presente. Es decir, les resulta más
fácil atacar y desprestigiar la didáctica profesional que sustituirla por
prácticas eficientes. Ello lo perpetran por un simple hecho, no las conocen.
Aún así las pedagogías teóricas siguen llamándose a si mismas innovadoras
aunque hundan sus raíces pretéritas en el idealismo alemán del siglo XVIII, en
su posterior pedagogía progresista del XIX o en su heredero constructivismo de
inicios del XX. Es decir, como mínimo tienen más de dos siglos y por tanto poco
de innovador pueden acreditar. Sólo los ignorantes en historia se obstinan en
llamar innovadoras a las pedagogías teóricas. Además no se trata de innovar el
sistema educativo, se trata de mejorarlo. Queme usted su hogar y lo habrá
innovado pero en el caso que crea que lo ha mejorado, no provoque un incendio
en casa de los demás. Este ha sido el error de las pedagogías teóricas, les ha
parecido muy divertido organizar unas fallas valencianas en vivienda ajena.
Tercero, todas las pedagogías anteriores se preocupan más
de la felicidad del infante que de las necesidades de la sociedad en su
conjunto. La felicidad resulta un concepto abstracto y relativo que cambia
radicalmente si lees al socrático Platón, al constructivista Piaget o al
nacionalsocialismo de Mi Lucha. Por tanto, y si no hay acuerdo universal
en el concepto de felicidad, resulta vana toda pedagogía que se fundamente en
un término tan subjetivo, inconcreto e intangible. En cambio sí se está
mayoritariamente de acuerdo que la enseñanza debe llenar a los individuos de
conocimientos reales para su óptima inserción útil, cívica y cultural en la
sociedad adulta. Sorprendentemente la rudimentaria pedagogía teórica no está de
acuerdo con la memorización del saber.
Cuarto, y lo más obvio, mientras no sepamos como capta,
compila y transcribe nuestro encéfalo la información, poco podremos teorizar de
cual es la mejor pedagogía para el aprendizaje. Sin saber hoy en día como
nuestra mente memoriza y ordena los conocimientos resulta dar palos de ciego
cualquier hipótesis que asegure saber como hacerlo de manera fácil y feliz.
Nuestra mente adquiere y cataloga las enseñanza de muchísimas maneras
desconocidas por lo que no puede existir una pedagogía central y única del
aprendizaje cómodo y alegre. De hecho lo poco que científicamente sabemos de
nuestro encéfalo no encaja con ninguna de las pedagogías teóricas anteriores.
Por ejemplo: no existen inteligencias múltiples confinadas en zonas cerebrales
distintas, pero sí ignorancias múltiples para quien lo defiende; no hay
conocimientos previos en el individuo sin la instrucción de un educador docto;
y por último la mente humana tiene adaptaciones claras al premio y al castigo
para hacerse adulto con esfuerzo, todo ello muy lejos de la antigua pedagogía
del aprendizaje libre, fácil y espontáneo.
Quinto error, sin conocer todavía como funciona la
compilación y encriptación de datos en nuestro encéfalo, la idealista pedagogía
teórica ha elaborado muchas conjeturas para luego diseñar estratagemas en el
aula, es decir, ha construido la casa desde el tejado. Pero en cualquier
ciencia básica primero son los datos experimentales y luego la elaboración de
una teoría. Primero debemos recopilar todas aquellas técnicas que mejoran el
aprendizaje en el aula, nuestra EMC, y después construir, si es que existe, una
didáctica global. Por ahora, y sin saber como funciona la compilación y
encriptación de datos en nuestro encéfalo, no podemos todavía desarrollar una
teoría educativa correcta. Por tanto, y lo único que podemos hacer es registrar
y ordenar todas aquellas estratagemas didácticas que han demostrado su
efectividad contrastada en la enseñanza. Este es el objetivo de la EMC, la
Enseñaza Múltiple Contrastada. Toda técnica que haga aprender ha sido fruto de
muchas pruebas y errores. Éstas se han adaptado a nuestro cerebro dándonos
pistas de cómo realmente éste funciona. Hacerlo al revés, proponer una teoría y
luego un experimento, es saltarse la lógica del método científico
contraviniendo los datos neurobiológicos actuales. De hecho esta es la forma
como trabaja la descabezada pedagogía teórica. Así se explica que llegue a un
total absurdo ya que nos impone como debe aprender nuestro cerebro pero no nos
explica como realmente lo hace.
Sexto, la descabellada pedagogía teórica no resulta
ciencia alguna ya que carece de paradigma único consensuado. Las ciencias como
la Biología, la Geología, la Física o la Química tienen su teoría global que
permite explicar como funciona la realidad y hacer ciertos pronósticos. La
pedagogía, en cambio, con sus muchas teorías durante la historia, no ostenta
paradigma central alguno ni nos explica como funciona la mente humana, y ni
mucho menos puede prever qué aprenderá un chaval. Sólo hay que ver todas las
teorías pedagógicas que fracasan universalmente para darse cuenta de este
hecho. Desde la pedagogía progresista y la pedagogía de Clarapède pasando por el constructivismo de Piaget y la pedagogía Summerhill, hasta llegar a la pedagogía de Tonucci y a la de las
inteligencias múltiples se ha cruzado todo un muestrario sin paradigma central
alguno. Ya hemos detallado por tanto, que la antediluviana pedagogía teórica no
es una ciencia contrastable sino muchas imaginaciones sin fundamentos reales,
algo menos que un autoengaño bajo una creencia demagógica. En fin que la
pedagogía teórica, sin saber como trabaja nuestra mente, propone hipótesis a
ciegas sin hechos neurobiológicos que la respalden. Es así de simple y nada
más. Se insiste, la centenaria pedagogía teórica no tiene fundamentos
científicos ya que ha creado quimeras educativas desde la nada más absoluta. El
científico honesto sabe lo que el presente le brinda pero desconoce lo que el
futuro le deparará. El pedagogo teórico ignora lo que la neurobiología le
brinda pero afirma lo que el futuro nos deparará. Por desgracia el futuro es
incierto y creerse, sin hechos contrastables, con la verdad educativa resulta
pura prepotencia. Todo ello explica que llevemos más de cien años con
experimentos pedagógicos que no mejoran el rendimiento escolar, todo lo
contrario, lo entorpecen una y otra vez. En enseñanza hay que ir siempre sobre seguro. Nuestros
alumnos no son ratas de laboratorio, son nuestra más preciada inversión. Por
tanto hay que enseñarles a través de una Enseñanza Múltiple Contrastada y no
con más experimentos pedagógicos. De otra
manera estaremos empezando la casa por el tejado sin fundamento sólido alguno.
Por ahora, y sin saber como funciona el cerebro humano, debemos fiarnos de las
prácticas que países, centros o docentes aplican con éxito para construir un
marco legal consensuado que proteja tales praxis. Con ello crearemos una
Enseñanza Múltiple Contrastada fundamentada en hechos, y no en hipótesis
imaginarias, que deberemos ampliar a medida que lleguen más métodos eficaces.
Este es un proyecto abierto que ahora empieza, una nueva perspectiva que
deviene como algo realmente innovador. Éste ha sido el objetivo de este ensayo,
evolucionar para mejorar la enseñanza y así reducir el fracaso escolar vigente.
Toda educación debe resistirse a la aplicación de las pedagogías teóricas.
Éstas llevan décadas entorpeciendo la didáctica docente. En caso de seguirlas a
nivel estatal abonaremos nuevamente la pura creatividad de los ilusos
repitiendo una y otra vez los errores de los últimos cien años. La antigua
pedagogía teórica no es una ciencia, es una creencia.
miércoles, 19 de abril de 2017
83. Alumnos que MÁS fracasan
Con todo el análisis anterior, y aparte del 15 por ciento
de alumnos con disfunciones cognitivas, podemos definir el patrón educativo no
innato que más fracaso académico engendra. Fracasar en la ESO se da cuando los
educadores dedican poco tiempo de calidad hacia sus hijos, es decir, cuando
padres o tutores no saben o no quieren preocuparse por la enseñanza de sus
hijos. Si a ello añadimos demasiada libertad
de movimiento con la televisión, Internet, amistades o paseos fuera de casa se
da con la guinda del asunto. Por tanto, y a nivel familiar, la principal
causa de desastre escolar es el ausentismo de los padres. Un escaso tiempo
dedicado a los hijos sin compartir juegos y
deberes aumenta claramente el riesgo que éstos repitan curso, que no terminen
la ESO con éxito y que sus capacidades lingüísticas sean limitadas.
-
Yo, señor Riduestre, no puedo pelearme a diario con mi hijo – aseguraba una madre -. Apenas lo veo unas pocas horas al día y
prefiero verle feliz durante ese rato conmigo. Por eso le alquilo videojuegos
cada noche y no le obligo demasiado a estudiar.
Ya se argumentó que esto halla una clara
correlación con estudios neurobiológicos. El equipo del doctor Vincent J.
Schmithorst del Hospital Infantil de Cincinnati describió la relación entre el
desarrollo de la sustancia cerebral blanca, y responsable del aprendizaje
humano, con el cociente intelectual de muchos niños. Repitamos aquí que en
chavales desatendidos por sus familias su sustancia blanca era un 17 por ciento
menor que la de los bien atendidos, y a menos mienelina menos capacidad de
aprendizaje, de hábitos de estudio, de esfuerzo y más fracaso escolar. Veamos ahora algunos ejemplos
de padres que desatienden a sus hijos total o parcialmente.
-
Ya me dijeron un día que mi hijo
sufría de hiperactividad, ¿sabe? Y aunque yo jamás le castigo durante el poco
tiempo que estoy en casa, eso que haga campanas, falsifique mi firma en las
notas y suspenda el curso, es algo previsible dada su hiperactividad, ¿cómo
quiere que le diga que NO lo haga?
Algunos se daban cuenta de su error pero no podían
admitirlo externamente:
-
Mi Oriol sabe disimular muy bien
sus fechorías, hasta me convence para que NO le castigue por las noches cuando
llego a casa. Esto que usted me dice, que ha falsificado las firmas para que no
hubiera entrevista entre ustedes y nosotros, la verdad, me cuesta creerlo. Yo
esperaba esta conversación hacía meses.
Y existían padres ausentes que iban más allá de la
justificación, llegaban a la acusación:
-
Fueron ustedes, y no yo, quienes
no le educaron bien. De hecho, y esto lo sé de buena tinta, lo han estado
acosando durante todo el curso a pesar de todas mis llamadas desde el trabajo.
Y no me nieguen eso, mi hijo, a mi, jamás me mentiría.
Y todo lo anterior implicaba que este tipo de educadores
estaban muy poco con sus hijos para revisarles los deberes, jugar con ellos y
darles pautas. En fin, que la tarea educativa recaía más en el colegio que en
la familia ante unos rapaces con un 17 por ciento menos de sustancia cerebral
blanca. A lo anterior solía sumarse la discrepancia educativa entre la pareja,
una baja disciplina por parte de éstos y el deseo de ser amigos de sus hijos,
toda una guinda para el pastel del fiasco escolar. Sin límites ni rutinas
impuestas todo era demasiado fácil y el escolar en nada valoraba lo que se le
ofrecía, aprender. Un profesor me contaba lo que hacía con este tipo de
alumnos, les ofrecía ser el referente paterno o materno que en casa no existía.
En primero y segundo de la ESO jugaba con ellos a través de bromas y técnicas
de clase, algo que en su casa no se les daba. En tercero y cuarto dejaba el
juego y les escuchaba para dejar que los escolares se ganaran su favor personal
si cumplían los pactos acordados. Si no los acometían el docente rompía el
acuerdo y denegaba conversación o juego con ellos. Una reacción así lanzaba un
mensaje subliminal al púber, el perder otra vez a su adulto, a sus padres
ausentes. En la mayoría de casos los chavales intentaban recuperar de nuevo a
su referente adulto.
Otro ejemplo similar me lo contó otro profesor de tercero
de ESO. Éste, mientras vigilaba a los expulsados, establecía el siguiente
puente con los díscolos, les dejaba entrar con su portátil al Youtube para
visualizar videos bajo la supervisión del susodicho educador. Con ello se hacía
caso a los chavales, algo que en casa no ocurría, y por el otro, se les marcaba
un pacto, silencio y tranquilidad a cambio de compartir esos momentos con
ellos. Los chavales accedían y al final alcanzaron cotas de sinceridad muy
elevadas. En fin, que todo humano necesita de la dedicación de otros humanos.
viernes, 7 de abril de 2017
Atac a Catalunya: LIBRES E IGUALES
Aquest 6 d'abril de 2017 l'associació "Libres e Iguales" va presentar el llibre d'educació de Javier Orrico, La tarima Vacía. L'acte organitzat a Barcelona estava previst a La Casa del Llibre però dies abans es va canviar a un hotel cèntric de la ciutat. Allí l'autor, el president de "Libres e Iguales" i dos escriptors, en Xavier Pericay i n'Arcadi Espada, varen presentar el llibre davant un gran gruix de simpatitzants de Ciutadans i del nacionalisme espanyol. Els tres escriptors varen argumentar a favor d'un ensenyament no dogmàtic, de qualitat i amb docents experts en la seva especialitat. Fins aquí tot respectable, però la presentació va pujar de to quan van començar tots ells a criticar el nacionalisme euskera i català, tot vinculant-los amb una nefasta situació educativa del país. En Xavier Pericay va dir que la manca d'autoritat dels docents té relació amb la desobediència de l'autonomia catalana vers l'Estat espanyol. N'Arcadi Espada va dir que el comunisme i el nacionalisme català estant adoctrinant l'educació tot destruint-la. En Javier Orrico culpava a Catalunya de la idea que els sabers no són importants en educació, que a Catalunya no es va matar a ningú per parlar en català, i que Euskadi és una societat d'estrats on la primera són els euskaldunos i la inferior i última són els espanyols. Tot això sempre en castellà tot fent riure i sorna de les cultures d'Euskadi i Catalunya entre els assistents. Fins i tot, i des del públic, es va afirmar que a les escoles catalanes s'obliga a fer totes les classes en català, que s'ensenya que Colom i Erasme de Rotterdam eren catalans, i que la primera versió del Quixot fou en català, afirmacions les quals tingueren l'acceptació i l'assentiment dels presentadors. L'acte, en cas de dubte, fou filmat en la seva integritat i probablement serà penjat a la web de Libres e Iguales, tot i que lliures i iguals no fou el rerefons de l'acte.
jueves, 6 de abril de 2017
Fracaso escolar a la baja una estafa
¿Qué pasa en Cataluña? A nivel
educativo su consejera, Meritxell Ruiz, afirma que España educa con un modelo
el siglo XIX mientras que Cataluña ya lo hace con uno del XXI. Así lo afirmó
por televisión el pasado mes de marzo. Este modelo educativo, el llamado por
competencias, ha eliminado en Cataluña las asignaturas en Primaria y ofrece
informes muy complejos a los padres. De hecho han eliminado, y por decreto ley,
el boletín de notas por materias a cambio de algo mucho más amplio: hojas y más
hojas con tablas de decenas de conceptos. Muchos padres no entienden el
corolario de tecnicismos marcados con cruces en las cientos de casillas de
estas mallas. Al final muchos padres no saben si su escolar va bien, regular o
muy mal. Cuando ya se había abandonado el Progresa Adecuadamente por notas
claras, ahora se revierten las cosas con nuevas frases ambiguas. Pero este
abril, y nuevamente por televisión, la consejera ha afirmado que gracias a este
sistema, y en Cataluña, se ha reducido abismalmente el fracaso escolar. Sin
notas, sin materias y sin apenas repetición en Primaria, resulta obvio que en
esta etapa ya no exista nada, ni el fracaso escolar. Pero en Secundaria, y tras
unos años de una nueva evaluación de centros, Meritxell Ruiz también ha
reducido su fracaso escolar. ¿Saben pues más los alumnos catalanes que los
españoles? Pues no, el asunto es que la evaluación de los institutos catalanes,
el AVAC, califa al centro con una nota numérica. Si el centro NO promociona
demasiados alumnos esa nota es baja y sus docentes reciben menos puntos en
méritos curriculares. En consecuencia aquellos institutos que poseen muchos
alumnos con dificultades promueven un mayor número de aprobados para mejorar su
evaluación y no hundir así a sus docentes en el barro. Ello es lo que explica
el aumento de aprobados catalanes en Secundaria. La pregunta, y ante estos
hechos, es: ¿hay mala intención en todo ello?, ¿o simplemente tiene malos
consejeros la consejera?
martes, 4 de abril de 2017
82. Padres colegas - desastre educativo
Y llegamos a la última categoría, los educadores que se declaran amigos de
los púberes, algo teóricamente muy loable pero que en la práctica trae más complicaciones
que ventajas. El origen de la amistad parece algo innato en nuestra especie.
Desde pequeños intentamos experimentar ese tipo de simbiosis de tal manera que
nuestro egocentrismo se diluya en el altruismo de los demás y viceversa. En la
amistad nos reconocemos como individuo ya que los humanos somos capaces de
reconocer a otros humanos. De todas formas la camaradería reviste todo un
corolario de peculiaridades que pertenecen más al ámbito adulto que al
adolescente. Tres son las más importantes, el respeto, la estima y la
reciprocidad. El respeto porqué seremos sinceros sin querer ofender, la estima
porqué uno se alegra de verle y la reciprocidad porqué nos ayudamos. Esta
definición difiere en poco de la establecida por Aristóteles hace más de 2400
años. Aristóteles hablaba de tres tipos de amistad, dos de ficticias y una de
real. La primera era la falsa amistad por placer, ¿nos lo pasamos bien?, la segunda la de la conveniencia, ¿nos ayudamos?, y la tercera y verdadera
la amistad basada en el respeto, la admiración y la confianza, algo que los
adolescentes todavía no han aprendido de forma madura. La confianza, o simetría
entre amigos, es lo que más separa a educadores de púberes. Existe simetría
entre dos personas adultas ya que entre ellas pueden darse consejos con
autonomía de acometerlos o no. Un consejo justo y argumentado es un regalo
hacia el otro. Avisar de un posible error ayuda a ver lo que la subjetividad de
uno no atina en soledad. Educando podemos dar consejos, pero tarde o temprano
también daremos órdenes e impondremos límites que un amigo no estaría obligado
a secundar. Así pues, es muy difícil que exista una amistad madura entre un
educador y un escolar o entre los padres y sus hijos. Los adultos ostentan una
experiencia que el estudiante todavía no ha adquirido. Asimismo los educadores
pueden sancionar al aprendiz y no éste a sus mentores. Además, a los jóvenes
les pesa todavía mucho el ego para practicar el sentido profundo de la palabra
altruismo. Ellos sienten más el egocentrismo individual que la simbiosis de la
reciprocidad humana. En fin, que los educadores amigos de críos padecen de un
grave error.
-
Yo soy muy amiga de mi hija ¿sabe? A menudo sé ponerme en su piel y
comprendo como se siente pobrecita. Sufre mucho por los estudios, ¿sabe? Así
que sólo le doy mis mejores consejos y no la presiono, ella es mayor y ya sabrá
lo que debe hacer ¿sabe?
Y ya sabemos
lo que ocurre, ¿saben? Pues que debemos ser formadores antes que amigos. La
amistad es una palabra muy seria que se consolida más en la madurez que durante
la infancia o la adolescencia. Pretender ser amigo de hijos y alumnos puede
parecer muy moderno pero a padres y a profesores nos será muy difícil. Se
insiste, un amigo escucha lo bueno y lo malo de otro amigo, pero no tiene potestad
para castigar sus deslices.
-
El otro día, durante la victoria del Barça, rompimos los cristales del
Burger King – le contaba un adolescente a otro.
¿Cree realmente que esta conversación
la debería tener su hijo con los padres sin reprimenda alguna? Docentes y
padres pueden corregir las faltas de sus lechones, es más, deben hacerlo. Por
otro lado, una amistad implica toda una serie de derechos pero también de
obligaciones que a menudo los escolares no saben como cumplir. Ser amigo de
nuestros hijos ya llegará cuando éstos hayan alcanzado su madurez
personal. Antes puede resultar un juego
demasiado peligroso donde el joven sólo desee reivindicar los derechos y eludir
sus obligaciones. Como decía el psiquiatra Victor Frankl:
Un buen maestro no es sólo quien enseña a conocer, sino quien enseña a ser.
Pero, ¿cómo podemos desenmascarar a los educadores amigos de sus hijos? Según los casos observados son progenitores
protectores y compradores que a menudo discrepan en la pareja ya que siempre
uno es muy amigo de su prole y el otro o no lo es, o no lo es tanto. El tiempo
dedicado a sus hijos suele ser bajo ya que consideran al escolar como un adulto
y le confían muchas decisiones. Ante los demás justifican los errores de sus
lechones y la disciplina es mínima. Suelen darse muchos casos en matrimonios
separados ya que la ausencia de consorte la sustituyen parcialmente con el
trato de amistad hacia el hijo o hija. En cambio, no suelen ser padres
excesivamente sufridores y ni mucho menos supereducadores. Bajo el influjo de
todo lo anterior la prole es muy inconstante en el trabajo. De autoestima y
orgullo andan sobrados por lo que son fuertes, extrovertidos, sociables y muy
exigentes con sus educadores, sobretodo durante la adolescencia. La disciplina
que no se aplicó durante la infancia estalla ahora con todas sus fuerzas y los
padres se sienten imponentes ante la situación. Pero esto además acarrea otras
lacras a estos púberes cuando llegan al tejido social adulto. Cada día acuden más pacientes con depresión a las
consultas de los médicos y psicólogos. Hay quien dice que la enseñanza es la
culpable y quizás tenga razón. Actualmente parece que la palabra disciplina
signifique traumatizar a algunos alumnos y que por tanto nos estemos dirigiendo
al otro plato de la balanza, hacia a la permisividad. Puede que una de las
causas de ello sea el miedo a aquella didáctica atávica y retrógrada del pasado
franquista y republicano. En aquellos días la disciplina era extrema y el
maestro un ogro, ahora en cambio si el docente es demasiado exigente puede ser
acusado por unos padres de maltratar psicológicamente al hijo. Es esperpéntico
y exagerado el cambio de ideología que ha sufrido la educación durante los
últimos cincuenta años. Ahora con las pedagogías teóricas nos hallamos en el
otro polo, en el Sur.
Durante los días 29 y 30 de noviembre
de 2013, en el Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados de Cataluña, ASPEPC-
SPS organizó en Barcelona las II JORNADAS DE SECUNDARIA. El asunto a
tratar fue el principio de autoridad de los docentes lejos de una amistad con
los púberes. Durante éstas se impartieron cuatro conferencias a cargo de
expertos de reconocido prestigio y renombre - Javier Valle, Xavier Massó, José
Playà y Adolf Tobeña -, a los que se añadieron comunicados y mesas redondas a
cargo de otros expertos. El alto número de asistentes, la riqueza del debate y
la actitud participativa que hubo en todo momento comportó las siguientes
conclusiones.
Primero, desde el ámbito
administrativo se necesitarían medidas legales que impulsaran la disciplina en
el aula a nivel de medios, familia y centros educativos. El Principio de
Autoridad Docente resulta imprescindible en la educación como una partitura lo
es para la música. Sin este marco legal muchas de las iniciativas docentes quedan
sin apoyo claro ante las agresiones que recibe este colectivo. En este sentido
cabe destacar que a un policía, que ostenta el Principio de Autoridad, no se le
exige que tenga carisma entre los ciudadanos cuando pone una multa, o el propio
Estado cuando dictamina leyes cada vez más impopulares. De igual modo no se
puede exigir a los adultos que desarrollen roles de amiguismo con los
estudiantes. Por desgracia al docente sí se le impone carisma cuando sanciona.
Segundo, la voz docente debería oírse
más en los medios. De hecho hablan más de educación pseudoexpertos, que poco o
nada viven la realidad del aula, que no docentes maduros que sí la trabajan día
a día. Esta asimetría en los medios conlleva que la autoridad docente no sea
explicada con claridad a familias y sociedad. Es más, muchas de las cosas que
los pseudoexpertos promueven resultan tóxicas y letales hacia el mundo
educativo nacional ya que son teorías, aunque bien construidas, sin
fundamentos, sin hechos y sin datos reales contrastados.
Tercero, la idea de que los niños son
buenos por naturaleza y que la educación les vuelve malos deviene totalmente
errónea ante los estudios psiquiátricos publicados en revistas técnicas
internacionales. Los niños muy pequeños se muestran egoístas y déspotas hacia
sus compañeros de guardería. Pasados los meses, y con la intervención
correctora de los educadores, el número de fechorías cae radicalmente. Los
campos de la psiquiatría y de la psicología, y fueron palabras del doctor
Tobeña, han establecido con datos contrastados y experimentos para todo el
mundo que nuestra mente está adaptada al castigo y a los límites para corregir
nuestros genes innatos que nos abocan a comportamientos agresivos, egoístas y
contrarios al bien común. Sólo se puede ser feliz, buen ciudadano y profesional
óptimo cuando valoramos las cosas logradas con límites, esfuerzo, castigos y
premios merecidos. Ferran Adrià, quien con perseverancia ha logrado ser uno de
los mejores cocineros del mundo, decía que la diferencia entre los buenos y
los muy buenos es el esfuerzo.
Cuarto, tanto los docentes
autoritarios, que imponen, como los docentes con autoridad, que la inducen,
resultan igualmente efectivos. Es más, el docente que alcanza la autoridad
entre sus alumnos ha tenido que aplicar inicialmente unas dosis autoritarias que
los escolares han percibido como límites de respeto y marco de aprendizaje.
Decía Gilbert K. Chesterton que no puede existir la educación libre, porque
si dejas a un niño libre nunca le educarás, es más, una sociedad sin
castigo será una sociedad caótica.
Y finalmente y por último, el docente
que quiera hacerse valer entre sus alumnos debe mostrar seguridad en el control
de la clase, evitar caer ante las provocaciones, poseer un amplio dominio de su
disciplina, ser coherente con las normas que impone, hacerse referente entre
sus escolares y jamás ser colega de sus alumnos ya que los amigos no tienen
potestad de corregir como él sí debe. Por otro lado, el educador no debe
convertirse en enemigo de sus alumnos ya que tiene la obligación de guiarlos y
ayudarlos en su formación personal e intelectual. Estos rasgos aquí descritos
deberían formar parte de la formación de los futuros docentes en nuestro país
para salvaguardar la disciplina en las aulas. Por desgracia la LOMCE del
ministro Wert consideró ésta, la disciplina, tabú al no mencionarla apenas. O
en la propia LEC catalana se promulgó que el camino básico hacia la disciplina
era el docente carismático. Charles Manson y Adolf Hitler fueron altamente
carismáticos pero luego se volvieron unos dictadores sin autoridad moral
alguna. Que tal si lo hacemos bien y primero se es algo dictador con autoridad
moral y luego nos ganamos el carisma entre los chavales. En ello, y por todo lo
argumentado anteriormente, no hay que llegar a ser amigos de ellos pero tampoco
enemigos, simplemente debemos ser sus educadores.
Por otro lado, si con más disciplina se educara a
alumnos más autosuficientes, puede, y digo puede, evitaríamos que sufrieran de
depresión en su futuro cuando la vida les diera el revés. Si esto fuera cierto
las consultas de muchos psicólogos y psiquiatras perderían algunos clientes en
los próximos años. En ese caso habría sido por una buena causa, la de más
disciplina y menos Prozac. La falta de disciplina no sólo recae en
las familias amigas de sus hijos, la sociedad también se ha vuelto permisiva y
bajo el efecto dominó también los colegios. Visto de otro modo se podría decir
que la sobreprotección de nuestros hijos está de moda. Sus detonantes, el
tripartido sociedad-colegio-familia, no saben ponerse de acuerdo como tampoco
lo haría Rajoy con la izquierda aberzale, uno en español y los otros en euskera
difícilmente se entenderían. Ojalá el asunto educativo sólo fuera un problema
de idiomas, con un simple intérprete bastaría para resolverlo.
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