Muchos docentes opinan que algunas teorías educativas no les permiten construir un mundo mejor desde la enseñanza. De hecho poca gente contrasta estas teorías con datos reales. Para mejorar el sistema educativo son necesarias más demostraciones y menos opiniones. Hay que observar los hechos probados y sistematizarlos. He aquí cartas de prensa, artículos en los medios y capítulos numerados que ofrecen un amplio corolario de datos contrastados para mejorar realmente la enseñanza y la sociedad.
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martes, 14 de febrero de 2017
jueves, 9 de febrero de 2017
72. TUTOR LA VÍCTIMA EDUCATIVA
En España cuando un docente ve un
problema con un alumno llama a los padres. En Estonia y Finlandia cuando esto
ocurre se habla directamente con el estudiante. A posteriori, y si la situación
lo requiere, se va a urgencias. Así, y cuando deseamos saber si nuestro cuerpo
padece de alguna infección tomamos la temperatura del mismo. Hablar con el
tutor es ese termómetro. El papel del tutor es sumamente importante en la
educación de los alumnos. En el British School of Barcelona con unos veintisiete
alumnos por clase, y buenos resultados educativos, el tutor resulta la pieza
fundamental en todo ello. En primer lugar todos sus docentes ejercen de tutor
quedando cada grupo con dos tutores. Ello ofrece mayor atención a cada alumno e
iguala el trabajo entre los docentes. En segundo lugar existen dos líneas de
coordinación en el centro, una sobre los temarios que vigilan los jefes de
departamento más un coordinador, y la otra sobre los tutores bajo otro
coordinador. En todo ello, y en el sistema inglés, no se exige psicopedagogo
alguno, es más, los temarios establecidos no van regidos por libros, sino que
cada profesor debe responsabilizarse de trabajar su propio material con los
escolares para que puedan pasar la reválida estatal. En tercer lugar, y durante
las seis sesiones diarias de clase al día, se potencian todo tipo de
actividades destinadas al debate, la argumentación y la exposición en público
de los conocimientos adquiridos, todo ello para potenciar el criterio propio
bajo hechos contrastables. En todo ello todos los profesores como tutores se
comprometen en alto grado. En cuarto lugar hay programas de enriquecimiento en
donde se crean grupos de debate y sesiones personales para potenciar todo lo
anterior. En quinto lugar el esfuerzo en todo ello, tanto en su formación
interior y moral como en la adquisición de conocimientos, es clave para pasar
las reválidas estatales que impone el modelo inglés. En sexto lugar, y para
cada ciclo, existen una serie de actividades en instituciones caritativas para
concienciar a los chavales de su necesaria solidaridad con la sociedad. En
séptimo lugar, se ejecutan acciones inclusivas para aquellos alumnos con mayor
capacidad para que no se aburran en la clase normal. A cambio se ofrece
refuerzo extraescolar a quienes tienen mayor dificultad. Y por último, todos
los puntos anteriores se hallan bajo la atenta mirada del tutor de cada
subgrupo, del coordinador de los tutores y del mismo director. Al final los
alumnos de este centro terminan con el título de la ESO española y el de la
IGCSE británica bajo una educación holística entre un extenso crecimiento
interior, moral y crítico más un gran cúmulo de conocimientos y capacidad de
contraste de los mismos.
Ante el modelo anterior, y la
importancia de su acción tutorial, la entrevista con el tutor ofrece a los
padres la información esencial para saber de su hijo. A partir de tal
conversación vislumbrará si lo contado por su alevín era cierto o falso.
Durante la entrevista con el responsable escolar se darán cita dos realidades,
la que escuchó de su hijo en las cenas y la que el docente le ofrecerá en ese
momento.
Es importante al inicio de curso que uno
no pida tal encuentro, a no ser que sea urgente y necesario. Lo que se quiere
dar a entender es que no agobie al tutor con ansiosas o demasiadas entrevistas
durante el año académico. Mejor una conversación de gran densidad que muchas
pero livianas. Normalmente un tutor debiera llamarle una vez por curso si su
hijo es de los normales, y varias si éste tiene dificultades. En caso
contrario, y si su zagal va de los primeros, sírvase sólo un encuentro fortuito
y una charla corta. Piense que el tutor realiza una o dos entrevistas cada
siete días y con más de treinta alumnos por grupo no hay más semanas durante el
curso. Por tanto, pida hora sólo cuando sea estrictamente necesario y no vea su centro como una empresa de servicios donde
exigir lo que en casa no sucede. Analice que pasa antes en el hogar y luego
compártalo con el colegio para educar con un solo frente a su hijo. Si su chaval le cuenta pestes del colegio porque
le exigen en el estudio, alégrese. Significa que los docentes se toman en serio
su trabajo y que se preocupan por los conocimientos de su lechón. Si su hijo
vuelve a contar pestes del centro porque le imponen límites, esfuerzo y
disciplina, alégrese también. Significa que los docentes se toman en serio la
formación y educación del escolar. De otra forma, sí debiera preocuparse. Piense que la entrevista tiene por objetivo que ambos,
padres y docentes, se conozcan para poder encauzar mejor al alevín.
Si quiere saber como es el tutor de su lechón no le
ponga tenso, deje que se relaje y que hable. Evite, en lo que pueda, justificar
a su hijo o excusarlo ante un posible castigo injusto. Por muy indebida que le
parezca la sanción, apoye al colegio en su decisión y el centro le respaldará
también, ¿o pretendemos crear un adolescente manipulador de adultos? Una
pequeña y plausible injusticia, aunque no se lo parezca, también educa, y se ha
dicho plausible que no cierta. Si uno decide proteger siempre a su lechón éste
se acostumbrará a ello. En cambio, si deja que afronte sus consecuencias,
forjará en él una gran resistencia a la frustración, una mayor resiliencia. Hay
que darse cuenta que la consulta de los psicólogos se llena cada día de más
pacientes por depresión, patología asociada al poco aguante ante la
frustración.
Por regla general, y durante una
entrevista, primero debería hablar el padre o la madre. Si el tutor así se lo
pide denota humildad previa y ganas de conocer su punto de vista. Un profesor
de la ESO me contaba que instaba a los padres a hacerlo de la manera anterior.
Les decía que obviamente él no conocía al hijo, que con sólo unas horas de
clase a la semana se declaraba ignorante de ese adolescente.
Yo poco
sé de su hijo, sólo
lo tengo en el aula. Usted, que lo ha criado desde bebé, me puede
decir mucho más y yo quedaré encantado de
escucharle.
Esa postura relaja a los progenitores
que a menudo esperan oír lo mal que va su hijo, es decir ésta
es una buena forma de romper el
hielo y ceder protagonismo
a los padres que temen lo peor si se les convocó a una entrevista. De
hecho a todos nos gusta más ser escuchados que recibir sermones. Así pues, y si de esta manera es recibido, sea breve y
sincero para contrastarlo con lo que el colegio le diga después. Cuando cuente
como es su hijo, mejor no exija explicaciones ni justifique a su hijo por lo
que uno cree que le van a contar en el centro, en fin, que no adelante
acontecimientos, simplemente cuente la verdad y cíñase a los hechos, no a las
interpretaciones. Si por el contrario, se anticipa al docente con reclamaciones
y reivindicaciones añadirá tensión a la conversación y no resolverá con
celeridad los asuntos que ha venido a tratar. Durante esta
parte del monólogo el docente debería tener ante si los informes, o los
resúmenes de los mismos, para anotar lo que uno le transfiere y compararlo con
lo que los profesores le comunicaron. Tener, por tanto, el cuaderno de curso delante indica que este tutor se preparó
el encuentro. Fíjese si lo tiene todo resumido en un pequeño recuadro
del listado de alumnos. Ya comentamos que una buena manera de acceder
rápidamente a la información era tenerla desglosada en diminutos símbolos en
una casilla. Si para responderle una cuestión ve que el docente necesita ojear
veinte papeles es que no trabajó las informaciones dándoles orden y eficacia.
Cuando haya terminado, escuche
atentamente lo que acordó el claustro de profesores sobre su hijo. Si ambos
están de acuerdo, genial. En caso contrario, argumente, escuche y pida más
informaciones sobre su benjamín. Al final sabrá quien lleva razón y qué debería
hacer cada parte para mejorar y resolver los problemas del púber. Un buen final
de entrevista debería llegar a unos acuerdos y compromisos por ambas partes
para intervenir en la dinámica del estudiante. Si un tutor no se las da
recuérdeselo y asuman conjuntamente sus obligaciones.
Pero a veces sucede que ambas partes
insisten en su postura y no aparece el acercamiento de pareceres. En tal caso, y si uno de los dos se muestra obtuso, lo mejor es dejar
que hable y que hable hasta que cometa una contradicción. En ese momento
aparece la vía de acuerdo ya que el obtuso desveló su propio error dando la
razón al otro. Sea paciente y espere a la paradoja del otro.
-
Al chaval se
le presiona demasiado – dijo un educador inicialmente pero al progresar la
entrevista se le escapó que… - ¿cómo va a ponerse las pilas con los pocos
informes que se emiten sobre él? – algo que paradójicamente implica presión
sobre el escolar.
Cuando una de las partes comete una
incoherencia cede la razón al otro y obviamente si se quiere que haya más
presión sobre un adolescente han de existir informes y denuncias. Pero hay otra
forma de resolver pugnas sin acuerdo, no juzgar pero preguntar. Si observa en
este caso que la parte contraria realiza inquisiciones
indirectas sin sentenciar a nadie, sólo pidiendo informaciones, déjese
conducir, le está ofreciendo salidas sin imposiciones sabiendo lo que se hace.
Si se responde con sinceridad se ven los errores y hasta se enuncian
soluciones sin uno darse cuenta.
-
¿Cree usted que Oriol debería
estar más controlado? – cuestión que no acusa a nadie.
-
Sí, creo que sí. Quizás le hemos
dado demasiada libertad.
El
objetivo final de toda entrevista debe ser construir un frente común entre escuela y familia. Si los adolescentes detectan
nuestras fisuras aprenden pronto a manipularnos.
martes, 7 de febrero de 2017
ARA ÉS DEMÀ, DEBAT EDUCATIU
El Departament d’Ensenyament, conjuntament amb el Consell Escolar de
Catalunya, estant organitzant les jornades Ara és Demà per tal de debatre la
futura educació catalana. En quatre sessions al Cosmocaixa, i durant tot aquest
hivern, s’està evidenciant que la qualitat dels conferenciants, la informació
dels mateixos i el nivell d’organització són excel·lents. Tot i així el debat
esdevé un pèl homogeni davant la diversitat d’opinions educatives. De fet hi ha
dos grans extrems didàctics, els qui pensen que els centres han d’educar més en
habilitats que ensenyar continguts, i els qui defensen que l’escola ha
d’ensenyar més matèria que educar emocionalment. Ambdós defensen la dualitat
ensenyar i educar, però cadascú hi posa més pes en una de les opcions.
En definitiva, és el contrast entre la visió pedagogista ben establerta a infantil i primària, contra l’ensenyament estructurat més comú a secundària, batxillerat i universitat. En els primers hi predomina una visió més humanista de l’educació amb mestres que no cal que dominin la seva especialitat. En els segons s’argumenta una perspectiva més empirista de l’ensenyament amb docents molt versats en el que ensenyen i articles mèdics i científics que així ho aconsellen. En l’Ara és Demà es parla molt de millorar la formació docent com a Finlàndia i Estònia, però no en continguts a ensenyar sinó en teories pedagògiques.
En resum, durant les sessions d’aquest Ara és Demà hi predominen en escreix els de l’educació pedagogista en detriment de l’ensenyament estructuralista. Per una banda això empobreix l’objectiu de l’Ara és Demà, el debat sobre el futur de l’educació a Catalunya, i per l’altra acomplexa a molts docents a fer el que els pedagogistes defensen, esdevenir alumnes crítics. En certa manera el que havia de ser un debat contrastat està resultant un monòleg a favor d’un sol sector, el pedagogista, i més si el Departament d’Ensenyament els té com a principals assessors.
En definitiva, és el contrast entre la visió pedagogista ben establerta a infantil i primària, contra l’ensenyament estructurat més comú a secundària, batxillerat i universitat. En els primers hi predomina una visió més humanista de l’educació amb mestres que no cal que dominin la seva especialitat. En els segons s’argumenta una perspectiva més empirista de l’ensenyament amb docents molt versats en el que ensenyen i articles mèdics i científics que així ho aconsellen. En l’Ara és Demà es parla molt de millorar la formació docent com a Finlàndia i Estònia, però no en continguts a ensenyar sinó en teories pedagògiques.
En resum, durant les sessions d’aquest Ara és Demà hi predominen en escreix els de l’educació pedagogista en detriment de l’ensenyament estructuralista. Per una banda això empobreix l’objectiu de l’Ara és Demà, el debat sobre el futur de l’educació a Catalunya, i per l’altra acomplexa a molts docents a fer el que els pedagogistes defensen, esdevenir alumnes crítics. En certa manera el que havia de ser un debat contrastat està resultant un monòleg a favor d’un sol sector, el pedagogista, i més si el Departament d’Ensenyament els té com a principals assessors.
lunes, 6 de febrero de 2017
71. Como ser un buen docente
Para seguir enseñando es necesario seguir aprendiendo. Poseer viva la llama de la inquietud trasciende en los alumnos y hasta los puede motivar. Si por lo contrario el profe no desea aprender y se transmuta en ese zombie con sus apuntes rancios y de color amarillento, entonces deviene un fósil viviente. Ejemplos de ello son el profesor de música que no se emociona con ninguna melodía actual, el de literatura que ya no lee y el de biología que no se entusiasma ante su mascota. Esos personajes son el vivo retrato del docente que sólo imparte clases por inercia. Por tanto, elogie al educador que va a congresos, escribe artículos y actualiza sus conocimientos. Lo que llena su mente llegará también a la de sus hijos.
LLegados a este punto cabe detallar las características que se aproximan a un buen profesional
educativo. Dice el dicho que cada
maestrillo tiene su librillo, pero en asuntos de ser bueno y eficaz hay
unas normas básicas que asientan a este personaje.
Primera, y ya se ha dicho anteriormente,
un buen docente jamás debe ser amigo, aunque tampoco enemigo, de sus alumnos,
sólo debe ser respetuoso y respetado. Recuérdese que la amistad se fundamenta
en la igualdad de deberes y responsabilidades entre los interesados. Un
profesor y un alumno todavía no comparten ni las mismas obligaciones ni los
mismos derechos, simplemente no son iguales. Un docente debe saber sancionar,
evaluar y valorar a un escolar. Éste, falto de suficientes conocimientos, no
sabría hacer lo mismo.
Segunda, un buen maestro debe exigir
trabajo y respeto con ciertas dosis de distancia al principio. Ya habrá tiempo
que los alumnos descubran la parte humana y bondadosa de éste, pero no el
primer día. Cuando ello ocurra dejarán de pensar que el mentor es alguien
distante para convertirse en alguien con quien compartir buenas conversaciones.
En ese instante el docente se habrá convertido en lo que más buscan los
adolescentes, en un referente, y la confianza fluirá entre ambos.
Tercera, un buen educador debe dominar
su especialidad y la didáctica de la misma. Los estudiantes repudian con suma celeridad a los docentes que
cojean de conocimientos pero en cambio valoran a quienes explican las lecciones
con claridad. Por eso en Estonia y
Finlandia escogen como docentes a los mejores alumnos que salen
del bachillerato. Éstos futuros maestros recibirán clases de los mejores
profesores de universidad. De esta forma la profesión de docente atrae a los
más inteligentes y ambiciosos con un salario bueno aunque no excesivo. En
Estonia y Finlandia un buen educador debe dominar su especialidad con un
lenguaje preciso, correcto y culto. Añadamos que los docentes finlandeses tanto
de preescolar como de infantil y primaria deben ostentar un título universitario
equivalente a una licenciatura o máster. Toda esta formación en Estonia y
Finlandia persigue que los educadores dominen su asignatura, el currículo, las
necesidades de los alumnos y las técnicas didácticas básicas en general. En
China, otro país con excelso éxito académico según PISA, los maestros sólo
enseñan una materia que dominan al dedillo, algo que nos muestra otra vez que
existe una clara relación entre lo que saben los docentes y lo que aprenden los
alumnos. De hecho es imposible que un profesor enseñe bien algo que no sabe. En
España se defiende que el mentor sólo sea un guía del estudiante sin necesidad
de dominar su especialidad. Quizás nos falte algo de filosofía oriental.
Cuarta, un buen profesor debe practicar la humildad, algo que a su vez le
otorgará una gran autoridad y confianza con sus escolares. El docente que busca
impresionar para ser admirado creará distancia con sus alumnos. La pedantería
académica no suele resultar un puente de correspondencia. Por el contrario, el
educador que ordene deberes bajo el formato de una pequeña investigación otorga
a sus alumnos un protagonismo educativo. Ellos defenderán en clase sus
disquisiciones y el docente luego corregirá los errores. Quien más se equivoca
más aprende y quien más corrige más enseña. La humildad se halla en ambos
bandos.
Quinta, un buen profesor debe saber defender los intereses de sus alumnos
por encima de otros malos maestros o educadores. Si ese aspecto llega a oídos
de sus alumnos, éstos sentirán un profundo respeto por su mentor.
Sexta, un buen docente educa también con el ejemplo. Con el respeto y los
buenos modales siempre estará en posesión de su autoridad. En todo caso, y si
un día fallara, demostraría ser imperfecto, algo que también mostraría su
humanidad.
Séptima, un docente debe siempre quejarse si el sistema educativo resulta
deficiente. Si cree que él o ella no deben elaborar tantos materiales
didácticos como muchas modas pedagógicas imponen, han de hallar argumentos y
razones para oponerse. En este sentido los profesores de Finlandia suelen usar
libros y manuales que han funcionado en otros cursos para sólo dedicarse a su
función esencial, transmitir conocimientos.
Octava, un educador experto debe mantener un buen orden y silencio en sus
clases para facilitar que sus alumnos se concentren y aprendan bajo un esfuerzo
menor que si la algarabía reinara la sala. Además un ambiente tranquilo permite
algo fundamental, el desarrollo sistemático de la lengua bajo el esfuerzo y la
perseverancia. En Estonia y Finlandia los alumnos se les enseña y obliga desde
infantil y primaria a permanecer atentos y quietos para aprovechar al máximo el
colegio y alcanzar la máxima comprensión lectora, algo fundamental ya que
aprendemos la mayoría de conceptos con palabras. Parece pues obvio que un
docente no debe aceptar que un alumno pueda molestar a los demás bajo simpatías
y privilegios. En tal caso los demás se verán animados a perpetrar lo que el
díscolo les mostró.
Y novena y última, un buen
docente debe informar de los errores escolares a los alumnos y a los padres de
éstos. La entrevista suele ser un buen puente de contacto.
jueves, 2 de febrero de 2017
70. ¿Por qué los buenos docentes no son asesores?
¿Por qué los docentes, y expertos reales, tienen
tan poca influencia en la mejora de la educación nacional? Según Josep Playà, periodista de
La Vanguardia, es porqué los docentes apenas salen en los medios mientras que
sí lo hacen pedagogos y demás expertos. Esta falta de incidencia docente
en prensa, radio y televisión sucede por las razones siguientes. Primero, los
docentes no se hallan agremiados en un lobby poderoso e influyente como sí las
facultades y asociaciones de pedagogos, todo lo contrario, la mayoría de
profesores rehuyen incluso de los sindicatos por recelo crítico hacia ellos.
Segundo, los maestros y profesores, tienen el tiempo tan ocupado que
difícilmente intentan en bloque salir en prensa, Twitter, Facebook, televisión
o crear un buen diario digital sobre educación. Tercero, muchos sindicatos
específicos en educación no poseen un gabinete de prensa potente y bien
conectado con los medios o un diario digital sobre educación proyectado con
buen diseño. Cuarto, existen cada vez menos periodistas especializados en
educación primando el reportero generalista que busca la noticia rápida y en
tiempo real. En ello cabe detallar que en las ruedas de prensa, y muy a menudo, este tipo de
periodista redacta in situ la noticia sin contrastarla con especialistas. Desde
allí mismo manda inmediatamente la primicia para no ser pisada por el resto de
reporteros allí presentes. Esto hace mella en la realidad educativa sin llegar
la verdad a la sociedad que bebe de los medios. Y quinto, y en resumen, la hoja
de ruta educativa nacional no la trazan los docentes sino otros que bajo un
lobby que posee más poder, influencia e impacto en los medios, se otorgan a si
mismos el papel de expertos en educación sin serlo realmente.
Las soluciones a todo
lo anterior, y con el objetivo de aumentar la presencia de los doctos docentes en los
medios serían básicamente tres. Congresos periódicos de educación expuestos por
docentes; un diario digital sobre educación con ágiles puentes al Facebook y al
Twitter bien organizados; y un gabinete de prensa unificado entre los
sindicatos de educación. Todo ello provocaría que un mayor número de docentes se
afiliara a un sindicato especializado en educación dando mayor poder a estos
ante el lobby de los pedagogos, la política falaz y la difusión de los medios.
Otro aspecto que conlleva la baja influencia de los docentes en el
sistema es su mala imagen ante la sociedad. Según un estudio en 2013 de la
Fundación Botín titulado El Prestigio de los Docentes en España, éstos
se hallan en la posición 21 de las profesiones con una nota de 3,7 sobre 5,
algo que contrasta con la imagen que los propios educadores creen proyectar
hacia la sociedad. Los docentes se puntúan con un 4,5 sobre 5 pensado que la
sociedad les pondrá un 2,5 sobre 5, todo ello muy distante de la evaluación que
la sociedad les otorga realmente. En fin que en España la profesión docente es
de las más criticadas y menos valoradas. ¿Y por qué esta percepción negativa de
nuestros educadores? Según el estudio esto se halla en diferentes factores. El
primero, y más indicado, es su falta de autoridad en el aula. El segundo, y en
infantil y primaria, los bajos conocimientos de los maestros en su
especialidad. El tercero el cambio tan frecuente de leyes en nuestra estado. El
cuarto la percepción que este colectivo posee demasiadas vacaciones. El quinto
su sueldo bajo, congelado y actualmente recortado. Y el sexto y último, lo que
se critica de ellos en prensa. Parece pues que los más importante a corregir es
la autoridad y la formación de los maestros según la sociedad. De hecho el 68
por ciento de los encuestados afirman que el maestro debe dominar su especialidad
y conocer las técnicas pedagógicas. Un 73 por ciento declara que se debe ser
más exigente en la selección de los estudiantes que deseen ser docentes, algo
que conllevaría la recuperación del prestigio docente perdido y la recuperación
de la disciplina en las aulas, a mayor nivel de disciplina mayor prestigio, y a
mayor prestigio mayor rango de disciplina. En España un tercio de los
aspirantes a maestros de primaria provienen no del bachillerato, sino de la
formación profesional. De estos, y en junio de 2014, el 60 por ciento no superó
las pruebas de aptitud personal para acceder a la carrera de maestro (PAP),
mientras que entre los bachilleres ese porcentaje bajaba hasta el 9 por ciento.
Fue más que evidente que dejar acceder a la gente de formación profesional a
maestros de primaria no era apostar por la excelencia de los futuros docentes
del país. En Estonia y
Finlandia el maestro tiene un prestigio
social tremendo y el nivel que se le exige es de sobresaliente en su bachiller.
Además en estos dos países mucha gente desea llegar a ser docente para ostentar
un gran respeto entre la población. Y no es un asunto de sueldo ya que sus
docentes cobran más o menos lo mismo que los nuestros y su nómina es la misma
entre primaria y secundaria al ser todos licenciados. Lo que sucede es que
desde la familia ya se educa en esa admiración hacia los docentes y el proceso
para llegar a serlo es altamente selectivo por notas, formación y aptitudes
sociales demostradas. No todo el mundo sirve para educar en el aula y muchos
son los aspirantes que son rechazados en Estonia y Finlandia. El
docente debe poseer un gran dominio en su especialidad, en los idiomas, en las técnicas
didácticas pertinentes y en su capacidad de empatía con los escolares. En caso
de fallar en tan sólo una de estas exigencias, es descartado para estudiar como
docente.
martes, 31 de enero de 2017
VAGA d’ENSENYAMENT ESTAFADA
(La Vanguardia: dijous, 02/02/2017)
La gran majoria de sindicats havien convocat una vaga d’ensenyament públic per a aquest 9 de febrer. Aquest cop no es demanava més sou per als docents sinó la millora en la qualitat de l’escola pública. Fou el Departament d’Ensenyament, qui amb les seves retallades de fa set anys, anomenades temporals, va condicionar la situació educativa actual. Cal recordar que aquelles retallades implicaven que els professors treballessin més hores de classe, amb més alumnes i amb menys nòmina. Vet aquí perquè la mateixa CUP va reclamar una partida de diners a tal defecte per als pressupostos de la Generalitat. Doncs bé, la setmana passada el Govern va semblar accedir a alguna de les demandes de la vaga per tal de reinvertir totes les retallades. En conseqüència alguns dels representants sindicals es mostraren eufòrics en declaracions als mitjans. Alhora això insinuava que la mateixa vaga del 9 de febrer es dissoldria. Dies més tard també la CUP s'animava a aprovar els pressupostos del Govern. Però arribada aquesta setmana, i alhora de signar l’acordat sobre ensenyament, el Govern diu que allò que havia promès als sindicats calia redactar-ne la lletra petita. I el que havia de ser reinvertir les retallades de fa set anys s'ha convertit en paper mullat. Per exemple la reducció d’una hora de classe setmanal per tal que els docents atenguessin millor l’alumnat, passava a ser una possible hora de guàrdia, és a dir, una altre hora de classe. En resum, menys u, més u igual a tot resta igual. No obstant això, els sindicats generalistes signaran l’oferta del Govern tot i que els específics de secundària no (ASPEPC-SPS). Potser tot ha estat una estratègia del Govern per a il·lusionar a alguns sindicats, convèncer d’uns pressupostos a la CUP i fer combregar amb rodes de molí a tot un poble. La prova és que el Govern continua contravenint la llei d’ensenyament, la LEC. En aquesta s’indica clarament que del PIB autonòmic el 6 % ha de destinar-se a ensenyament. Desgraciadament avui dia no s’arriba ni al 3 % .
La gran majoria de sindicats havien convocat una vaga d’ensenyament públic per a aquest 9 de febrer. Aquest cop no es demanava més sou per als docents sinó la millora en la qualitat de l’escola pública. Fou el Departament d’Ensenyament, qui amb les seves retallades de fa set anys, anomenades temporals, va condicionar la situació educativa actual. Cal recordar que aquelles retallades implicaven que els professors treballessin més hores de classe, amb més alumnes i amb menys nòmina. Vet aquí perquè la mateixa CUP va reclamar una partida de diners a tal defecte per als pressupostos de la Generalitat. Doncs bé, la setmana passada el Govern va semblar accedir a alguna de les demandes de la vaga per tal de reinvertir totes les retallades. En conseqüència alguns dels representants sindicals es mostraren eufòrics en declaracions als mitjans. Alhora això insinuava que la mateixa vaga del 9 de febrer es dissoldria. Dies més tard també la CUP s'animava a aprovar els pressupostos del Govern. Però arribada aquesta setmana, i alhora de signar l’acordat sobre ensenyament, el Govern diu que allò que havia promès als sindicats calia redactar-ne la lletra petita. I el que havia de ser reinvertir les retallades de fa set anys s'ha convertit en paper mullat. Per exemple la reducció d’una hora de classe setmanal per tal que els docents atenguessin millor l’alumnat, passava a ser una possible hora de guàrdia, és a dir, una altre hora de classe. En resum, menys u, més u igual a tot resta igual. No obstant això, els sindicats generalistes signaran l’oferta del Govern tot i que els específics de secundària no (ASPEPC-SPS). Potser tot ha estat una estratègia del Govern per a il·lusionar a alguns sindicats, convèncer d’uns pressupostos a la CUP i fer combregar amb rodes de molí a tot un poble. La prova és que el Govern continua contravenint la llei d’ensenyament, la LEC. En aquesta s’indica clarament que del PIB autonòmic el 6 % ha de destinar-se a ensenyament. Desgraciadament avui dia no s’arriba ni al 3 % .
lunes, 30 de enero de 2017
69. ¿Asesores y expertos educativos?
Existe un corolario de asesores pedagógicos que sin dar muchas, o ninguna clase, lucen su título de magisterio, pedagogía, sociología, sicología u otras ramas ante quienes les preguntan sobre educación. Otros, que no poseen licenciatura ni grado alguno, se llaman a si mismos expertos en educación y andan también regalando sus consejos. Añadamos a todos los anteriores un buen grueso de docentes que sin gustarles el aula y sus alumnos, logran abandonarla para impartir cursos de como dar clases a quienes se quedaron en ella y que sí saben hacerlo. Todos estos fugitivos de la tiza ofrecen orientaciones a políticos, docentes y padres aunque no hayan trabajado un largo tiempo con adolescentes en el aula. En fin, olvidaron, o jamás supieron, que la práctica de la Enseñanza Múltiple Contrastada siempre fue el mejor máster en educación para poder aconsejar a los demás. Por desgracia, y en asuntos de práctica, muchos teóricos, con o sin título, cojean en demasía. De asesores educativos buenos de haberlos los hay, pero éstos saben muy bien lo que es dar clase a treinta escolares por aula durante más de veinte horas por semana. El resto, los malos, discurren por centros, partidos políticos y hasta en el propio Ministerio como carroñeros de defectos en donde aferrarse para succionar el sueldo que se les paga. En el argot empresarial se les cataloga, con mi más humilde perdón hacia los insectos dípteros, de moscas cojoneras, aunque en el argot escolar se les bautiza como pedagogós, pedabobos o hasta de parásitos educativos sean algunos pedagogos, psicólogos, sociólogos, docentes que lo dejaron, teóricos sin titulación, economistas, abogados y escritores. Véanse para los últimos tres ejemplos claros: Sebastián Barajas, Eduard Punset y Paulo Coelho. Todos estos expertos poco conocen la realidad diaria de un aula pero se proclaman expertos en ello. No es de extrañar que afirmen que memorizar no sirve para nada (Sebastián Barajas), que Uri Geller debe ser un referente educativo (Eduard Punset) o que el niño debe encontrar los conocimientos en su alma (Paulo Coelho). En definitiva, si en su centro existen en demasía estos supuestos expertos mal va dirección. Muy probablemente el equipo directivo no sepa cómo resolver los asuntos que debería saber y ha contratado a alguien externo para ello. Sería como si trabajara de arquitecto y contratara a un albañil para diseñar un rascacielos, o como si el ministerio de sanidad estuviera en manos de curanderos. Desgraciadamente eso mismo le ha sucedido a nuestro sistema educativo. Atienda a los siguientes ejemplos ocurridos en distintos centros.
-
Acordamos que los alumnos no podrían ir al baño a beber
agua durante las clases – sentenció la asesora pedagógica sin titulación durante una reunión de
profesores en Cerdanyola del Vallès -. Y hay que dar ejemplo de ello, los
profesores tampoco podéis.
-
Perdón – intervino uno de los docentes -, yo siempre voy
tomando sorbos de agua en el aula.
-
Pues si los alumnos no pueden, nosotros no deberíamos dar
mal ejemplo, ¿entiendes?
-
Sí, pero el curso de foniatría que nos aconsejaste el año
pasado nos informó que para evitar afonías, pólipos y otras patologías en la
voz, debíamos beber agua para humectar la garganta durante las clases.
-
Ya lo preguntaré – con cierta rabia interna - y os daré
una respuesta en la próxima reunión.
Y no hubo respuesta en la siguiente sesión. Parece claro
que algunos asesores pedagógicos les pesa más la invención que la práctica.
-
Para imponer una mayor disciplina en el centro –
sentenciaba la flamante asesora pedagógica en el mismo centro de Cerdanyola -,
de ahora en adelante los tutores se encargarán de revisar cada semana todas las
faltas que sus alumnos hayan perpetrado en las diversas asignaturas.
Consecuentemente deberán sancionar aquellos alumnos que se les ha llamado la
atención por charlar en clase, no traer los deberes o haber sido expulsados del
aula.
-
Perdón – intervino un profesor asustado -, ¿pero no sería
mejor que cada docente sancionara al momento, y no esperar que a final de
semana lo hiciera el tutor?
-
No – contestó la pedagoga -, el tutor debe centralizar
todo lo que ocurre en su grupo.
-
Sí, pero los que no son tutores no tomarán cartas en el
asunto. Luego vendrá el de tecnología y me dirá que mis alumnos no le respetan.
Por mucho que castigue a mis escolares sólo lograré que me sigan respetando a
mi, y no al de manualidades electrónicas.
-
Ya lo preguntaré – otra vez con rabia - y os daré una
respuesta en la próxima reunión.
Y tampoco la hubo.
Vistos estos sucesos, parece
claro que muchos pedabobos y pedabobas, por justificar el sueldo que
les paga, se dedican a entorpecer la labor de los docentes con asuntos teóricos
y ajenos a la realidad educativa. Lo más perverso de este tipo de malos
educadores es que resultan hábiles relaciones públicas y alcanzan grandes cotas
de reconocimiento social. Muchos al abandonar el aula y dejar de soportar las
consecuencias de sus propias teorías, consiguen dedicarse a diseñar leyes y
cursillos para quienes todavía permanecen en clase, es decir tienen mucho
tiempo para llegar a los oídos de políticos y dirigentes deformando sus mentes.
Los consejeros de esta estirpe les pesa más la teoría que la práctica, y está
cantado que los pedabobos y las pedabobas, por justificar el sueldo que
se les paga, se dedican más a convencer a altos cargos de su importancia que
realmente a mejorar el sistema de enseñanza en su globalidad, es decir alteran
sólo el sistema escolar sin mejorar administración educativa, igualdad social y
condiciones familiares.
Cabe observar que los
mejores asesores no pueden ser estos teóricos sino aquellos docentes que reúnen
las siguientes características. Primero impartir más de dieciocho horas
semanales de clase. Segundo trabajar con más de veinte alumnos por grupo y no
con clases reducidas como hacen algunos supuestos expertos. Tercero llevar en
la educación unos cuantos años cumpliendo las dos premisas anteriores. Y cuarto
y último, haber trabajado con alumnos diversos en cuanto a nivel académico,
clase social y origen étnico. Si en su centro hay profesores con esas
características valore su fortuna. En Estonia y Finlandia, y por razones obvias, el número de expertos
teóricos en los centros educativos es nimio, no hay. A éstos que pretenden saber
mucho, estudiar poco y deslumbrar algo, se les desterró del sistema educativo. En nuestro país cada día hay más y el fracaso escolar persiste.
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