Todo el mundo estuvo en alerta máxima por el virus aviar y yo en la perplejidad. Hace que llevo viajando por el Tercer Mundo más de quince años y por ello debo pasar por vacunación cada año. Pues, y como acontecece, esto me propuse ejecutar antes del viaje veraniego, prevenirme de la gripe aviar. Llamé primero al servicio pertinente, no fuera estuviera colapsada la Unitat de Malalties Tropicals i Salut Internacional. Una voz electrónica me avisó del colapso de sus redes telefónicas. Pensé en lo grave del asunto y de cuanta gente estaría afectada. Probé con otro teléfono, ¿respuesta? Lo mismo. En fin, me personé ante la entidad pertinente y nadia había, ningún aquejado, sólo tres funcionarios que me persuadieron de mi insistencia con un, vuelva usted mañana, pero pida hora antes. Ya en casa escribí esta carta con la preocupación palpitando entre mis neuronas, ¿y si no fuera verdad lo de la gripe aviar? ¿y si sólo fue una cortina de humo en beneficio de las multinacionales farmacéuticas? Ahora ya no concilio el sueño. Si la gripe aviar existe, en los centros de vacunación para viajeros es más una película de George Lucas que una realidad, ¿o quizás ya no es tema de moda en los medios?
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